En los momentos de tensión, en los momentos convulsionados por los abortados planes magnicidas, en los momentos en que la oposición con un discurso quisiera borrar al presidente Hugo Rafael Chávez Frías de la faz de la tierra, en ese mismo momento comienzan a desaparecer los artículos de primera necesidad de los anaqueles de los diferentes mercados. ¿Casualidad?, no se puede ser ingenuo. Es evidente que se trata de todo un plan orquestado.
La idea de un golpe de estado sigue latente en la mente de los opositores más recalcitrantes, de quienes está demostrado que no les importaría ahogar el país en un mar de sangre con tal de derrocar al máximo líder del proceso revolucionario. No advierten que salir del Presidente de una forma distinta a la democrática, sería catastrófico. Ya Chávez no es Chávez sino un pueblo entero dispuesto a jugarse la vida por él en cualquier terreno.
Pero la oposición no reflexiona. Mientras se encuentra metida hasta los tuétanos en una operación magnicida, que últimamente implicaba bombardeos como es el caso del Salvador, donde el mismo comandante denunció que pretendían lanzarle un cohete al avión que lo trasladaría a ese país, para asistir a la asunción del presidente Mauricio Funes, por otro lado, hay un grupo de adversarios haciendo un trabajo de hormiguitas, pero efectivo: desaparecen los alimentos de la cesta básica, especialmente, sobre los cuales ha actuado recientemente el Gobierno nacional, como es el caso del arroz.
Intervinieron plantas productoras para poner este alimento a disposición de la gente, sin embargo, se consiguen los saborizados, pero los normales muchas veces están con sobreprecio. Obviamente tal situación tiene como objetivo dibujar una revolución que no avanza en dirección correcta, que tenemos un Gobierno que estatiza, es mal administrador y no debe continuar.
Son conocidos los esfuerzos que hace la revolución a fin de mantener los alimentos baratos para la gente más necesitada, sólo que las mafias insisten en torpedear. Se requiere redoblar las acciones con un Samán como el nuestro y no les hablo del árbol. No, me refiero a Eduardo Samán, titular del MinComercio, que pienso hace una labor excelente al respecto, pero las roscas golpistas siguen envalentonadas e intentando simular que este es un gobierno débil, impune e incapaz de garantizar la alimentación de la familia venezolana.
Situación similar ocurre con sardinas La Gaviota. Eliminaron la pesca de arrastre. Supuestamente la planta está repleta del alimento, pero por lo menos aquí en Maracaibo no se conoce y el pueblo requiere de tales productos, eso sí, como ya dije, saborizados con todo el peso de la ley del ministro Samán.
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