El traslado del General Figuera del Estado Lara a otra región, y el rebrote de las guarimbas en Barquisimeto son dos acontecimientos que parecen estar conectados, el día cinco de agosto en el este de la ciudad de Barquisimeto entre la avenida Lara y la avenida Madrid en la calle donde funciona un negocio de fármacos denominado Locatel, un grupo de aproximadamente 15 personas con la cooperación de algunos vecinos, colocaron barricadas de bolsas de basura y restos de árboles aparentemente sacrificados para este fin, tampoco olvidaron el aceite regado generosamente en la vía y los criminales alambres atravesados en las dos calzadas de la avenida Lara, con el objeto de degollar a cualquier persona que le tocare en mala suerte de transitar por ese sitio en una moto o bicicleta. Estuvieron manifestando violentamente desde la mañana de ese día hasta la noche, usando los ya conocidos elementos de agresión contra las fuerzas de orden público en este caso La GNB y la Policía Nacional.
El caso es que los ciudadanos larenses están sumamente preocupados, por el traslado, del General Figuera Comandante de la 14 Brigada de Barquisimeto, hacia otro destino profesional, en otra región del país. Porque reconocen que fue el General Figuera, genuino representante de la unión cívico-militar que apuntala a la Revolución Bolivariana, quien se enfrentó con autoridad y contundencia siempre en el marco de la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, respetando los derechos humanos de los ciudadanos, quien le puso freno a la acción delictiva de las guarimbas.
En momentos cuando la población se sentía desasistida, sin gobierno y sin dirección frente a la agresión que parecía ser aupada y protegida por las autoridades recientemente elegidas, quienes acababan de asumir sus cargos. Surgió la acción justiciera, de orden público y valiente del general Figuera, al frente de un excelente equipo de profesionales, que vino a enfrentar y poner orden en la situación plantada por los desestabilizadores. Fue él quien entabló juicio contra las autoridades de los municipios más afectados por la acción vandálica, para inducirlos a cumplir con el deber del cual habían sido investidos en razón de su elección como autoridades municipales, y que estos burgomaestres hacían caso omiso, o deliberadamente incumplían.
Fue un gran alivio para la población larense, encontrar en un funcionario del estado venezolano, tanta entrega, lealtad y decisión para procurarle tranquilidad y sosiego en una situación tan desconocida, como atentatoria contra su seguridad, como lo han sido las guarimbas, el ataque económico representado por la especulación, la escases artificial de artículo de primera necesidad, acaparamiento contrabando y bachaqueo entre otros delitos. Es por ello que la ciudadanía larense se encuentra muy preocupada, ante el vacío de autoridad efectiva que significa la ausencia del general Figuera.
Estuvimos ahí, con él en la batalla legal, para conseguir la decisión jurídica que ordenó al Alcalde de Iribarren a cumplir con sus obligaciones y mantener la ciudad limpia y sus fuerzas públicas defendiendo la tranquilidad ciudadana, cierto es que este burgomaestre no ha sido lo suficientemente diligente ni decidido para cumplir con su trabajo, pero la acción fuerte honesta y decidida del general junto a la acción consiente y ponderada del pueblo que no ha caído en la trampa de aceptar el reto a la violencia que le plantea la canalla opositora, lograron detener la espiral de violencia.
Es por ello que hacemos esta reflexión, ya que resulta sumamente preocupante que al conocerse la noticia del cambio del General Figuera Comandante de la 14 brigada en Barquisimeto, se recrudezcan las acciones desestabilizadoras, por parte de las guarimbas y el malestar que producen las colas inducidas para adquirir artículos específicos. Suerte, que en estos dos últimos días hemos visto, que en dos supermercados situados en el este de la ciudad, de una misma cadena de expendios propiedad de ciudadanos de origen portugués, están realizando las colas puertas adentro de sus locales, algo que limita la posibilidad de atentados a la gente acumulada en esos sitios, situación está que pareciera ser la razón del amontonamiento de personas en lugares propensos a atentados.
Sabemos que la población larense se sentiría muy contenta, si esta medida de traslado del general Figuera se pudiera aguantar o diferir por algún tiempo. Es por ello, que apostamos a que no sea trasladado el General Figuera por lo menos por algún tiempo prudencial, y si así no fuera, entonces reciba mi General Figuera un reconocimiento del pueblo barquisimetano. ¡Buen viento y buena mar!
¡Independencia y patria socialista y soberana!
¡Chávez vive!
¡La Patria sigue!
¡Viviremos y venceremos!