Hemos sostenido; que no se puede hacer un análisis certero ni mucho menos tomar decisiones; sin haber hecho una exhaustiva retrospección o en lenguaje coloquial; “echar un vistazo al pasado”. Durante mucho tiempo, la historia latinoamericana a estado jalonada, por episodios que han involucrado, a diferentes países, unos en contra, y los más, a favor de la revolución cubana, o mejor dicho a la república cubana. La característica predominante en estas situaciones, ha sido una cantidad de acontecimientos plenos de solidaridad, de ética y patriotismo, por un lado, y por el otro, ha habido muchas situaciones desagradables, llenas de egoísmo, maldad, traición y violencia, por parte mayoritariamente, de países estimulados por la política rastrera, traicionera e inmoral de los estados unidos de América.
Hoy traigo para el análisis del lector un extracto del Libro “Diario de Girón” donde se demuestra, que los estados unidos, vienen atacando, interviniendo, boicoteando, los gobiernos progresistas de América Latina desde el siglo 19, con el afán de aplicar la nefasta “Doctrina Monroe”; posesionándose de esta manera de lo que ellos consideran “su patio trasero”. Para ello se valen del engaño las falacias, las campañas mediáticas, aplicadas con el auxilio de los ciudadanos vende patria, de cada uno de los países objeto de las ansias depredadoras del imperio.
Hoy, cuando oigo al presidente Chávez, haciendo, una justa y necesaria apología, del comandante Fidel Castro, confirmo cuán pertinentes, son estas aseveraciones. Dice, el presidente Chávez, que el imperio pretende descalificar a Fidel, acusándolo de haber fracasado, en su proyecto socialista. ¡Que lejos!, están de la realidad y la vigencia, que Fidel y la revolución cubana tienen actualmente, y que es demostrada fehacientemente cada día. No existe, ningún gobernante, en el mundo, que haya logrado galvanizar a la población de su país, en una idea y proyecto, de solidaridad con los otros pueblos del mundo, que necesitaren la ayuda y colaboración respetuosa del estado cubano; Como lo ha logrado el comandante Fidel Castro.
Ante ese ataque, descalificador y despiadado, Fidel, en cambio responde, con hechos que, son definitivamente enseñanzas bíblicas, muy utilizadas por los hipócritas capitalistas. Por ej. “Has bien y no mires a quien” o, “que tu mano izquierda no se entere de lo que hace tu mano derecha” o, “a cada quien, según sus necesidades, y dé cada quien según sus posibilidades”.
El pueblo cubano ayuda a los otros pueblos dándole lo que el pueblo cubano tiene, no lo que le sobre. Ejemplos de ello: Participación efectiva e incondicional en la liberación de pueblos africanos; Cooperación solidaria con pueblos latinoamericanos, Asiáticos, y hasta europeos.
¿Cuál ayuda?, Asistencia medica y sanitaria, asistencia en educación, alfabetización, en deportes, y otros; sin poner condiciones.
Aquí, les muestro, el extracto donde se pone en evidencia la maquinaria manipuladora del imperio, involucrando otros países para descalificar la revolución cubana.
Los elegantes despachos de la embajada de Estados Unidos en Ecuador se llenaron de justificada esperanza ese 23 de octubre de 1961.
Un joven oficial de la CIA escuchaba complacido el briefing: La renuncia del ministro de gobernación y el nombramiento en su lugar del ministro del tesoro Jorge Acosta Velazco, sobrino del presidente Velazco Ibarra. Eran la causa inmediata del ambiente de satisfaccion que flotaba junto al perfumado humo de los cigarrillos rubios.
La evolucion de la situación política en el país no había sido enteramente satisfactoria para los analistas de la embajada. Las intrigas sembradas entre el presidente Velasco y el vicepresidente Arosemena tomaban cada día mayor importancia. Sin embrago, la sustitución del uno por el otro no aseguraba la consecución del objetivo estratégico: provocar el rompimiento de relaciones con Cuba.
Esa incertidumbre hacía delinear una táctica. Presionar para que fuese el propio Velazco quien rompiese. Y en ese sentido se consideraba un hecho favorable el nombramiento de Acosta, informante y agente político del centro de la CIA en quito. Con la ventaja que le producía el parentesco, la tarea de Acosta consistiría en convencer a su tío de que la única manera de salvar su gobierno seria lograr su apoyo de los conservadores. Ya estos estaban aleccionados por el centro CIA para poner como condición el rompimiento con Cuba antes de brindar ese apoyo.
