Aunque muchos acá en Ciudad Bolívar teníamos cifradas esperanzas en que la histórica capital bolivarense fuera la sede de los Juegos Panamericanos 2019, porque veíamos en ello una oportunidad para lograr el tan anhelado impulso de esta localidad, que para esa fecha estará conmemorando 2002 años del Congreso de Angostura, pensamos que no hay que desanimarse y las autoridades gubernamentales en vez de achantarse tienen que trabajar más duro para proyectar al terruño que ha dado tanto talento deportivo como el campeón olímpico Rubén Limardo, los hermanos España, entre otros, en una potencia deportiva y turística.
Diría el comandante Chávez nos dieron un balazo pero no nos tumbaron del caballo. Así que esta vez no seremos la sede de Los Panamericanos pero eso no significa que Ciudad Bolívar no deba transformarse y que muchas de las obras que fueron proyectadas pensando en la realización de los Juegos Panamericanos no se ejecuten.
Tengo entendido que Lima, quien ganó la buena pro para los Panamericanos, ofertó buena infraestructura deportiva, hotelera y excelentes servicios de transporte terrestre y aéreo, aunque no dudamos que hayan privado intereses políticos para echarle la partida para atrás a Venezuela. Tampoco descarto que el panorama hubiese sido distinto si el comandante supremo estuviera vivo; no dudo que les habría echado la partida para atrás a los peruanos ya que nuestro amado presidente tenía la capacidad de vender hasta lo invendible y de lograr lo impensable.
Ciertamente Ciudad Bolívar carece de infraestructura y servicios. La postulación para los Panamericanos generó toda una movilización que llevó a la planificación para la construcción de un moderno y espacioso terminal terrestre, vialidades, transporte de primera que no posee actualmente, así como imponentes instalaciones deportivas, una red de infraestructura hotelera, servicios de restaurantes, etcétera. Si la idea era convertir a la vieja Angostura en una urbe importante ¿Por qué no hacerlo? Para el 2019 estamos a tiempo. Pa’ atrás ni para coger impulso. Quien quita que en un futuro seamos sede de unos Olimpicos.