“Tres clases hay de ignorancia: no saber lo que debiera saberse, saber malo lo que se sabe, y saber lo que no debiera saberse.”
François de La Rochefaucauld…
Una de las malas señales, de muy baja estofa en la calidad cívica, del debate político, que esta haciendo mella en la revolución bolivariana, precisamente se da cuando, se utiliza el ‘chisme maligno’ en la confrontación de ideas. El intentar difamar y ridiculizar, en vez de argumentar, para rebatir argumentos vs argumentos, es no saber de política. La descalificación ‘majunche’: conocida como la recurrente ‘falacia ad hóminen’, que suele ser el recurso más "fácil", que se utiliza cuando, se quiere involucrar a terceros, que no tienen velas en este entierro como esta falacia: “Mario, no es que debemos hacer leña….) ¿Hacer leña de quien? ¿ De Tarek?
La denominada "falacia ad hóminem", es una manera de descalificar una opinión, y en el periodismo, los enanos mentales malas copias de Goebbels, las intentan utilizar como táctica de comunicación. Intentar sostener que mi tesis en la defensa de la gestión de gobierno de Tarek William Saab no es válida, por "algo" cuestionable que difaman sobre su persona, y no sobre la tesis por la que la defiendo. Así, se intenta desacreditar el argumento que no le gusta ‘al empresario majunche de marras’ o/a el general ‘panga-panga’, apelando a espadachines; en vez de dar ellos directamente la cara, y asumir su barranco. Al utilizar antecedentes calichosos, vínculos antepasados de la derrota parlamentaria del 2010 en Anzoátegui, en vez de refutar los argumentos de mis artículos con lógica. Esta es la medula cagalitrosa de la "falacia ad hóminem", que se utiliza en mi contra, y que me hace utilizar estos epítetos, que no son de mi estilo, pero el irrespeto publico y privado que me hacen no los tolero, como si tolero la sana critica, por esto utilizo estos adjetivos.
El señor Simón Lacise, presuntamente, y por lo que describe ‘el polígrafo de la política’, actuando por mandato expreso del ‘empresario socialista’ del caso incomento, la emprendió contra este humilde columnista, por defender a uno de los gobernadores más exitosos de la revolución bolivariana, y que deben entender que el colapso eléctrico, de la vialidad, y de la salud etc. Se debe a que son competencias del gobierno central, como lo reconoció Hugo Chávez en Barcelona durante el mitin del 12/07/2012, pero nadie le critica a Chávez, el error de haber nombrado a una persona ministro de la electricidad, cuando ese individuo no sabia diferenciar entre una “cabeza e’ pescado, y un bombillo”, o cuando eliminó los peajes, que contribuyeron con el colapso de la vialidad en el país, por temor a que no los nombren para un cargo publico, no le dicen al presidente que eso fue un error garrafal. “Reza una máxima popular que se podrá cambiar el perro, pero el collar seguirá siendo el mismo". Yo fui unos de los críticos más duro de Tarek William Saab, y de Mario Silva García, como consta en los archivos de www.aporrea.org de estos últimos años sin llegar a caer en la descalificación Ad hóminem o de baja calaña. Otro ejemplo, fuera del entuerto cuando por mampuesto, se intenta descalificar mis opiniones que tienen una característica común: la referencia descalificatoria, y despectiva a la obra de gobierno de Tarek.
Cuando se alude a la penosa vialidad extra-urbana, se trata de excluir la responsabilidad del presidente Chávez en este caso cuando el públicamente lo reconoció, en el mitin de marras del pasado jueves 12 de julio en Barcelona. No hay revolución mi querido amigo, cuando no existe, la refutación de las posiciones, sobre los temas en cuestión con razonamientos amparados en la objetividad, la lógica y la verdad. Cuando se intenta deslegitimar el argumento, vía el ataque personal para poner en duda, la integridad moral del adversario es una aberrante falacia.
En un socialismo democrático, la opinión diferente no puede ser suprimida, por la censura, la cárcel o la agresión personal.
En cambio, si queremos construir una verdadera patria socialista, en el debate de las cosas de interés público, siempre se parte de la premisa de que existen opiniones diversas y legítimas. Esto supone el reto de respetar la discusión, aun cuando en lo personal no se respete al antagonista, que puede estar incluso en las antípodas más recalcitrantes del pensamiento propio.
A nadie le sorprende, que sean precisamente los debates que en modo más fuerte incorporan concepciones ideológicas, en aquellos en que menos argumentos, y datos objetivos pueden aportar, a la vez que ‘aportan’ la mayor cantidad de insultos personales o acusaciones fuera del contexto que se debate.
En una discusión ideológica siempre se busca ganar, pero nunca el persuadir. Quien desde una visión ideológica como este humilde opinador, que se suma al debate, no es para dirigirle su mensaje al supuesto destinatario que ustedes se imaginan, sino a los receptores pasivos, que es nada mas, y nada menos, que la opinión pública no militante (Niní) afecta al proceso bolivariano. Yo hago diálogos, no monólogos, y la prueba son los cientos de correos que recibo diariamente de ciudadanos venezolanos, y extranjeros del mundo entero. Esto me ha hecho enriquecer el conocimiento, sobre muchos temas, y no lo utilizo para aplastar al que piensa o actúa diferente mí. Aun cuando sea con palabras hirientes, como las que me han enviado a mi correo en estos días producto de esta controversia, por defender la obra de gobierno de mi paisano Tarek.
Postscriptum: Sobre el trillado tema de la derrota de las parlamentarias del 2010, estoy haciendo un trabajo, para que se sepa quien o quienes fueron, los reales culpables de esa derrota, si es que quieren echarle algunos ultrosos, la culpa a alguien…. Y no todos los días querer echarle ese ‘carro e’ mierda’ a Tarek William Saab, como lo quieren hacer muchos ‘tísicos intelectuales’, cuando abren el cajón de masticar, o cuando quieren echar paja o descalificar a Tarek con ese disco rayado. ¡Ahí les dejo esa pelusa para la próxima!
Percasita11@yahoo.es
