Mi mamá cultivaba violetas

Valencia la de Venezuela es una zona que hierve, es tierra caliente y prodigiosa, es tierra fértil e industriosa, los valencianos somos vistos extraños en muchas partes de Venezuela y además nos burlamos de nosotros mismos. Decimos que tocamos tres veces la puerta, que saludamos con e l buenos días, que hay naranjas dulces aunque ya la zona de naranjas de Valencia fue urbanizada si orden alguno y nuestra caliente ciudad a veces en días de calor parece evaporarse.

Hace algunos años después de detener (en su hogar entre brandy y whisky de 18 años) a un alcalde pillo, ladrón, despótico, criminal de siete suelas y al dejar que su retoñito su "inocente" vástago se fuera del país con la cabuya y los reales de la ciudad, bien hace algunos años después de sufrir el tormento de un verdugo de ciudades, de pueblos, caseríos y barrios de mi ciudad.

Bien es "Hace algunos años" la ciudad o gran parte de sus ciudadanos eligieron a Cocchiola el dueño de una empresa o por lo menos socio de una gran empresa que trabaja con aserraderos, tala de árboles y convierte grandes bosques en trozos muy pequeños de madera que luego aglomera y vende, recuerdo que un grupo ecológico salió apoyando al chico que inocentemente vive de talar y lo que digo es dramático, la falta de congruencia hace que las historias de la ciudad sean el drama de la misma, veamos: http://www.noticias24.com/actualidad/noticia/19861/9-candidatos-en-valencia-renuncian-en-apoyo-a-miguel-cocchiola/

La verdad es que cultivar violetas con semejante calor es una tarea grande, muy grande y no en dimensiones es grande en el esfuerzo requerido, toman sol a cierta hora del día, se colocan a la sombra a otras horas, no se deben mojar sus hojas y tampoco sus flores, en días de lluvia se guardan bajo un techo o en un lugar que queden protegidas de la inclemente lluvia tropical, se les debe colocar humus de compostero en la raíz con una cuchara de madera y con mucho cuidado.

La ciudad poca suerte ha tenido el conocido como el "Negro Seijas" en su gestión se demolió el edificio del Antiguo Concejo Municipal para hacer un estacionamiento y también se acabó en su gestión o indigestión el antiguo Mercado Principal, ara hacer un mamotreto espantoso y flatulenta construcción. La ciudad se y sus destructores sin culpa alguna.

La gestión de Edgardo Parra o ALCAPARRA como se me ocurrió llamarlo para abreviara "Alcalde Parra" gozo de la complacencia, el silencio, la complicidad, la escrupulosa disciplina de todo el GPP, no sé si obtuvieron pan y sal, lo cierto es que le dieron muy duro y casi derrumban el Puente Morillo una construcción colonial de los años de la lucha de independencia, nadie resulto culpable, el Concejo Municipal y la Cámara Municipal de Valencia no sé si por complicidad, beneficios, sociedades se callaron la boca y esto es de todos los Partidos Políticos representados en esas instancias. Nada dijeron en la Universidad de Carabobo y los historiadores solo hablaron para que nadie los escuchara. Por cierto no creo mucho en las palabras de Marcos Meléndez quien no sé cómo se sacaría de la manga una respuesta digna de un merolico, veamos e impresionemos a todos: Sobre el tema, Marcos Meléndez indicó, que los trabajos de rehabilitación que se iniciaron recientemente en este viaducto marchan oportunamente, pero ahora posiblemente producto de los años en servicio de esta vía, las recurrentes crecidas del río Cabriales, el reciente movimiento sísmico registrado en la ciudad e incluso fallas que no eran visibles al estudio que se hizo han generado una fractura en el tercer arco que tiene la estructura. http://mx.globedia.com/incrementa-labores-ingenieria-solventar-fractura-arco-puente-morillo-parroquia-blas

La ciudad está desencantada y los políticos que han tenido bajo su dirección los destinos políticos de mi pueblo solo se han beneficiado de ella, manoseada en su vida cotidiana y expoliada de las finanzas o por lo menos mal invertidas.

Las violetas de mi madre hoy una señora de 85 años, la misma que hacia morrales para los hombres que tendrían que subir a las montañas de la patria, la misma que hacia fornituras con los lonas de camión o sea encerados, si las violetas de esa señora siempre florecieron y sus moradas flores llenaron de esplendor mi mirada de niño.

La ciudad requiere el cuidado de gente que la ame, así como mi madre cuido de sus violetas, mi madre está ahí y defiende el gobierno de Maduro, discute y argumenta, lee la prensa y ve las noticias y espera con tranquilidad que la tempestad deje pasar el sol.

Yo con mi dulce madre tengo algunas diferencias y respeto profundamente sus consideraciones, la quiero más allá de más allá y sé que es mi vínculo más cercano al pasado y nos respetamos, ojala y la ciudad se consiga una cultivadora o un cultivador de violetas que comprenda que se debe cuidar la planta y la flor, que esa es mi ciudad y quizás la de ellos, que los destinos no están en una tasca y si en el trabajo cotidiano. Valencia con V de Violetas o viceversa.

Ojala que la ciudad tenga suerte, la mirada está ahí donde debe estar en un pueblo al que me remito a la hora de mis dudas, a mi madre que es parte de este pueblo…



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Yuri Valecillo


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