En el correr de los nueve años y medio del gobierno del presidente Hugo Chávez, se han concertado nueve instancias electorales, estableciendo un record a nivel regional. Hoy nuevos actores participan en esta nueva instancia, con perfiles propios. El PSUV con un año de vida, la Alianza Patriótica en alianza con la propuesta bolivariana, para evitar la dispersión de candidaturas, el bloque de oposición con variadas candidaturas y el disidente PODEMOS, apuntan sus campañas para obtener la mayoría de Gobernadores y Alcaldes.
La realidad política venezolana ha sufrido muchas presiones internacionales, la principal es la intensa campaña de EEUU y Colombia para vincular al mandatario venezolano con las FARC y con el narcotráfico, con el objetivo de aislar su gobierno a nivel regional e internacional. Sus propuestas han sido adoptadas por la oposición, como caballito de batalla. Sus discursos proselitistas son el reflejo de su incapacidad política, se manejan con los mismos esquemas, con las mismas figuras políticas, la renovación y las ideas estas ausentes.
El nuevo proceso electoral podría estar signado por el abstencionismo
El abstencionismo ha jugado un papel determinante en las elecciones para la Asamblea Nacional (máximo organismo legislativo), como para las actuales elecciones regionales, siendo este un hecho histórico en la democracia venezolana. Los votantes solo acuden mayoritariamente a votar por el candidato presidencial, lo que denota la falta de comprensión de la importancia de los poderes a nivel nacional o regional, que son las instancias donde los ciudadanos deben acudir para resolver las mayorías de sus problemas.
Para muchos, esta nueva instancia electoral definirá la correlación de fuerzas. Muchos sectores de la oposición; creen que la no aprobación de la reforma constitucional implica un desgaste del proceso bolivariano, su tesis es ganar la mayoría de los cargos en la regiones, para dentro de 2 años poder acceder a la Asamblea Nacional, a la cual no se postularon en las elecciones anteriores, todo en el marco de una campaña de desestabilización de Venezuela.
Para el PSUV y el presidente Chávez, esta instancia es de suma importancia para lograr consolidar un apoyo masivo en las regiones a sus candidatos, tratando de vencer el fantasma de la no aprobación de la reforma, así como el alto abstencionismo de sus filas en esta instancia. La propuesta de llevar los candidatos a sufragio directo, da cumplimiento a la propuesta presidencial de elegir por las bases, siendo un fenómeno nuevo en la política venezolana.
Lo novedoso en la elección de candidatos del PSUV
Cada postulante a los cargos regionales envío su candidatura vía Internet, para ser elegidos en una jornada cívica el domingo 1 de junio, en la cual aproximadamente 2 millones y medio de personas decidieron sus candidatos, en elecciones primarias socialistas, a gobernaciones y alcaldías. Dieciséis de los postulados a Gobernador, obtuvieron la candidatura directa al obtener 50%+1 de los votos escrutados, o 15% de diferencia con respecto al segundo contendor. Sólo algunos cargos a gobernador, pasarán a la evaluación posterior, debido a que no lograron según los dos mecanismos anteriores, los votos requeridos.
Las postulaciones a 22 estados en Venezuela por el PSUV, mostró una nueva tendencia en la renovación de sus filas, solo cuatro candidatos elegidos podrían ser reelectos a sus respectivas gobernaciones. Se trata de los estados Anzoátegui, con Tarek William Saab; Bolívar, Francisco José Rangel; Miranda, Diosdado Cabello y Monagas, José Gregorio Briceño Torrealba.
Otras figuras del proceso bolivariano lograron su postulación, entre las más destacadas, el hermano del presidente, Adán Chávez en Barinas, el Gral. J. García Carneíro en Vargas, el exvicepresidente Jorge Rodríguez en el Municipio Libertador de Caracas, en la Alcaldía Mayor Aristóbulo Istúriz, y en el Municipio Petare el ministro Jesse Chacón.
En el programa En Confianza, de Venezolana de Televisión, conducido por el periodista Ernesto Villegas, el analista político Germán Campos calificó “a las elecciones de base del PSUV como una experiencia extraordinaria que generará implicaciones políticas a mediano plazo”.
“Fue un proceso de posibilidades mucho más ciertas, en el sentido de que se evita el temor del riesgo y de la fractura del partido. Fue una experiencia extraordinaria, esto tendrá implicaciones en la política a mediano plazo”, dijo Campos.
Indicó el analista político que “la experiencia que vivieron más de dos millones de venezolanos, que se identifican con el proceso revolucionario, fue la demostración de la capacidad de escoger a sus candidatos a gobernadores y alcaldes desde la base, quienes se medirán en las elecciones regionales de noviembre próximo”.
La oposición se maneja con el esquema de las cúpulas partidistas
Los principales partidos de oposición, acordaron en enero del 2008 llevar candidatos únicos a estas elecciones regionales. Cada grupo político escogió a sus aspirantes, y según lo acordado, la selección final se haría sobre un consenso o basándose en encuestas privadas, proceso a culminar según sus voceros a fines de junio.
La oposición tiene en su mira nueve gobiernos regionales, ganar en su bastión del Zulia (zona petrolera), Miranda y Aragua (con el aporte de PODEMOS), los estados fronterizos de Colombia, El Táchira y Mérida, además de la alcaldía metropolitana de Caracas y cuatro de las cinco municipios de la zona del este, en las que se divide la capital, según los sondeos.
Los nuevos actores de esas elecciones, son el disidente Podemos, como el Gral. Isaías Baduel que intenta ser un líder de la oposición, Podemos aspira reelegirse en los estados Sucre (este) y Aragua (centro), y en la alcaldía de Barquisimeto, donde hará campaña por Marisabel Rodríguez, ex esposa de Chávez, devenida en acérrima enemiga del proceso bolivariano, este partido se ha mostrado su intención de apoyar a algunos candidatos opositores.
En este escenario se espera una reñida campaña electoral
Muchos analistas y consultoras políticas reflejan un desgaste de los votantes, luego de 10 años de distintas instancias electorales, se estima según estas fuentes una participación electoral de alrededor de 60%, similar a la de anteriores comicios de este tipo, lo que refleja un 40% de abstencionismo.
El otro factor que participa en esta elección, son los intereses de EEUU y su aliados regionales, que juegan un papel desestabilizador en manos de la oposición venezolana, reflejado en los discursos y en la campaña sucia de los medios privados de prensa. El constante intento de realizar actos y marchas para enrarecer la vida política, tratando de dar una imagen de descontento político y social contra el gobierno venezolano.
Por su parte el PSUV y la Alianza Patriótica que fungen como la mayoría en la Asamblea Nacional, enfilan su trabajo a lograr su mayoría en los estados y las regiones, apostando a sus candidatos elegidos de manera democrática y por el voto, en contraposición a la oposición que aplica los acuerdos de cúpulas. El 43% por ciento obtenido, en la única derrota electoral habla de un proyecto que no ha perdido apoyo, sumado al 57% de las encuestas que apoyan al presidente Chávez.