Cuando Luis José Marcano inició su periodo, uno en buena parte sintió que por fin Barcelona podía tener una buena oportunidad de contar con alguien que atendiera la problemática de la gente. Básicamente por tratarse de un periodista, que por aquello de la búsqueda de la verdad se encuentra con la realidad, reflejándola con la sana intención de ayudar a resolver lo que se pueda, y lógico, mantener informada a la población. Resulta que al ser electo, el actual burgomaestre de la capital del estado Anzoátegui decía estar de manos atadas porque el alcalde anterior dejó la municipalidad endeudada. Ante esa situación comenzó a idear algo para hacer pensar que estaba trabajando, iniciando una campaña de reciclaje, hasta compraba kilos de plástico para incentivar a los ciudadanos, también pintaba muros y paredones con ese tema, escribiendo "Todo se puede reciclar". Mientras, las calles llenas de basura y cloacas desbordadas, claro no todo fue un fracaso, logró casi un milagro al reciclar a Aristóbulo Istúriz como protector del estado.
Después de Vallito Aristimuño, el actual alcalde se ha caracterizado por su honestidad, por supuestos con sus propias características, mientras Vallito desayunaba en las orillas de Maurica, donde Juan Fuentes sin hacer colas para disfrutar del Pargo preferido. Luis José desayunaba y almorzaba donde Cueche, con aire acondicionado quizás recordando sus tiempos de ministro en Caracas. Pero no basta con ser honesto, hay que hacer obras, preocuparse por la superación y mejorar el estilo de vida de los hombres y mujeres que conforman la sociedad barcelonesa, específicamente del municipio Simón Bolívar. Tampoco basta con lograr que Samuel Martínez y Augustico, en sus programas radiales hablen bien del alcalde Luis José Marcano, criticando a los directores, acaso olvidan quien los nombra y supervisa. Por favor no ofendan la inteligencia del ser humano
Es inconcebible que la gran y única obra del alcalde de Barcelona sea la desaparición del rio Neverí, la inmensa cantidad de Bora cubre por completo sus aguas. Da lástima que ni siquiera para eso exista vocación de servicio. No me atrevo a afirmar que este joven burgomaestre salió de la presidencia de Venezolana de Televisión y del Ministerio de Información por incapaz, pero en Barcelona no ha demostrado capacidades gerenciales. La ciudad es un caos, hay comunidades que se quejan por tener un mes sin agua, la luz se va continuamente, en los expendios de gas solo leemos avisos que dicen "No hay gas". El desempleo y el hambre reina en el municipio, niños de 4 a 6 años salen a tocar puertas pidiendo le den algo de comida. La mayoría de los policías están pendientes de abusar y matraquear, el caso del corresponsal del canal VPI, fue una pequeña muestra de lo que sucede a diario, intimidarlo, golpearlo, quitarle el teléfono, obligándolo a borrar las imágenes es un total irrespeto a la dignidad de la persona humana, y en donde queda la libertad de expresión en un municipio donde el alcalde es periodista. No basta con devolverle el teléfono celular a José Albero Ramírez. Ni es cuestión de destituir al policía, la solución de Barcelona, si le queda algo de vergüenza y conciencia al alcalde Luis José Marcano, es que presente su renuncia inmediatamente.