Es impresionante la magnitud, la intensidad y la perseverancia de los esfuerzos realizados desde Washington para ahogar a la revolución Cubana.
En el ejecutivo, el tema de cuba hacía perder la compostura y la flema sajona. De una parte existía la presión de las transnacionales perjudicadas en sus intereses. El camino era trillado con una parte de la opinión pública deformada por los medios masivos, a la vez sorprendida e indignada al quebrarse la concepción ion del mundo basa en la óptica de Superan. El propio diseño dela política exterior de la nueva administración se venía perturbado por el radicalismo d la revolución cubana.
En el brazo ejecutor del gobierno, la CIA, la crisis del Allen Dulles provocada por el fracaso de la invasión de Girón, se agudizaba con el paso de cada día sin que fuese derrocado el gobierno el Gobierno Revolucionario.
Esa situación llevaba a romper los esquemas de la guerra psicológica, ya largamente practicada contra los países socialistas. A la propaganda canalizada, por los medios masivos ya clásicos, se unían a las medidas activas como el sabotaje y la subversión, pasando por operaciones muy imaginativas y costosas, como estimular la emigración de Cuba con la bola de la patria potestad. El hecho de librar la batalla en América y no en Europa permitía no ajustarse a límites. Utilizar métodos menos ortodoxos como la maniobra de documentos falsos, exitosa en Perú y fallida en Argentina. De llegar hasta derrocar gobiernos, como lo ocurrido meses atrás con favorables resultados en El Salvador y menos favorablemente, días antes, en Brasil.
Los esfuerzos simultáneos en Brasil, Argentina, y Ecuador estaban coordinados con el plan de convocar a una nueva conferencia de cancilleres para obtener la anuencia continental a una agresión armada.
El portavoz fue el gobierno peruano de Manuel Prado “comprado” y de Beltrán Espantoso, presidente y primer ministro respectivamente, del país sudamericano. Nuevamente se organizó el corre-corre en los pasillo de la organización del estados Americanos (OEA), ante la moción de ese gobierno por encargo de Washington.
Como se sabe, en esos mismos días la CIA había organizado la bola de la Patria Potestad, haciendo imprimir una falsa ley del gobierno revolucionario, mediante el cual el estado se haría cargo de los niños de los 7 años. Ese plan no sólo contaba con el centro creado en Miami para recibir a los niños, que enviaban completamente solos los padres incautos, también el texto apócrifo fue difundido en Latinoamérica.
Y fue este uno de los principales argumentos esgrimidos inescrupulosamente por el delegado de Manuel Prado ante la OEA. Su “sentido humanitario” le llevaba a pedir la reunión d cancilleres porque “la revolución cubana es enemiga de los niños”.
El delgado cubano ante la OEA, Carlos Lechuga, tradujo ante ese conclave la indignación del pueblo de CUBA ante esas infamias. “Tal medida absurda no ha existido más que en la mente llena de odio de los enemigos de la revolución”-dijo el representante cubano.
Pero igual que la mayoría del pueblo cubano no se dejaba engañara por las patrañas, la movilización de las masas y estudiantes actuaban de contén contra aquellos que coqueteaban con las promesas y la s amenazas del imperialismo. Tal era el caso de doce uniones nacionales de estudiantes que suscribían un manifiesto para denunciara un congreso estudiantil espurio (organizado por el departamento de Estado para dividir a las juventudes latinoamericanas) y declaraban que “defender a Cuba es defender a la Patria Latinoamericana”.
El manifiesto firmado, por los uniones de Brasil, Uruguay, Perú, México, Argentina, Haití, Venezuela, Nicaragua, Cuba, Ecuador, Colombia y Puerto rico, repudiaba la “gigantesca campaña de calumnias” a fin de preparar las condiciones internacionales mínimas que hicieron posible una intervención armada.
Los gobiernos de Brasil, Uruguay y Chile anunciaban públicamente que no respaldaban la convocatoria. Y el 24 de octubre la Agencia Associated Press admitís con pesar que la perspectiva de que.
La solicitud peruana para que la OEA investigue al régimen del primer ministro Fidel Castro, sea enviada a una comisión para nueva consideración, cuando el consejo de la OEA se reúne aquí mañana […] Esto en realidad, descártala posibilidad que la OEA tome medidas inmediatas contra Cuba.
La agencia decía mas adelante que pronto se estableció la imposibilidad de reunir los once votos (mayoría simple sobre los veintiún votos que constituían el total) por la oposición de países como México, Argentina, Brasil y Chile, quienes pidieron fuera archivada la propuesta. