Aunque resulte contradictorio, en este particular proceso de transición al socialismo hay que visualizar las elecciones como una vía más para lograr "la radical supresión de la lógica del capital" y "la pulverización del estado burgués" (Presentación del Programa de la Patria 2013 - 2019).
Hay que ser realistas (no oportunistas): el poder popular ha avanzado, pero aún no está en condiciones de "desarticular las tramas de opresión, explotación y dominación que subsisten en la sociedad venezolana". Por lo tanto y mientras se trabaja para fortalecerlo, hay que aprovechar las elecciones para conquistar espacios claves de poder dentro del estado burgués, a fin de acelerar su destrucción desde dentro.
Tenemos que apoyar y aceitar la maquinaria electoral. El corto tiempo entre los distintos procesos no facilita el análisis de la dinámica comicial, ni tampoco alcanza para superar las deficiencias que inciden negativamente en esa dinámica.
Ahora bien, en Miranda tenemos una buena oportunidad de triunfo. Jaua es un candidato muy conocido y no debiera tener mayores dificultades para convencer a quienes votaron por Chávez para que voten por él. Los mirandinos sabemos que nos conviene pues conocemos la inseguridad, el abandono y los demás abusos y arbitrariedades derivados del enfrentamiento del gobernador perdedor con el ejecutivo nacional.
Además, aún tenemos presentes eventos inaceptables ocurridos durante las elecciones presidenciales. Entre otras cosas, vamos a planificar con tiempo la movilización de la fuerza motorizada hacia zonas populares del municipio Sucre, tanto para trasladar a votantes hasta los centros de difícil acceso, como para infundir respeto a los motorizados de la derecha fascista que amenazaron y agredieron a nuestros electores en las presidenciales.
Por una Miranda roja, rojita. No queremos un enemigo tan cerca, ni una Caracas dividida.