He estado en muchos eventos regionales en donde se machaca hasta el fastidio, la condición de Anzoátegui como uno de los destinos turísticos más importante de Venezuela. Lo que así opinan, no dejan de tener cierta razón, si nos guiamos por el argumento que tienen para ubicarnos en esa condición.
Somos uno de los destinos turísticos más importantes del país, por la cantidad de personas que vienen a visitarnos en temporadas altas y la cantidad de dinero que estas visitas generan. Se muestran gráficos en los cuales uno observa, que los recursos generados por el turismo andan en casi en una proyección geométrica.
Esta muy asociada esta condición de destino turístico privilegiada de Anzoátegui con la red de hoteles. Hoteles y visitantes son una especie de binomio para estar en la cúspide del turismo en el país. Muy pocas veces, alguien se pone en el papel de restarle unos puntos a esta condición de destino turístico importante en función de los servicios básicos. No se ha tenido el tino institucional para medir, cómo un medio como el canal Caratal tan vulnerable, es una poderosa amenaza contra el sitial turístico importante que tiene Anzoátegui. Es una amenaza para esa condición de estado turístico y para lo que vivimos en la zona norte, que parece importar muy poco.
Si a la hora de preservar esta condición de destino turístico importante, pasa por sacrificar a toda la población, no hay dudas de que vale la pena sacrificar a toda la población. Para no ir tan lejos, Margarita se pensó como destino turístico importante y para ello era suficiente, construir grandes cadenas de hoteles, centros comerciales tiendas y muy poco importaba el servicio de agua. Nadie duda que Margarita sea un destino turístico importante y que esa condición ha llevado a que hoy existan pueblos en Margarita que pasan hasta dos y tres meses sin recibir agua por el sistema de tuberías.
Suena irónico decirlo, pero Anzoátegui y particularmente la zona norte del estado no es una excepción de estos "planes" turísticos sin buenos servicios básicos. Es más, en Anzoátegui no hay la idea de planes. Nunca ha habido la idea planes y esto no dice, que la idea de planes no haya reunido a personas con la preocupación de tener planes de desarrollo para el estado.
En el caso particular del servicio de agua en la zona norte de Anzoátegui, saciamos la sed, gracias a que en una oportunidad Pérez Jiménez construyo un canal para riego, que la IV República considero que no había que inventar nada con planes y debía usarse ese canal de riego como parte del sistema para alimentar a las plantas potabilizadora de agua potable para la zona norte.
Para los gobernadores de la IV República, que hoy algunos (aún vivos) se asoman como soluciones, no hubo censo poblacional. No tenían sentido los censos, porque la información que generan sobre población no sirve para nada. Los censos no movieron a imaginar el crecimiento de la población y de las ciudades.
En todo el trayecto de la democracia representativa en el estado Anzoátegui no hubo plan estadal. Institucionalmente no hubo capacidad para conocer con una simple copia de la proyección de la población que regularmente hace el INE, cómo sería Anzoátegui en el siglo XXI. Era suficiente el canal de riego el Caratal como elemento para alimentar el proceso de potabilización del agua.
La V no ha sido en ese aspecto distinta. Hubo un esfuerzo de formular dos planes estadales de desarrollo y se formularon, pero todo quedó en dos documentos sin ninguna importancia. Era mucho más importante para la zona norte, la construcción de un gran estadio de futbol para un evento deportivo, que luego poco se usa, que superar la situación del canal de Caratal.
Hace ya como 20 años, se realizó un esfuerzo con la formulación de un proyecto para comenzar a superar la etapa del canal de riego Caratal. Hubo en su momento aportes financieros, pero se continúo con la idea, que la zona norte del Anzoátegui se merecía todavía el canal de riego el Caratal para llevar agua hasta una de las principales plantas que suministra agua potable a Puerto la Cruz, Guanta, Barcelona y Lechería.
El sistema contenido en el proyecto, careció de voluntad política y aún con algo de recurso paso a una gaveta. Muy en el fondo, la IV y la V nos ven como si cada habitante fuera una mata de topocho, que necesita de un canal de riego para regarnos.
Los presupuestos que aprueban el Consejo Legislativo y los Consejos Municipales continúan "aprobándose" violando las leyes. No hay plan. No se aprueba un proyecto de presupuesto en función de un plan. No se aprueban recursos para un proyecto en función de un plan. No hay prioridades y la filosofía que domina hoy es la misma de ayer: como vaya viniendo vamos viendo.
Seguro o es muy seguro, que en algunos entes y órganos del Poder Público hubo preocupación por el colapso del canal Caratal. Ya reparada la parte que se dañó; el Caratal seguirá siendo suficiente hasta que colapse otro tramo o colapse todo el canal de riego. Suficiente para llevar agua hasta la planta potabilizadora, pero el riesgo no se reduce a un nuevo colapso en uno de sus tramos. Hay otros riesgos ocultos.
No está demás decir, que el canal de riego lo utilizan como piscina, auto lavado y tintorería.