Parece mentira pero es completamente cierto, el sistema de salud en Carabobo para la atención y tratamiento en prevención de enfermedades hacia los habitantes de las zonas populares, desde principios de los años 90 siglo XX, se ha venido a menos desde que la fulana descentralización apareció como parte de la diatriba política impulsadas desde las trasnacionales que enferman primero y luego vender la justificación de tratamiento curativo, táctica esta que vino como una estrategia asumida y planificada por los facinorosos y negociantes médicos (de medicina y equipos) convertidos en parlantes y ejecutores de acciones igualmente políticas que les ha dado muy buenos resultados, cuando juegan con la enfermedad como materia prima.
Una cara: Los salas römer, baluarte de la casta de “nuevos” políticos se dispusieron a terminar con la salud para el pueblo; comenzaron desmantelando lo que se llamó “La Sanidad”, un centro médico de tiempos inmemoriales en pleno centro de la ciudad donde los valencianos y mas a la redonda, acudían hasta para sacar el certificado de salud, de piel y mental sin tener que caer en la trampa de los gestores, así como cualquier consulta médica, odontológica, venérea y de mas; acto seguido, amen de haber quemado y destrozado la histórica y referencial maternidad, acabaron con los servicios de medicina general del otrora Hospital Central de Valencia, donde acudían los sectores populares en búsqueda de tratamiento prolongado ante una patología cualquiera (no emergencia), so pretexto de la existencia de una red hospitalaria en los ambulatorios del estado, porque supuestamente se debía descongestionar el mayor centro de salud para atender solo casos de “emergencia”.
La otra cara: Los dueños, socios y mercaderes de las centros clínicos, laboratorios lavadores de enfermedades y seguros privados, casi únicos beneficiados de lo que ellos han llamado “crisis” de la salud pública, que siendo receptores de los pacientes, o mas bien clientes, apropiándose de las manos y cerebros que salen de las universidades púbicas, se permiten mostrar con todos los sentidos, la bofetada a Hipócrates sin juramento para hacerse mas ricos, mientras desfalcan y despotrican al mismo tiempo del Estado, que en definitiva es quien mayoritariamente paga, en nombre de todos, cuando, ante los ojos del pueblo, no pueden justificar la compra honesta de los costosos equipos médicos que reposan en los emporios de la medicina como empresa capitalista.
Ahora, qué papel debemos protagonizar los bolivarianos cuando todos estamos consientes de esta realidad? La respuesta la debemos dar con toda la responsabilidad que nos exige la situación de deterioro padecida por la gran mayoría de los carabobeños, no debemos olvidar, y tenemos que accionar para que los otros, de adentro y de afuera del propio proceso revolucionario, no olviden, que en Carabobo manda el pueblo cuando se dispuso que el chavismo gobernara mayoritariamente las alcaldías, siendo nuestras las principales y mas numerosas en cuanto a habitantes, así como los concejos municipales, el Consejo Legislativo y la Asamblea Nacional, de allí es que tenemos que exigirles a las autoridades del PSUV en Carabobo, que se convoque la fuerza popular para la movilización y lucha, demostremos los rostros del pueblo, tenemos como decirle al Salas Feo y su comparsa de medios, que se dejen de pendejera con el Comandante Chávez, Él anda muy ocupado con tareas de envergadura internacional para perder el tiempo con estas nimiedades de muchacho malcriado; nos toca a nosotros darle respuesta, el pueblo nos espera para acompañarnos.
(*) Abg.
Patrulla La Voz Comunal.