En las pasadas elecciones regionales había dirigentes que sin importarles para nada el destino del país, apostaban a la derrota, con la intención de aparecer luego ellos como los salvadores y verdaderos líderes. La primera persona que tenía hasta un plan preparado para la fecha fue María Corina. Casi al día siguiente de los resultados propuso la elección de los nuevos liderazgos.
Estrategia más bien trazada por Jorge Rodríguez para dividir nuevamente a la oposición desde sus raíces con las consecuencias conocidas dejadas en estos enfrentamientos. Esto no es más que una ilusión fuera del contexto de lo que estamos viviendo, siendo lo extremadamente importante quien dirigirá esos comicios. La fundadora de Vente al crear la propuesta manejará el proceso dirigido a convertirla a ella en jefa de la oposición.
Nadie se puede imaginar que esta idea es para colocar a otra persona a dirigir los destinos de las fuerzas que enfrentan a Maduro, apartándose ella a un lado. Si eso es difícil, peor será en las regiones, donde los resentidos y ambiciosos de oficio buscaran el control de los estados. En Anzoátegui el coordinador de Vente a sabiendas de su escasez de liderazgo siempre buscó ser diputado suplente.
Entendía que estaba desgastado por venir de otro estado jubilado del Consejo Legislativo Regional, y como exgobernador. Siendo por lo demás un completo desconocido. Con la salida del diputado principal al exterior, el caballero la pegó, se montó en su curul y en Caracas inventó una fracción con los parlamentarios de Vente y disidentes de otros partidos.
Podrá pensar alguien que ese comunicador no va a manipular para convertirse en amo y señor de la oposición en esa entidad federal. Aplicó su habilidad lisonjera para convertirse en vocero de esa organización, al igual que una vez utilizando esa misma habilidad y un programa de televisión ofrecía sus servicios como asesor electoral. Y al perder quienes los contrataban, decía públicamente que no entendía lo sucedido.
Desafortunadamente para la consolidación de la democracia existen otros personajes que también tenían su plan de ataque después de las elecciones. Hay una señora familiar del gobernador recién electo, que anda dictando talleres de ciudadanía por toda Barcelona y Lecherías, preparan grupo de jóvenes para que se incorporen a la lucha política.
Uno no sabe si aspirará ser heredera del gobernador Marcano dentro de cuatro años, porque si a esa vamos los lazos de compromiso político de este funcionario están elevados a la enésima potencia con la alcaldesa de Barcelona, con la salvedad que el gobernador juega a seguro. No apostará a una ciudadana que dice ser muy inteligente pero es incapaz de ganar la junta de condominio donde reside.
En el estado Anzoátegui hay otros que aparte de no participar jugaron a la derrota. Un hijo del exgobernador Otto Padrón Guevara quien no mueve un dedo en actividad política, ahora le ha dado por ser asesor consejero de la oposición vía internet. Ese no viaja a los municipios, mucho menos visita un barrio. Es de la escuela de Barreto Sira. Sus credenciales son ser hijo de papá. Busca que le regalen la jefatura de AD en la entidad federal.
El Psuv no se queda atrás, los que apostaron a la derrota de Marcano, juegan ahora al fracaso de esta administración, arremetiendo también contra Sugey Herrera Burgomaestre de la capital del estado. El grupo lo encabezan los exalcaldes Guillermo Martínez y la Negra Inés. Sueñan con que Maduro elimine al Psuv, volviendo al movimiento MBR 200, entregándoles a ellos las riendas de esa organización.
