Es tal el desorden vehicular en la avenida de Sabaneta, que las improvisaciones de los trabajos relacionados con el Metro de Maracaibo, una obra que aún no concluyen y han inaugurado no sé cuántas veces; el mal estado de la avenida y la falta de señalizaciones, hacen que la gente por más responsable y prudente que pueda ser, conduzca como Rumildo. Es la única forma de salir ileso. A muchos les parecerá mentira, pero cientos de choferes y transeúntes que por allí circulan son fieles testigos de semejante irresponsabilidad.
Para los jóvenes, adultos contemporáneo y todo aquel que por alguna causa no recuerde a Rumildo, déjenme decirle que este fue un personaje interpretado por el autor chileno Julio Jung, a principio de los 80 en una campaña institucional publicitaria de Petróleos de Venezuela, con el fin de incentivar el ahorro de gasolina, pero también era súper infractor de las leyes de tránsito.
Pues bien, Rumildo se queda corto en la avenida de Sabaneta. El desastre es tan grande que no se sabe donde comienzan las dobles vías si es que, por lo menos, están permitidas transitoriamente en algún tramo; pero lo cierto es que uno va circulando por su canal y de pronto se encuentra con un carro de frente, viajando en sentido contrario. Los frenazos, los sustos y los choques forman parte de la cotidianidad en este sector. Muchos de los conductores, salvo los que ya conocen el sistema de manejo en Sabaneta, quedan desconcertados.
Da la sensación de que no hubiese capacidad para resolver el desorden a propósito de los trabajos alternos que se derivan del Metro de Maracaibo, y dejan el paso vehicular a la suerte de Dios.
En consecuencia, las dobles vías y los cruces los hacen los conductores de acuerdo con su apremio, necesidades y su destino. Si consideran que tienen que tragarse una flecha se la tragan, si consideran que tienen que detenerse en un sito no permitido se detienen, si consideran que deben cruzar en una esquina prohibida cruzan, sin la menor advertencia de las autoridades. Y eso, por supuesto, hace el tráfico además de peligroso, infernal, sobre todo en las horas pico.
No justifico la violaciones de las leyes de tránsito, pero todo aquel que conozca la situación de la avenida de Sabaneta, sabe que la negligencia de las autoridades, bien sea del Metro de Maracaibo o de la Alcaldía, no dejan otra alternativa, y convierten el manejo en esa vía en un sálvese quien pueda.
Para peores penas, la pavimentación está llena de baches y eso complica el panorama a los choferes esquivando el mal paso. Y como siempre: nadie se responsabiliza por tamaña barbaridad y el pueblo paga las consecuencias: Los choferes y transeúntes sudan la gota gorda, se le deterioran los vehículos y exponen la vida ante el peligro inminente.
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