Charallave, un circo cruel

Suena el redoblante, se encienden las luces. Aparece el presentador y megáfono en mano saluda: 

- ¡¡¡Buenas Noches, señoras y señores!!!. Sean todos bienvenidos a la función de Charallave, el Circo Cruel. El circo más odioso, más ineficiente, más inútil del mundo. Desde ahora y para siempre, cualquier semejanza con hechos reales, correrá por nuestra propia imaginación… Padezcan, sufran lloren que la función ya comenzó y no sabemos como va a terminar…

  

Se retira el presentador, se apagan las luces, comienza la música y al encenderse de nuevo aparece en el escenario el peaje “La Peñita”. Se trata de un garito destartalado y desconchado (alguna vez pintado de amarillo) custodiado, eso sí, por unos guardias nacionales muy bien vestiditos. Así es la entrada a este circo que parece sacado de Macondo. El peaje está adornado por una enorme valla con la foto del ciudadano Alcalde y otra –claro está- del comandante presidente (un recurso que no solo usa este circo sino otros iguales de malos). NOTA para los escenógrafos: a esta valla, casi se la traga el monte, así que colóquenle muchas enredaderas si van a imitarla en otro sitio del país.

  

Detrás de la valla, aparece en escena una carretera amplia de esas que tienen dos canales para ir y dos para venir, separados por una hermosa y virginal selva tropical lluviosa de montaña. Los primeros actores que acompañan la escena visten de obreros de la alcaldía, cortan una partecita magistral de la vegetación, la recogen en bolsas negras que luego adornarán la autopista por espacio de 3 meses (ya que el único camión que funciona para recoger la basura, se ocupa de cosas más importantes ¿?). Se apagan las luces, el público arruga la cara y sale de nuevo el que hace de presentador:

  

- Muchas gracias por nada. No quiten esas caras que apenas presentamos un abreboca. Esté circo cruel descansa siempre y por eso no hacemos nada… A continuación vamos a presentar un acto sin precedentes ni explicaciones. Mímica pura y dura. Absoluto silencio, por favor… (suenan redoblantes) que ya aparece en la pista

  

Se enciende una luz cenital y se revela estático, inmóvil, impertérrito, un enorme anuncio triangular que desde hace dos años anuncia que “Próximamente aquí se construirá el distribuidor Súcua”. No hay ni una cabilla puesta allí, ni una pala,  ni un montoncito de arena, ni un obrero. ¡¡¡Nada!!! Sólo silencio. El público hace pucheros, el presentador reaparece y les increpa.

  

- Vamos público, vengan esas lágrimas, que retumben el llanto y la desesperación para nuestro silencioso moooonumeeeentoooo aaa laaaa naaaadaaaa… Muchas Gracias. Pero esto no es todo. Falta nuestra principal atracción… Siguiendo con el desfile de atracciones llamamos al escenario imágenes feroces, agresivas, indomables. No, no, no. Nada de animales traídos de África. Son nuestros interminables e inextinguibles… huecooooos en laaaaas calleeeeeeees

  

Y como imágenes de un collage se cruzan ante la vista de los asistentes al “Charallave Circo Cruel” los huecos que inundan el pavimento de avenidas y calles de urbanizaciones, barrios y rancheríos. El público lanza alaridos de dolor que son opacados por los redoblantes. Luces en el escenario. Vuelve el presentador…

  

- ¿Les dolió eso? Vengan esas lágrimas. Este Circo Cruel no tiene piedad, por eso les ofrecemos un intermedio que ustedes no podrá utilizar ya que nosotros no hemos hecho nada para que en este circo tengamos un abasto bicentenario, ni petrocasas, tampoco haremos gestiones para abrir nuevas oficinas de los bancos Venezuela e Industrial. No pintamos jardineras, ni rayas en las calles, el CDI no abre de noche y el dispensario es nuestra cueva del terror… Si arreglamos algo o lo hacemos funcionar ustedes dejarán de sufrir y eso no podemos permitirlo.

  

Mientras el público llora desconsolado en sus sillas. Se apagan las luces un momento. Vuelven a sonar los redoblantes anunciando al presentador. Todos se ponen atentos. Habla el presentador, iluminado por una lucecita tímida:

  

- Y para culminar la función viene nuestro acto principal: LAAA DESA=PARI=CIÓNNNN  DELLL AL=CAL=DEEEEE…

  

Nuevamente se apagan las luces y la función termina o no…

  

P.d: si alguien conoce, al alcalde, por lo menos díganle que ctualice su foto en alguna de las calles o en alguno de los huecos

  Periodista. 

(*) navarroernestoj@gmail.com / http://ernestojnavarro.blogspot.com / @ernestojnavarro



Esta nota ha sido leída aproximadamente 3361 veces.



Ernesto J. Navarro (*)


Visite el perfil de Ernesto Navarro para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: