El 1 de junio fuimos esperanzados a un proceso interno dentro del PSUV aún en contra de las recomendaciones que nos aconsejaban no participar por que estaríamos avalando un fraude, el solo hecho de que los testigos de mesa fueran designados por William Lara/ Wilfredo Roberti operadores políticos del montillismo avalaban esa conseja, dijimos no, el PRESIDENTE Chávez tiene cifradas esperanzas en este proceso inédito. Participamos, aún cuando yo particularmente no estaba de acuerdo con el proceso electoral por la base, mi planteamiento era que como era un proceso entre desiguales produciría heridas que serían difíciles de cerrar en 5 meses que nos separaban de las elecciones de noviembre con el riesgo de agrandar la brecha de la división y que era preferible que el dedo democrático del Camarada Presidente tomara la decisión. Pero participamos, con nuestra propuesta Revolucionaria y Patriótica, de profundizar la democracia, de decretar la guerra a muerte a la exclusión social y a la corrupción, aplicar la ley de tierras, revisar la zona franca de Paraguaná y de atender a las comunidades, el PSUV nos dijo nada de propaganda en la radio, ni prensa, ni televisión y fuimos disciplinados, y no nos preocupó que los otros candidatos utilizaran los fondos del estado para su promoción o utilizaran los fondos de las empresas del estado para su promoción personal, ni mucho menos nos preocupó un candidato que de repente apareció en el estado en una Hummer, con propagandas en radio, prensa y televisión, nada de eso nos preocupó, por que estábamos siguiendo las directrices de la dirección nacional. El primer campanazo fue en las primeras horas del proceso cuando en las mesas de votación quedaban solos los miembros de mesas, todos respondían a la tendencia de la social democracia oligárquica representada en nuestro estado por Jesús Montilla Aponte (si tienen dudas revisen su gabinete), la compra abierta de votos, la maleta mas grande llena de dinero que ha conocido el Municipio Bolívar la conoció el 1 de junio, nunca antes habían visto algo tan sorprendente, ni siquiera cuando Rafael Simón Urbina tomó a San Luis en el año 27, fue todo una mezcla de trampa con trampa y nosotros hicimos nuestro trabajo acatando las directrices de la Dirección Nacional. Nos derrotaron de mala forma, nos derrotaron con trampas y eso es algo muy difícil de tragarse, por que por que no somos iguales, el país que piensa Montilla no es el país que piensa el campesino, o el obrero en la fabrica, el país que piensa Montilla se parece mas al país que conocimos hasta el año 1999 que al país que está naciendo, que al país de todos, dirigido por todos y no por cúpulas o macoyas y nos derrotaron, de mala forma, por eso hay resistencia en nuestras filas a reconocer un triunfo de la viveza y la trampa, por eso hemos estado de bajo perfil, acusando el golpe recibido, pero como lo dice el título, el camarada Mao Tse Tung decía la dialéctica de la historia es luchar, fracasar, para volver a luchar, volver a fracasar, y así hasta triunfar.
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