El actual deterioro industrial, comercial y social de la frontera venezolana, es consecuencia del cierre de los pasos fronterizos decretado por el presidente Nicolas Maduro parcial en agosto 2014 y total el 21 de agosto del 2015. Medidas que no resolvió ningún problema sino crearon algunos y muy graves. Obvio que la pandemia se ha hecho sentir, pero no inicio nada, solo agravó lo generado por esos cierres.
Voceros empresariales de Fedecámaras Táchira, Cámara de Comercio de San Antonio, Gremios de transporte pesado o de pasajeros, agentes aduanales y de otros servicios advirtieron en meses posteriores al cierre, fin del 2015, 2016 y años subsiguientes de las pérdidas que les ocasiona esta acción gubernamental. Más del 70% de las industrias cerradas y las que no, solo laboran con el 20% de su capacidad. El Comercio cerró en 80% y los que trabajan lo hacen con su grupo familiar, pues los ingresos no permiten reponer inventarios, ni pagar empleados, esta descripción es clara; destrucción de lo que era la fortaleza de los municipios Bolívar y Ureña.
.Las pandemias, no solo han significado angustias y penurias a las familias, sino como ocurre con el COVID 19, han incidido en el desenvolvimiento de las sociedades. Una de las más impactantes ocurrió en el imperio bizantino, Peste de Justiniano nombre del emperador. En meses perecieron cuatro millones de personas, descalabró el sistema económico, desmembró al ejército. Esto último facilitó que los bárbaros entraran a Europa, lo que constituye una de las causas del fin de la Antigüedad y el inicio de la Edad Media, es una muestra de la fuerza omniabarcante de las pandemias o pestes.
La actual pandemia se ubica| como una de las más devastadoras, pues ha hecho presencia en todo el planeta. Muchos serán los cambios en lo laboral, político, cultural, tecnológico y social. En cuanto a las relaciones internacionales, se observa que el acercamiento que ha generado entre las familias no se ha dado entre los países. Esto es reflejo de la situación internacional actual, caracterizada por tensión y falta de equilibrio como efectos de la nueva guerra fría entre China y EE.UU que se inició en el 2019. Pero ya el fin de la globalización y la crisis del 2008, habían abierto el camino para esa reducción de la cooperación y el debilitamiento de la multipolaridad. Signos de esa situación son: el Brexit y otras tensiones en Europa, las sanciones arbitrarias de Donald Trump a varios países, Venezuela Rusia, Irán y otros. También: la paralización de Unasur, la salida de Venezuela de la OEA, la desaceleración de la CELAC.
Una pregunta necesaria es cómo será la post pandemia entre Colombia y Venezuela y en la frontera común. La deseamos, de acuerdos para el bienestar de colombianos y venezolanos. Pero podría ser distinta, pues los presidentes Maduro y Duque, cada 15 días, repetirán su guerra twitera, a eso contribuye que sus gobiernos están en las coordenadas de los factores que encabezan la nueva guerra fría. Duque en una tradición de Colombia de cercanía a EE.UU. desde 1902, estará en sus restantes 19 meses de mandato con Washington y Maduro abriéndose espacios mantiene alianzas estratégicas con Rusia y China. Ante ese escenario colombo-venezolano que estimamos muy probable proponemos una línea de doble acción, práctica muy común. Cuba y EE, UU en casi 60 años de bloqueo, mantuvieron relaciones públicas de enfrentamiento político y al mismo tiempo negociaciones secretas. Igual EE.UU. y Vietnam durante la guerra (1955-1975) que sobrellevaron, al mismo tiempo se reunían en Paris. Entre Venezuela y Colombia la suerte nos ha endilgado una guerra verbal, el presidente Maduro propuso en marzo pasado a Duque dialogar, este no aceptó. Aunque no estamos en guerra militar, con el pesar de quienes venden armas (EE.UU, Rusia) los primeros del mundo) y quienes reciben comisiones, pues se propician guerras para vender armas.
La vida de frontera no tiene los ciclos quincenales de las polémicas de Duque y Maduro, los niños van a sus escuelas diariamente a las 7 am. Igual los trabajadores o las visitas familiares, las de compradores de alimentos y medicamentos o venezolanos emigrando o retornado a su país. Sugerimos que los mandatarios establezcan una doble línea: enfrentamiento estratégico y público, pero con flexibilidad táctica en la frontera común. Lo que se traduciría en acuerdos para que se desarrollen relaciones fronterizas de emprendimiento social, económico político y familiar.
Otros tema; es perentorio resolver la contradicción que significa, la existencia de una zona industrial, de las más importantes de Venezuela, como Ureña, pero al mismo tiempo, igual que en la ciudad de San Antonio con barrios donde hay niveles de pobreza superiores a los de San Cristóbal y todo Táchira, y de los más altos del país.
Los voceros del gobierno nacional en reuniones con empresarios del Táchira han planteado como actividad organizacional y espacial para San Antonio y Ureña las Zonas Económicas Especiales ZEE decretadas por presidente Maduro en el año 2014, pero con fracasos en los intentos de instrumentación. Ahora se le agrega la f de fronteras ZEEF. Pero surgen estas preguntas: Cuales tipo de ZEEF se instalaran, Zona Franca es distinta a Puerto Libre y así otros 10 tipos más de ZEE. ¿.Cuáles empresas se incorporaran y las que no? El estado, no tiene finanzas, están hechas las pre negociaciones para la IED Inversión Extranjera Directa y las garantías debidas a las mismas? La producción y el comercio necesitan reapertura del aeropuerto de San Antonio. Se abrirán los pasos fronterizos?.. Se reducirán los cierres con la alta frecuencia existente ahora?.. Se suprimirá la inclemente extorsión en las 16 alcabalas en la ruta a Caracas..?