Auditórium

El Tigre/Anzoátegui: ¡síntomas de una derrota!

“No sabe hablar quien no sabe callar”

                                                                                Pitágoras de Samos… 

La revolución bolivariana cuando asumió el poder en 1999, obedeció a un mandato popular por resolver las contradicciones de la pobreza en la IV República, aunque haya sido de manera inconsciente.  El ser joven y no tener acceso a una vivienda propia, a un trabajo digno a pesar de ser un profesional, no dejaba vislumbrar un futuro humano, el tener que vivir en la selva de los especuladores de la vivienda y el empleo, verse obligados cada cinco años a elegir electoralmente entre lo malo y lo peor, contemplar cómo los ricos eran los dueños del país llamado Venezuela, se olfateaba que se hundía la soberanía popular, en lo social, y con  salarios de hambre, el enriquecimiento de banqueros y especuladores, era insostenible, las privatizaciones asomaban el hocico con los beneficios de las empresas estratégicas del estado, que pasaban a sus manos pero sin  socializar las pérdidas. Esa fue la causa de su caída.

En realidad, esa situación,  respondió al dilema entre la ética de la 'responsabilidad'  al gobernar, y la ética del bienestar del pueblo venezolano que planteó Hugo Chávez, en la campaña electoral de 1998 en las diferentes voces, que procuraban atraer el voto popular: Las personas antes que las estructuras de las oligarquías, antes que el capital depredador, antes que los intereses del estado, antes que las leyes injustas de la impunidad.

A lo que voy, antes de que sea demasiado tarde: hoy a doce años de revolución me pregunto.  ¿El gobierno bolivariano ha dado respuesta a estos planteamientos, con todo el bagaje teórico de socialismo pregonado? Pues creo, no haber respuesta debido a  las desviaciones de principios que se viene denunciando hace mucho tiempo: por la reducción de la lucha en la consecución del estado de bienestar social, sin cuestionar el sistema, y por haber centrado sus quehaceres y logros a lo banal, sin saltar al contexto de lo político, quedándonos solamente en las  minucias. Es absurdo: si la revolución no funciona, no nos representa.                                                          

Aquí viene la rabo e’ cochino, a lo que me quiero referir. ¿Por qué nos va a representar  un alcalde integrado a ese mismo viejo sistema político? Ni pies ni cabeza, pero, eso sí, mucha desidia, mucha chapucería, pero cero capacidad gerencial y política.                                                            

Los logros en el municipio, deberían haber estado integrados en un progreso mucho más avanzado en estos tres años, porque el socialismo es un humanismo político, no un cachondeo, que es lo que ha sido hasta ahora aquí en nuestra maltratada ciudad. 

La situación de rechazo hacia la autoridad municipal ronda hoy el 80%, donde se generaliza, y afecta por banda también al gobierno regional y nacional, y al colectivo militante tigrense para que nos cobren este desastre municipal en abril del 2013.

Tengo que añadir  una frase muy popular no aplicable a la inversa, de este desatino municipal: ¿'lo revolucionario es lo personal, para el enriquecimiento soez'?, ¿que es lo que se ha venido aplicando en este municipio, de eso que ellos entienden por socialismo? ¿Por qué no se renuncia al cargo cuando uno sólo lidera el desastre? ¿Por qué hay dirigentes que se ponen de parte del poderoso, en lugar de ponerse de parte del pueblo? ¿Por qué se mantienen programas de televisión que atizan el rechazo popular, con cargo al presupuesto municipal?  

¿Se habrá dado cuenta el PSUV de esa calamidad que fue en mala hora para el Tigre, el  ex-alcalde Ángel Godoy, el llamado capitán del cambio?, no hay nada mas patético por los ataques, que el apelar al conocido ‘complejo de Casandra’.  Es  muy fácil de entender: ¿será para salvar la imagen, el prestigio, el futuro personal, las influencias, la vanidad estúpida del fracaso a cuesta, el no querer rectificar? No hay otra explicación.                                                                  

Se hecho de la política algo meramente personal, y ecoica. No hay que dejar arrastrarse por los pelos  como un animal cualquiera, pero hay que tirar todas las críticas posibles, corriendo todos los riesgos. Si alguien de arriba logra frenar a tiempo la derrota que se nos viene encima, entonces la militancia les creerá. Entonces sabrán lo que es estar de este lado de la revolución bolivariana. Hay que apartarse de los discursos insulsos y vacuos, y de tres derrotas en el municipio en tres años del 2008 para acá,  las alarmas están prendidas.

Percasita11@yahoo.es 

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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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