Quiero comenzar este artículo expresando una reflexión que escucho frecuentemente hasta como adivinanza, y que cobra cada vez mayor fuerza en las comunidades. Aquí se las manifiesto textualmente, incluso, intentando plasmar el énfasis, el fervor y la convicción con que lo hace la gente en la calle: “Por los papeles, por los papeles, el gobernador del Zulia es Pablo Pérez; pero ¿quién hace la gestión? La gestión la hace Arias Cárdenas… y si la gestión la hace Arias, ¿quién es el gobernador?: Francisco Javier Arias Cárdenas, ahí no hay tutía”.
No admitir esta realidad que está ante los ojos de todos y que muy bien interpreta la gente en la calle sería una estupidez; desde hace mucho Pablo Pérez dejó de ser gobernador del Zulia. Primero se sumó a la jornada electoral de las Primarias embebido por el anhelo de competir con el presidente Chávez y perdió como era de esperarse; luego se marchó de vacaciones de carnaval y al regresar se fue a España, en su titánica labor de jefe de campaña de Henrique Capriles Radonski en esta región. Aunque a decir verdad, este viaje yo particularmente se lo justifico, porque solamente en Europa podrá vender a ese viejo copeyano como candidato presidencial de Venezuela.
A Pérez se le ve en el Zulia muy esporádicamente, y cuando está es porque anda promocionando a Capriles Radonski; recientemente luego de la larga ausencia por los motivos que acabo de mencionar, inició un recorrido junto al candidato de la derecha por la Costa Oriental del Lago; lamentablemente para ellos, lo que hicieron fue encontrarse con lo que ya es común en esta región y el país entero: las casas que entrega Arias Cárdenas en el marco de la Gran Misión Vivienda Venezuela.
Allí se toparon con la diferencia que implica la revolución aunque seguramente no la quisieron ver. Quien gobierna es Arias. Lo vemos por todos lados, además de la entrega de viviendas, está pendiente de Mi Casa Bien Equipada, de la Misión en Amor Mayor, Saber y Trabajo, Mercal, Pdval, Barrio Adentro, en fin, resolviendo los problemas más apremiantes de la comunidad. Lo vimos en Santa Bárbara, al Sur del lago de Maracaibo, observando y decidiendo en torno del derrame de petróleo al Río Catatumbo, tras la voladura de un oleoducto de Ecopetrol en Colombia.
El primero que debió llegar a Santa Bárbara fue Pablo Pérez, pero el más eficiente y obediente soldado de Capriles Radonski –tal cual el mismo se define-, en lugar de dar la cara, abandonó al Zulia y se dedicó por completo a defender lo indefendible, porque repito: ¿cómo hacer para vender al candidato del imperio en Venezuela?
El comandante Arias tuvo que encargarse entonces del estado. Así lo asumen los zulianos, que sienten su presencia, ven su labor, su entrega, vocación de trabajo; de allí que debemos seguir dándole nuestro apoyo por el bien de esta región.
Me escucho con la periodista Mariela Quintero por Romántica, 92.5, en el programa “Los Elegidos”, de lunes a viernes de 12.15 del mediodía a 1.00 de la tarde.
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