Los viejos vicios políticos siguen apoderándose del sentimiento de los venezolanos y la sociedad como estructura comunitaria solo ha servido para intervenir y sembrar miedo en el gentilicio nacional con el único fin de hablar un idioma distinto, por lo tanto, estamos frente a un muro cuyos delatores tienen un enmarque social. Muchos países que conforman nuestro eje ideológico se atrincheran en el poder y vienen jugando con nuestra libertad de pensamiento. Término que viene insurgiendo para pretender derrocar el ejercicio del poder comunitario, aunque profesan auspiciarlo para convenir intereses comunes.
Es necesario ir a un debate público para lograr un consenso sobre las verdaderas causales de un partidismo activo y lograr una fórmula que nos garantice la representación pública de todos los sectores que estén involucrados en dos sectores organizados que proyecten los mecanismos mas justos para lograr una verdadera democracia socialista en el país- siguiendo el viejo concepto alemán- porque es el denominador común en la vasta vida política del país.
Hay que acabar con los mitos del tema mediático y la manera sesgada de acontecimientos que dañan la formación social de los pueblos. Concretamente, tenemos que abrir un discurso que este al servicio de todo un pueblo.
Sin vicios, debemos debatir sobre el problema del Sur y su integración. La lógica resulta sencilla. Solo basta compartir el concepto de solaridad y ver en nuestro interior los estereotipos que nos conforman y nos hace mirar más allá de los símbolos políticos porque todos los venezolanos queremos un cambio social y sobre esa vía dirigirnos sobre un solo clamor hacia el ejercicio de la libertad y la convivencia social.
Tenemos que adoctrinar al pueblo bajo el segmento doctrinal para lograr una posición disciplinada hacia el mejoramiento del país. Estos seminarios sirven para crear una doctrina de conciencia e ideología. La idea es organizar a la gente inscrita en los partidos políticos y trazarle una meta de crecimiento social
Hay que acrecentar los métodos ideológicos para que el pueblo reciba las orientaciones políticas necesarias y avanzar hacia la conformación de las comunas y permitir el ejercicio de una verdadera democracia que determine la unidad sociopolítica que nos permita mejorar nuestras condiciones de vida. Hay que ajustar nuestro comportamiento a los nuevos lineamientos del Estado que solo desea girar hacia un cambio de participación popular.
El conocimiento hay que colocarlo en las bases ideológicas para la discusión de contenidos y debe ser impresionante formar un nuevo pensamiento socialista al estilo del Siglo XXI. Debe existir un verdadero interés en todos los factores políticos del Estado para lograr esta meta y desatar un conjunto de criticas que favorezcan a todo este gran colectivo que es Venezuela.
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