Teniente Coronel Edgar Delgado Merentes, Comandante del Destacamento 41 de la Guardia Nacional. Este es el último actor troglodita y energúmeno que se ensañó contra un pueblo de campesinos desvalidos y ávidos de justicia social. Este Comandante ordenó desalojar y tumbar los ranchos de 48 familias, quienes ocupan 1,8 hectáreas enmarcadas dentro de la zona de protección entre el caño Colorado y la carretera que va desde San Nicolás hasta Puerto de las Ánimas del sector del municipio, del sector la Isla II Parroquia Antolín Tovar, del municipio San Genaro de Boconoito, del estado Portuguesa; en fecha miércoles 11 de agosto del 2010, cuando leí la noticia, recordé los días del teniente coronel Alfonzo Martínez, cuando a finales de los años noventa, comandaba el destacamento 45 de la GN en San Felipe, Yaracuy. Esa otra bestia, ordenó atacar a todo un pueblo de campesinos llamado “Los Cañizos” con todas sus herramientas represivas y añadiendo además el uso de gas mostaza, provocando sangramiento de muchas personas y abortos en mujeres inocentes por el efecto de ese letal gas, cuyo uso es prohibido por la convención de ginebra. Al igual que ahora, procedieron a numerar los ranchos para establecer un orden de derrumbamiento y desalojo de la población, así como suena, desalojar al pueblo entero para entregárselo a unos terratenientes de origen cubano e italianos. Luego ese monstruo traidor participó en el golpe de estado después que el comandante lo ascendió a general, pese a las advertencias de los campesinos del Yaracuy (como siempre, el pendejo no es escuchado).
Pero ese episodio ocurrido en Portuguesa el 11 de este mes, no es el último (DESGRACIADAMENTE). No hemos olvidado el deprimente y doloroso espectáculo de la policía del estado Anzoátegui, arremetiendo con furia demoniaca en contra de los trabajadores de la transnacional Mitsubishi, quienes solo exigían el respeto de sus reivindicaciones laborarales y la adecuación de las relaciones de trabajo a la nueva realidad política y social del país. En realidad si me pongo a narrar las violaciones a los derechos humanos y laborales por parte de un pequeño sector de las fuerzas de seguridad del estado, se llenarían varias páginas. Eso pese(repito) a las condiciones legales y a la voluntad del comandante presidente de la república por que no suceda, pero no podemos olvidar que quedan resabios de las mafias sanguinarias de la cuarta república dentro de el aparato del estado, y esas desviaciones, son protegidas y sustentadas por intereses anti patria, anti pueblo y anti país. Tengamos presente el ejemplo del inmoral ministro de defensa, del año 2003, o del agregado militar en la embajada de usa; un depravado que hasta pagó por operarse las nalgas y ponérselas shick para lucirlas en las francachelas de la oposición de la plaza Altamira acompañadas por drogas, caña y sexo pervertido.
En el pueblo sabemos quien es quien, si somos el soberano, párennos más bolas y escuchen nuestras advertencias, si hubiese pasado eso, no tendríamos tantos traidores sucios y cobardes como los Ismaeles Garcias, los Miquilenas, los PPtistas, los Henrris Falcones, los Fuenmayor Toros, y toda esa caterva de miserables que se vendieron al mejor postor o que pretendían cargos y prebendas para beneficio personal.
Son esos funcionarios sin conciencia y sin autoestima, los que se agazapan para dar el zarpazo cuando la oposición pro yanqui se los ordene. Es tiempo que se aceleren los cambios dentro del las instituciones de seguridad de la nación. Muchos de esos funcionarios, son los que sirven para detener a luchadores como Sabino Romero, Alexander Fernández, o William sanguino, etc. Mientras los violadores, asesinos, apátridas y cuanta alimaña dañina existe, anda libre o enconchado en el paraíso de la podredumbre yanqui que es MIAMI. ESTAMOS EN REVOLUCIÓN, HAY QUE REVOLUCIONAR, BOTEMOS LO INSERVIBLE, VALOREMOS LO UTIL Y FORTALESCAMOS LA MORAL, LA ETICA, LA CONCIENCIA DE CLASES Y EL PODER POPULAR. NO MÁS TRAIDORES Y ANTI PUEBLOS. Todos esos vestigios de dominación capitalistas y de dependencia corrupta, deben desaparecer por las buenas o por las malas
javierdelvallemonagas@gmail.com