Debo confesar, con todo el dolor de mi alma, que la respuesta es, ¡si¡

¿Y que pasó con el Palomo?. ¿Por qué todavía no ha alzado vuelo?

Hay varios considerandos, antes de dar respuestas, a las otras dos preguntas:

1.-Estamos enfrentando a la práctica gubernamental contrarrevolucionaria, que durante 12 años ejecutaron, dos gobernadores identificados como “revolucionarios” y que fueron asimilados por el confort y la buena vida de la godarria merideña.-

2.-Que si alguna godarria en el país es agradecida, no abandona, ni traiciona a sus benefactores es la merideña. Ésta siempre le estará agradecida a estos gobernadores que la enriquecieron espléndidamente con contratos y no les tocaron ni un ápice de sus bienes adquiridos, a punta del trabajo esclavo desde la colonia.

3.-Los dos gobernadores, anteriores a Alexis Ramírez, se anclaron bien en la estructura del verdadero poder burocrático del Estado y colocaron sus piezas claves e inamovibles dentro de la administración pública y cuentan con su adherencia personal a toda prueba. Es tal que todos estos funcionarios se identifican mas “chavistas que Chávez”. Tocar a uno de ellos es como atentar contra el propio Comandante Supremo.

4.-El partido PSUV, a nivel del Estado Mérida (único caso que creo conocer), es lo mas parecido a una entelequia sin patas ni cabeza. Llegó a tal su descalabro, como partido, que su líder máximo fue y sigue siendo el anterior gobernador. Conocido como “Juan Charrasqueado”.

5.-Los dos gobernadores anteriores hicieron buenas relaciones con el tren ejecutivo nacional, que durante los últimos 14 años trabajó bajo las órdenes de Chávez, con los líderes nacionales del PSUV y con los militares compañeros de cuartel; en este entramado de conchupancias se establecieron relaciones de amistad y compadrazgos que tienen mucho peso a la hora de seleccionar funcionarios en la administración pública nacional y regional.

6.-No habiendo ningún mecanismo institucional, para la selección de personal de los llamados cargos de confianza, o 99, como se le conoce a los que cobran en nóminas paralelas, es muy difícil que puedan entrar a la administración pública los mas probos, los mas revolucionarios y los mas eficientes y más aún, cuando esas tres características son difíciles de encontrar en una misma persona.

Estos seis elementos, antes señalado, nos van a permitir responder a las dos preguntas iniciales:

1.-La Godarria, los dos gobernadores anteriores, la estructura del partido y la burocracia estadal tuvieron que aceptar a Alexis como candidato a gobernador porque lo impuso el propio Comandante. Sencillo. ¿Se entiende?. Un hombre que llega al poder con todo este lastre encima, es muy cuesta arriba que de buenas a primera, sea aceptado como gobernante y se le de todo el apoyo que es necesario tener para realizar una gestión exitosa.

2.-Si a eso le sumamos el continuo saboteo a su gestión, las insuficiencias presupuestarias dejadas por los anteriores gobiernos, además de la corrupción encontrada, mas las manos amarradas para poder actuar y limpiar de indeseables a la administración estadal; todo eso tiene al Palomo con plomo en las alas y es por eso que hoy le vemos caminar torpemente como si llevara todo el peso del mundo encima.

3.- Para hacer más penoso el calvario, los dos anteriores gobernadores, usando sus contactos y amigos en Caracas, lo están cercando nombrándoles funcionarios adeptos a ellos, en los puestos de Dirección de organismos regionales dependientes de la administración central (seleccionados por los Ministros).

¿Qué hacer para salir del atolladero?

El Apoyo a las iniciativas, para crear y fortalecer a un verdadero Poder Popular Organizado en el Estado Mérida, puede ser el ariete con el cual podría contar Alexis a fin de romper ese muro que hoy mantiene paralizada su gestión gubernamental.

Ojalá y así le pido al Comandante Chávez, ilumine a éste Tovareño con su sapiencia y sagacidad, (manso como la paloma y sagas como la serpiente) para que pueda sortear todos estos obstáculos, que yo en mi humilde opinión encuentro son los que le han impedido alzar el vuelo triunfal.