Tres sectores importantes de la vida política de esta región andina se encuentran viviendo una cuasi tragedia, la cual posiblemente desembocará en enfrentamientos donde reinará la violencia con motivo de los actos que anualmente convoca al pueblo tachirenses a marchar juntos para conmemorar el Día de los Trabajadores.
Las diferencias conceptuales, de intereses y de objetivos que en la actualidad son incompatibles entre las diversas fuerzas revolucionarias y el gobierno regional, han creado conflictos insoslayables que han provocado un quiebre de la unidad revolucionaria que con muchos sacrificios se habían logrado mantener frente a la derecha fascista que cada día se fortalece más en esta región.
Si comenzamos a fijar responsabilidades tendríamos que comenzar en primer lugar por el gobierno regional que preside Vielma Mora, a quien las cosas se le han escapado de las manos y no ha dado pié con bolas en cuanto a controlar el contrabando de extracción fronterizo, el terrorismo paramilitar colombiano y la gobernabilidad política en su Estado. Estos fracasos originados por la no coincidencias estratégicas en la consecución de los objetivos del Gobierno Nacional, ha llevado a un enfrentamiento permanente con los sectores organizados del Poder Popular, que como objetivos se han fijado construir El Socialismo Bolivariano del Siglo XXI.
Los Trabajadores Organizados en las diferentes centrales sindicales perciben al Gobierno Regional divorciado de las políticas sociales y económicas que desde Miraflores intenta llevar a cabo el Presidente Obrero. “Se acata, pero no se cumple”, parece ser el lema del gobernador Vielma Mora, trayendo como consecuencia innumerables desavenencias con el sector labora que apuesta al primer presidente salido de su seno. A esto se le suma las conchupancias con el sector más corrupto del PSUV que domina las estructuras burocráticas del partido.
Los muchos llamados colectivos chavistas, conformados por líderes comunales, amas de casas, adultos mayores, motorizados, jóvenes, campesinos, estudiantes y productores primarios se han sentido relegados, no tomados en cuenta y hasta hostigados por las instituciones burocráticas del gobierno regional y sienten que cada una de sus iniciativas y planteamientos no encuentran la mejor disposición para ser atendidas por parte de los entes públicos y de allí que han decidido no gastar más esfuerzos en seguir apoyando a quien no quiere que le apoyen.
Toda la situación anteriormente descrita, ha sido la que ha dado origen a este desencuentro que veremos patentizado en este Primero de Mayo, cuando en las calles de San Cristóbal se encuentren sectores que buscan lo mismo pero se perciben como enemigos irreconciliables.
Duele ver y sentir que por intereses mezquinos personales y en franca traición al legado del Comandante Eterno, estemos a punto de perder la gran oportunidad histórica de construir el Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, el cual es la única opción viable de lograr la máxima suma de felicidad posible para nuestro pueblo.
¿Asumirá el Gobernador Vielma Mora su responsabilidad por los hechos a acontecer en la capital del Estado Táchira, el próximo 1° de Mayo, como lo hizo el Comandante Chávez el 4F?.
Amanecerá y veremos.