Esa es la conclusión a la que he llegado cuando ayer domingo de carnaval se me ocurrió acompañar a unos amigos que llegaron de Valera(Edo. Trujillo) a disfrutar de la feria anual que celebra la ciudad de Mérida.
Impresionante la cantidad de gente joven y de clase media con cavas de anime y plástico llenas de cerveza polar. Por primera vez no vi a la gente haciendo colas frente el mostrador de un kiosko de la Polar, sino que los jóvenes a lo largo de toda la Avenida, donde paseaban grandes grupos de personas, les llamaban la atención y le ofrecían en vasos de plásticos cerveza a Bs. 90.
Todos los que vendían comidas, pinchos, hamburguesas, perros calientes y bolsas de tostones eran gente joven. Nadie mostraba estar vendiendo productos alimenticios y bebidos por necesidad. Mientras ofrecían sus mercancías bailaban y reían con los clientes. Nada de comparsas, ni disfraces, ni carrozas….todo el mundo con un vaso de cerveza en la mano y contoneándose al son de la música que al momento pudiera llegarle a los oídos. Todos se veían felices, sobre todo las muchachas jóvenes que lucían sus botas y sombreros.
Estuve un tiempo de tres horas instalado frente a la Plaza de toros observando y comparando la actitud y comportamiento de la gente que estaba a mi alrededor y la que caminaba a lo largo de la Avenida. En ese tiempo sólo pude ver, reconocer y saludar a TRES chavistas. Creí que podría encontrar a otros, pero no tuve éxito.
En esta ciudad somos muy escasos los seguidores del chavismo y siempre da cierta cosa cuando uno lee en paredes y fachada de la Catedral las frases de: "MUERTE A LOS CHAVISTAS" y "COMENZÓ EL EXTERMINIO DE CHAVISTAS". En verdad no creo que esto llegue a suceder, pero de todos modos da mucho que pensar y más cuando uno fue testigo de la muerte a patadas, de alguno de los llamados "ESBIRROS DE LA SN" a la caída del régimen de Marcos Pérez Jiménez en el año 1958.
Uno de los que había asistido a la corrida de toros del día anterior, me comunicaba emocionado que había sido una tarde extraordinaria pues habían indultado a uno de los toros y la plaza casi se caía de lo lleno que estuvo. Me decía que tenía más de 30 años asistiendo a las ferias, desde que estudiaba en la ULA y nunca como ésta del año 2016. Sólo se ponía triste y amargado cuando le tocaba hablar de Maduro, Diosdado y de la situación catastrófica que está viviendo el país. Más o menos el 70% del tiempo lo ocupó en criticar y atacar al llamado Socialismo del Siglo XXI, al fracaso del régimen corrupto instalado por Chávez y a los sufrimientos que está pasando el pueblo por la escasez de medicinas y alimentos. Mientras hablaba, sólo permitía ser interrumpido cuando la chica Polar le preguntaba si quería otra para servirla en su vacío vaso.
¿El porqué el título de este articulo?. ¿Qué tiene que ver Lorenzo Mendoza con lo hasta aquí narrado?. Sencillo, el respeto y admiración que sentía la gente por Lorenzo Mendoza, dueño de la Polar y del 67% de toda la producción y distribución de los alimentos y productos del hogar era casi unánime. Lo percibían como un héroe que estaba luchando por proveer alimentos al pueblo, a pesar de los insultos, obstáculos y ataques que sobre él hacia el Presidente Nicolás Maduro al llamarlo "Pelucón" y otros agravios contra su persona.
El caso es que al observar que un nutrido grupo de personas, ven a sus victimarios como víctimas, que el dueño del licor que están consumiendo es su héroe y que no les importa estarse envileciendo para muy probablemente llegar a ser alcohólicos enfermos, me hizo comprender que aquí hay Capitalismo para mucho rato, que el Socialismo tardará en llegar y que quien realmente manda es el dueño de las mentes y no del que sueña con liberarlas.
Ave, César Lorenzo, los que por ti morirán en los mostradores, bares y licorerías pidiendo y consumiendo tu cerveza Polar, para sentir que están vivos, te saludan!. Al César lo que es del César.
