Recientemente asistí a lo que el Alcalde de Valencia llamó “conversatorio y rendición de cuentas con consejos comunales” en la Parroquia Rafael Urdaneta de esta ciudad, allí, sus empleados, sin quedarles mas remedio, entregaron una publicidad a todo dar, en un rojo llamativo y bonito, donde resaltaban en una portada con una amplia foto, la figura del Ing. Parra y su esposa, las “obras” que esta alcaldía ha realizado en sus dos años de “gestión socialista”; asimismo, después de escuchar al Comandante Chávez, en la exposición presentada en ocasión de la instalación de la Asamblea Nacional Socialista, este pasado 21 de enero, dando los puntos y sus conjeturas relacionadas con las líneas para la elaboración del mapa político rumbo que marcará las tareas para enrumbar el accionar en el 2011 y hacia el 2012, no cabe otra reflexión que no sea la de una crítica fuerte a la conducta del señor alcalde de Valencia, porque temo, como pasó el 26/S., anterior, repercutiría en las elecciones para la reelección presidencial.
Baso mi crítica en que existen problemas neurálgicos no atendidos y que siguen afectando altamente al sector popular que más se identifica con la Revolución y el Presidente, que siendo de exclusiva responsabilidad y obligación legal, de la rama ejecutiva del municipio, les vienen pasando por encima de una manera inconcebible; tenemos entre otros, el transporte de pasajeros, donde los transportistas, dueños, conductores y colectores, hacen lo que les viene en gana contra los indefensos usuarios y sin que las autoridades, vigilantes, directores y alcalde, les preocupe tal situación, a pesar de las promesas electorales y las campañas publicitarias que utilizan donde aparece el Alcalde abrazado descaradamente con el Presidente Chávez.
Igual se presenta con la cantidad de huecos que tienen las calles y avenidas, donde los distintos vehículos sin distinción sufren graves desperfectos, gracias a los bacheos sin supervisión o de mala calidad que, en difusión mediática y comercial, proyectan en las páginas de diarios locales, con la consigna por demás demagógica de “el socialismo es eficiencia”.
Basura a granel y por doquier mientras se gastan presupuestos millonarios (de los nuevos) contratando “cooperativistas mafiosos y explotadores”, y desconociendo la conformación de las Empresas de Producción Social, aparentando limpieza, cuando lo que hacen es lanzar por calles, avenidas y plazas, a hombres y mujeres humildes y con gran necesidad de ingreso monetario, claro, con sus respectivas franelas rojas, roídas por el uso, la lluvia y el sol, donde lo que mas resalta es el emblema de la alcaldía, cambiada solo del color anaranjado anterior, para recibir una migaja por sus servicios, amen de aplicárseles una cruel tercería que, en plena faena neoliberal, desregulariza los derechos como trabadores, cuando no cuentan con ninguno de los beneficios que contemplan las distintas normas laborales en Venezuela.
Ahora, decía el Comandante Chávez, que una de las tareas más importantes, es la conversión de la cultura y costumbre capitalista a la militancia socialista para dar al traste con los valores que sustentan el sistema de dominación y explotación de un@s human@s contra otr@s y para ello, manifestó el Camarada Chávez, tenemos que trabajar hasta con el alma y el compromiso a flor de piel, para haceros ver en la necesidad de agrandar el esfuerzo para convencer a la gente, propios y extraños, de las bondades del socialismo, debiendo ser este convencimiento en el espíritu humano que permita trastocar lo material en su simpleza y en la Alcaldía de Valencia, en una engañosa eficiencia, funciona todo lo contrario.
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(*) Abg-Valencia - Carabobo
