Aristóbulo fue enviado al estado Anzoátegui como candidato a gobernador, a manera de ayudarlo en el sentido de que se preparase para su salida de la actividad política sin ningún tipo de problemas, pero este veterano de la cuarta se fue por la tangente repotenciándose en la entidad oriental dirigiendo toda actividad política y económica que se efectuara durante su administración, con un control tan férreo que muchos de sus seguidores lo daban como virtual candidato presidencial, especialmente en momentos que por el caso de Obama los negros estaban de moda. Esa creencia lo llevó a promocionar varias personas en función de esas aspiraciones. Entre ellas se puede mencionar a María Cristina Iglesias era empleada de Aristóbulo cuando fue alcalde de Caracas, había sido compañera de la Causa radical. Logra imponerla como ministra del trabajo, luego se la trae a Anzoátegui con el fin de hacerla diputado nacional, llegando después de la ambulancia. En la actualidad está en el olvido, pareciera que la mano del profe tiene un efecto contrario al Rey Midas. También había una muchacha de nombre Kira, a la que también quiso convertirla en parlamentaria, siempre por Anzoátegui, ante el fracaso no le quedó más camino que dejarla instalada en el ministerio de las comunas, aparte de eso como si no realizara actividad política no aparece en los medios de comunicación, teniendo una proyección bastante disminuida. En ese mismo ministerio trabajo en calidad de vice ministro un joven de apellido Cariaco, venia de ser escolta del alcalde Barcelona, posteriormente lo llevan a diputado regional y en los actuales momentos es presidente del Consejo Legislativo Regional, este si se quiere el peor error de Aristóbulo, la gente se queja por su actuación, no recibe a nadie, mal trata a los jubilados pagándoles sus salarios con retrasos. Para hacer algo se desempeña como una especie de asistente del encargado del Clap, repartiendo cajas de comidas. De legislar y supervisar al gobernador, nada.
Un ex alcalde que nunca fue dirigente político tuvo la suerte de tener como padrino al profe Aristóbulo, llegando a esa posición a pesar de perder la competencia interna. Eso quizás influyó mucho en su actuación, prácticamente menospreciaba a la gente, así era Guillermo Martínez. Ahora reaparece de muy bajo perfil como directivo regional, no declara pero actúa, pareciera tener miedo de las críticas si sale al ruedo o simplemente de la venganza del gran número de enemigos políticos que dejó. Con él trabajo Zelín Avendaño, era director general de la alcaldía de Barcelona, actuaba más bien como si fuese contralor por órdenes de Aristóbulo, el alcalde por su parte lo utilizaba muy bien culpándolo de las trabas administrativas. Hoy está completamente alejado de la política, supuestamente vive en Méjico. Otro ahijado del profe fue un ex alcalde de apellido Fuentes se dedicó a la actividad agropecuaria en una lujoso finca ubicada en las cercanías de Barcelona. Aristóbulo, definitivamente no tuvo suerte con sus protegidos, lo que nadie duda es que sea el personaje más veterano dentro del gobierno chavista, asegurando que de suceder una transición jugaría un papel protagónico, por aquello de saber saltar a tiempo del banco antes que se hunda, por su antigua militancia en otros partidos políticos de la cuarta.