I.
En el seno de la clase trabajadora, en Guayana, con un colectivo mayoritariamente sindicalista y totalmente chavista, en Mayo de 2009, el Comandante Chávez puso en marcha una gran movilización ideológica hacia el nuevo modelo productivo socialista, que debe arribar en 2019 a la soberanía productiva.
Se escogió el mejor escenario para dar la batalla: las empresas básicas que se rigen por el Estatuto de Betancourt desde 1962 para entregar las riquezas de la patria al capitalismo mundial. El “holding” CVG exporta hierro, aluminio, madera, oro y electricidad y a cambio, el pueblo recibe pobreza, contaminación y enfermos ocupacionales.
El primer tramo se cubrió con 10 mesas de trabajo que produjeron un Plan Inicial con visiones, banderas, consignas, tareas y retos, en lo ideológico, político, económico y militar, que hay que asumir en el tiempo y espacio que queda para el 2019.
Se trata del Plan Socialista Guayana 2019 (Al, Fe), que debemos conocer, querer, divulgar, profundizar, extender, vigorizar y desarrollar si queremos tener Empresas para una Patria Socialista.
II.
Basta leer las 7 recomendaciones del Plan, para entender que son líneas políticas para un Proceso Constituyente en todo el pueblo, más allá de los portones, para establecer Nuevas Empresas Básicas Socialistas:
1. Continuar con la experiencia de participación directa y protagónica en la construcción de la viabilidad física y política del socialismo venezolano, permitiendo la discusión abierta, amplia y cada vez más transparente de todo lo que afecta no solamente a las unidades productivas, sino a todo el sector metalúrgico (aluminio hierro y acero) con visión integral, mediante la institucionalización de diversos mecanismos de participación.
2. Implementar con carácter urgente las propuestas formuladas para la formación ideológico-política y técnico-productiva de los trabajadores de todas las unidades productivas ubicadas en Guayana, que incluya la democratización del acceso a la invención, innovación, transferencia y apropiación tecnológica, construyendo redes de conocimientos para diseminar el saber popular acumulado en los trabajadores de Guayana y para el mejoramiento de sus capacidades cognitivas.
3. Establecer una dirección política colectiva para continuar con el proceso que trascienda las organizaciones de unidades productivas y vaya al encuentro de toda la sociedad guayanesa y se proyecte hacia el país, no solo como ejemplo inspirador sino como generador de propuestas que se articulen con el tejido productivo guayanés.
4. Definir y aplicar el marco jurídico que permita la incorporación efectiva de los trabajadores en los procesos de dirección general, compras, proyectos y comercialización de las unidades productivas para materializar el avance hacia el control de la producción.
5. Proceder a la unificación de las empresas del sector aluminio bajo una sola unidad productiva y hacer lo mismo para el sector hierro y acero, incorporando en estas nuevas unidades la participación directa de los trabajadores.
6. A partir de las iniciativas de proyectos que surjan de los trabajadores construir el Programa de Inversiones con aquellos proyectos que resulten viables financiera y tecnológicamente y para los cuales exista la correspondiente disponibilidad energética.
7. Asignar los recursos necesarios para la ejecución de los proyectos que conformen el Programa de Inversiones estableciéndose los compromisos políticos de transparencia, de eficiencia y de rendición pública de cuentas.
III.
En esta presentación del Plan Inicial Rumbo a Guayana Socialista 2010, falta el Programa de Lucha y la Organización Necesaria para dominar “colinas” y “cabezas de playa” en esta Guerra de Ideas.
En la próxima entrega abordaremos estos asuntos.
Patria Socialista o Muerte, Venceremos.
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