“No es suficiente enseñar a los
hombres una especialidad.
Con ello se convierten en algo así
como máquinas utilizables,
pero no en individuos válidos”
Albert Einstein
Como veremos, he comenzado este segundo artículo sobre el fascismo de la oposición, terrible realidad cuando se trata de jóvenes que ignoran ser máquinas utilizables, porque el humanismo de este físico que produjo junto a Maxwel, Dirac, Borh, i otros famosos, la más grande de las Revoluciones Pacíficas que se hayan dado en la Historia -a fines del siglo XIX i principios del XX- lo que se llamó la Revolución de la Física Clásica, para los que ignoran que las grandes transformaciones del mundo no son las grandes guerras o los genocidios, sino cuando la inteligencia, la razón, la moral i la ética, intervienen en bien de la humanidad i no en prolongados perjuicios. Hai personas que pasan por la universidad, aprenden una profesión en la cual pueden llegar hasta ser brillantes; empero su circunstancia (recordemos a Ortega i Gasset en esto), su mundo, sus horizontes, son mui reducidos i no tienen ni un barniz de filosofía i por lo tanto de conocimientos profundos de la realidad que les toca vivir. Tal es el caso de la actual rectora de la UCV, cuyas declaraciones de ayer i la marcha que está por encabezar o presidir, demuestra que la podemos situar perfectamente dentro de la “ideología” nazi-fascista. I si es la encargada de regir en parte los destinos de los estudiantes de esa institución, no es de extrañar la “teoría de la acción” que manifiestan, con la violencia planificada, las agresiones hasta a la naturaleza i sobre todo su sumisión irracional a los mandatos del nuevo fascismo del Pentágono i la Casa Blanca, de donde acaba de salir un déspota, dictador i de escasa inteligencia, disminuida por el alcoholismo i la ambición del dinero a cómo dé lugar. Por eso, lo que tenemos en estos estudiantes gritones, sin discurso ni ideas (lo primero es derivado de lo segundo) sean la avanzada desestabilizadora de una nación que, por primera vez en su vida republicana, está transitando el camino del progreso como nunca i cumpliendo paso a paso la metas del milenio.
Sin embargo, es bueno insistir que el término ideología no es preciso,
que desde que se usó atribuyéndolo al filoso francés Destutt
De Tracy que lo creía “la ciencia de las ideas,” la palabra fue
transformada peyorativamente en los tiempos de Napoleón Bonaparte i
para muchos es un conjunto de ideas abstractas a veces sin mucha coherencia,
alejadas bastantes veces de la idea de justicia, porque partidos, asociaciones,
déspotas o demócratas, interpretada como ideas falsas por el marxismo
en la obra de Marx i Engel. Pero dejando un poco distintas interpretaciones,
se le conoce como ideas o postulados políticos que cada día es más
difícil de precisar, pero lógicamente son ideas que mueven a los hombres.
Empero, hemos visto que el fascismo supera las palabras o pasa por encima
de ellas i lo que vale fundamentalmente es la acción, tanto para conquistar
adeptos, como para combatir con la violencia, sin promover los criterios
de elección i decisión. Lo mismo que sucede con los hombres poco pensantes
del capitalismo, a punto que hemos visto cuando el axioma del valor
primigenio del mercado se les ha venido abajo (dicen las malas lenguas
que fueron asesorados desde hace años por economistas como Emeterio
Gómez) i que lo que llaman pensamiento de globalización, de mercado,
de negocio guerrero, de robo programado de materias primas i sometimiento
de pueblos i naciones, no es ideología, sino terrorismo. Con razón,
los Estados Unidos es el primer país terrorista del planeta. En cambio,
Martín Selinger, siguiendo la obra de Antón Mellón, define la ideología
“Una estructura conceptual de referencia que provee de criterios
para la elección y la decisión en virtud de los cuales la mayoría
de las actividades de una comunidad organizada es gobernada”,
Después sigue exponiendo Mellón, que estos criterios no tienen que
estar relacionados lógicamente, en tanto que lo están psicológicamente
de manera, las relaciones entre los conceptos claves, son de naturaleza
axiomática, sin una base lógica. En muchos de mis escritos siempre
he expuesto que, tanto los políticos, como los economistas e intelectuales
de la oposición radical, carecen de toda noción de lógica, i eso
que entre los abogados escriben o hablan de Lógica Jurídica. Entonces
quedamos con que, las relaciones psicológicas son parte del axioma
político. Desembocamos en la desesperación: resulta que los hombres
de la desaparecida IV República, los hombres de la oposición i los
cavernícolas o inquisidores de la jerarquía eclesiástica…¡No tienen
ni axioma político! Monstequieu -no el que Manuel Rosales halló entre
los hombres de 500 años antes de Cristo- sino el verdadero, decía: “El
clero es otro poder intermedio; peligroso en una república, como toda
corporación independiente, conviene en una monarquía, sobre todo en
las que propenden al despotismo”.
Antón Melló asienta otra vez: “El axioma político del fascismo
es opuesto directo del axioma democrático. La ideología fascista se
ha desarrollado como
I en la ideología nazi-fascista, que parece la preferida por la rectora al principio mencionada, en Mein Kampf, dice que “la mayoría democrática deniega de la autoridad del individuo (en estos tiempos Bush) y la reemplaza por el puro número de la masa transitoria (el pueblo) y ello transgrede las leyes aristocráticas de la naturaleza”. De anteojito para la oligarquía venezolana que desprecian la masa, el lumpen, los pata en el suelo, i ellos son los señores feudales privilegiados nada menos que por la naturaleza. Hubiese querido finalizar aquí, pero hai tanto que explicarles que posiblemente siga con otros artículos, pues la ignorancia es tal, que ellos mismos proceden como máquinas i no saben que protagonizan nazi-fascismo.
(Continuará)