El antichavismo -o, quizás, el conservadurismo- siempre ha sido fuerte en el Estado Táchira. De hecho, en las elecciones presidenciales de 1998 la derecha ganó en seis (6) entidades: Amazonas, Apure, Delta Amacuro, Falcón, Nueva Esparta y Táchira. Curiosamente, en todas éstas el presidente Chávez logró la victoria el pasado 7-O con la sola excepción de la tierra de “Chucho” Corrales y Luis Felipe Ramón y Rivera.
Sin embargo, este fenómeno lo observamos en los procesos nacionales: además de las presidenciales de 1998 en las que la oposición ganó con el 48,95% y las de 2012, con el 56,22%, también se impuso en los Referendos Constitucionales de 2007 (Reforma) y 2009 (Enmienda) con el 57,31% y 57,35%, respectivamente. La única victoria holgada de la Revolución la obtuvo frente a Arias Cárdenas el 30 de julio de 2000: 11,12% fue la diferencia a su favor. Por 6.013 votos triunfó en el Referendo con fines revocatorios de 2004, y por 12.783 sufragios, la presidencial de 2006.
Ahora, en cuanto a la elección de su gobernador el comportamiento ha sido distinto. Al parecer, la “dirigencia” antichavista regional jamás ha gozado de la estima de las mayorías según se desprende de los resultados comiciales que se han producido en el marco de nuestra Constitución, a partir de 1999. En los procesos de 2000 y 2004 eligieron a Ronald Blanco La Cruz, postulado por el Polo Patriótico; y en 2008, por tan solo 6.483 votos, ganó el copeyano César Pérez Vivas en virtud de una división en las filas socialistas. Vea Usted que, del 57,31% obtenido por la oposición en 2007, Pérez Vivas apenas alcanzó el 49,46% un año después.
Para el próximo 16-D, el Gran Polo Patriótico presenta la candidatura del sancristobalense José Gregorio Vielma Mora. Muy bien visto por la misma oposición dados sus atributos gerenciales, el exsuperintendente tributario se enfrentará al poco carismático y torpe delfín de la antigua dirigencia socialcristiana que en la actualidad ejerce la primera magistratura estadal porque estuvo en el momento y lugar indicados como ha ocurrido a muchos otros dientes rotos que han alcanzado el poder político por cualquier cosa menos por su liderazgo y capacidad.
Pues bien, y a pesar del resultado del 7-O en esta entidad andina, las probabilidades de triunfo de Vielma pudiesen ser altas si logra –lo repetimos hasta el cansancio- cohesionar la base social de apoyo del presidente Chávez, por una parte, y si, como ha sucedido hasta ahora, los tachirenses deciden castigar la ineptitud del puntofijismo que allá ha logrado sobrevivir gracias a las disputas surgidas entre factores socialistas. Que así sea.
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