Mucho da el agua al cántaro hasta que se revienta, dice un refrán que encaja perfecto en la situación de la Alcaldía de Maracaibo. Al burgomaestre, Daniel Ponne, se le deterioran las tácticas utilizadas para evadir sus compromisos con los trabajadores.
Cuando asumió el ayuntamiento se inició como se inician muchos políticos: echando la culpa a la gestión anterior, solo que pasó el tiempo y esta maniobra se le cayó, pero aprovechó la circunstancias como todo opositor y argumentó que el Gobierno nacional no le baja los recursos y eso tampoco convence a la gente.
Inmediatamente asumió que cada reclamo laboral hecho público tras su negativa de atender a los trabajadores, lo politiza para confundir y mostrar que no es que le incumple al personal, sino que la cuestión no es más que una difamación emprendida por empleados y obreros revolucionarios que quieren aniquilarlo políticamente.
El mandatario municipal puso en práctica este mecanismo sustentado en una campaña publicitaria según la cual, no tiene recursos porque el dinero que llega a la Alcaldía lo utiliza en unas supuestas obras que solo están en su mente y la de sus seguidores. Más nadie las ve entre la basurero que hay en Maracaibo.
Y a este libreto surgen nuevas informaciones. Por un lado señalan que Ponne abandonará en julio el ayuntamiento para sumarse a la campaña de las elecciones municipales de diciembre, y en su lugar asumirá Jesús Luzardo, por otro, declaraciones de prensa apuntan a que usurpa funciones, porque legalmente su mandato de alcalde encargado debería haber culminado ya.
Tal situación prendió la alerta del Sindicato Unico Socialista de Funcionarios y Empleados Públicos de la Alcaldía de Maracaibo. Roberto Ospino, secretario de reclamo de esta organización piensa que pueden estar al frente de otro plan de Ponne, tras advertir que hay políticos que para evadir sus responsabilidades dejan los cargos, se colocan bajo perfil y cuando el agua baja, regresan con la cara lavada en tanto los trabajadores terminan pagando las consecuencias.
¿Serán esas las intenciones del alcalde?, realmente no sé, pero de acuerdo con el sindicalista, el burgomaestre debe las vacacione del año pasado, el fideicomiso del 2009 y la mitad de 2008 y está en mora con el IVSS ¡Válgame Dios!, una deuda para hacer cualquier conjetura y desatar la desconfianza de los trabajadores que en palabras de Ospino, planea tomar la sede del CNE-Maracaibo y el edificio municipal, si se siguen negando a escucharlos.
Pareciera que para esta Alcaldía no hay ley. Un cúmulo denuncias se ventilan en su contra, sin embargo no cumplen y la masa laboral continúa burlada. Qué decepción.
(*) Periodista
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