DESPUÉS DE RAMON…Si algún estado tiene sus esperanzas puestas en el gobierno de Chávez, ese es Sucre. Por décadas hemos vivido en medio de la precariedad, apareciendo en unas estadísticas que no nos dejan de ubicar entre las entidades con marcados niveles de pobreza. Eso sí, lanzando a los cuatro vientos nuestras innegables potencialidades turísticas, pesqueras y agrícolas que están a la espera de un gobierno decididamente progresista. Tantos años de producción petrolera y chorros de divisas, nos han dejado un país que a fuerza del sacrificio de sus habitantes y la esperanza puestas en el Presidente Chávez, puja por salir del atraso. Sucre al no estar ajeno a la realidad nacional lamenta profundamente la escasa suerte que le ha tocado con sus gobernantes. No se trata que aparezca un superhombre o algo parecido. Tampoco creemos que la clase política dirigente va a cambiar de la noche a la mañana. Pero lo exigimos. Si hablamos de Revolución, es hora. Por ello, los sucrenses hoy quisieran hablar de un gobierno diferente al de Ramón, y no tener las dudas si el que tenemos es la continuación, el antes o después.
¿A QUIÉN VAN A EXPULSAR?...Si al cuadro anterior agregamos las públicas desavenencias de la dirigencia gubernamental peseuvista en Sucre, caracterizadas por evidentes rasgos de confrontación sobre la manera de gobernar y con quien gobernar. No hay dudas que estamos en las puertas de un debate urgente, que no debe tener espera ni contemplación. Debate para revisar, rectificar y darle fuerza a los cambios. Debate para sincerarse y retomar el camino por el cual votó el pueblo. Aquí no se trata de reaccionar al viejo estilo adeco de amenazar con expulsar a quienes cuyo únicos expedientes, públicos y conocidos, ha sido ser consecuentes y tercos luchadores por la causa del socialismo mucho antes y después de l998. Me refiero a Antonio Esparragoza y José Antonio Mudarra, entre otros.
TIEMPO DE UNIDAD… Unidad con transparencia. Unidad con un proyecto que se respete y que se nutra con la fuerza de los revolucionarios y el calor de la movilización y el trabajo popular. Ya lo hemos dicho muchas veces. No hay que tener temor a las 3-R. Hay que asumirlas. En Sucre, como en todo el país, es momento de debate franco, abierto y participativo para construir la nueva sociedad socialista.
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