Ciudadanos Gobernador, Fiscal Superior, Comandantes de la estadal de Carabobo y Municipal de Valencia Sus Despachos.-
Me permito saludarles cordialmente mediante este medio digital por considerar que es un mecanismo de bastante utilidad para las razones que me mueven tomar esta iniciativa, siendo la principal el poner en conocimiento de ustedes una situación que afecta a la ciudadanía valenciana y todo/a quien por distintas causas y necesidades tienen que hacer uso del transporte público, aunque me cueste creer que, siendo de sus competencias actuar de oficio y contando con los recursos técnicos, legales y talento humano al respecto, ustedes no estén al tanto.
Se trata de lo siguiente: Hay un individuo con unas facciones o características físicas naturales y otras por él colocadas (tatuajes y Pilsen en la cara demás partes del cuerpo y un corte de cabello alborotado) quien con la plena intención de causar pánico, se monta en las unidades de pasajeros, sí, así como mucho/as otro/as y de distintas maneras a quitarles el dinero a lo/as usuario/as. Éste particularmente, teniendo el centro de operaciones nada más y nada menos que las avenidas principales de Valencia, Lara, Cedeño y Bolívar Norte y en pleno día y tarde. Lo hace amedrentando al utilizar como medio de coacción gesticulaciones grotescas e intimidatorias que refuerza con lenguaje agresivo y de alto contenido soez del más vulgar y bajo la más impune amenaza que, sin discriminar personas se afinca principalmente contra las mujeres sin considerar edad; ahora, independientemente de las posiciones políticas que esgrime para ofender al ciudadano Presidente de la República y funcionarios judiciales en todas las instancias, así como proliferar contra las distintas fe religiosas en sus discursos, el tipo expone con toda claridad y sin tapujos que él es una lacra y por tal razón pide para comprar drogas.
Ciudadanas autoridades de Carabobo y Valencia, es bueno alertarles que este hombre en algunas ocasiones haciéndose pasar por loco, ha señalado que padece de alguna enfermedad o trastornos mentales, sin embargo, con su conducta muestra que se trata de una acción premeditada y consiente de su cometido, que no es otro que el atemorizar a sus víctimas hasta lograr paralizarlas para obtener un provecho económico mediante el despojo de bienes de las víctimas, quienes al no ver nada ni a nadie que pueda contrarrestarlo no les queda más remedio que acceder a sus pretensiones para evitar daños más gravosos; en tal sentido el caso no amerita hacer referencia al tipo penal que corresponde a la conducta de este malhechor, por lo tanto, tampoco se justifica ni bajo ningún pretexto tiene explicación, la omisión institucional.
Cabe una pregunta ante la consideración casi general de los afectados directos y los testigos involuntarios "aquí todo el mundo hace lo que le da la gana"; será realmente como se comenta constantemente "no hay gobierno ni instituciones que le pongan cota a esta y otras situaciones parecidas", como se señala por doquier en Valencia.
Señores gobernador, Fiscal Superior, Comandantes de la estadal de Carabobo y Municipal de Valencia, ojalá pudieran ustedes leer la presente o contar con alguien que pueda hacérsela llegar, pues, es de ustedes la principal responsabilidad de evitar una tragedia que cueste daños personales. Tienen la palabra.