La interpretación del profundo silencio del Comandante

El destino y la vida tienen sus páginas llenas de muchas casualidades, que al momento de contarlas se nos convierten en mentiras interpretada o engaños cotidianos, es decir, quien nos escucha las escusas por haber faltado a una cita, nos cree mentiroso, por lo que las casualidades "están demás" y así digamos la verdad, el que escucha va siempre a creer que mentimos.

El día de ayer estuve a poca distancia de nuestro comandante en jefe HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRIAS, pero circunstancias ajenas a mi voluntad, me hicieron retornar a mi casa para solventar los problemas, en palabras simples y sencillas marginales, me quede sin gas y tuve que ir a comprar leña para completar la manufaccion o elaboración de la comida dominical, es decir, la sopa…que por cierto están vendiendo las bombonas de gas a 7ºº Bsf en unos depósitos clandestinos en la parte sur de la parroquia Santa Rosalía OJO señor jefe civil de la parroquia…dominical.

Por pertenecer a la reserva militar fuimos designados para prestar apoyo en las inmediaciones del Palacio de Miraflores y por ese hecho estábamos muy, pero muy cerquita del comandante, aunque separados por los muros las escoltas y toda la parafernalia y dispositivos de seguridad, que debe tener nuestro comandante, pero me sentía muy cerca de él… toño esta frase me sonó cursi… y ese simple hecho bastaba para sentirme feliz.

Pero una vez que llegue a mi casa y resuelto el problema del gas, me dispuse a escuchar la alocución o el discurso de mi comandante en jefe HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRIAS; y créanme que, en 16 años viendo y escuchando a mi comandante primera vez, en mi vida que siento, que el silencio hace llorar, y que el silencio de por sí solo, llora. Ayer nuestro comandante con un silencio que duro aproximadamente un minuto, nos dijo muchos más de los muchos discursos que tiene de larga duración y luego al referirse al amor de su vida, nos transmitió con un silencio mucho más corto, la inmensa pena que lleva por dentro, no es cuento, lo que he venido manifestando desde hace tiempo, las angustias de nuestro comandante se le ve en el rostro, solo que por nuestra mezquindad, no nos percatamos de las angustia de HUGO CHÁVEZ y solo buscamos nuestra propias satisfacciones, sin saber de cómo se lleva el dolor a escondidas y el silencio, aunque ningunas de ellas la pueda ocultar.

El jefe hoy más que nunca nos necesita, pero su condición de jefe de estado no le permite manifestarlo a viva voz, es a los que creemos en él que nos compete hacerle la vida más llevadera, y hacer los esfuerzos necesarios para que las angustia por su pueblo a quien ama, le sean aliviadas.

El silencio de nuestro jefe es fiel reflejo del hombre que ama con el alma y que llora con el corazón, porque sólo de amor se muere en silencio.

Hasta la victoria; siempre

CHÁVEZ, SOCIALISMO O MUERTE

¡VENCEREMOS!



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Jesús Chua Espinoza


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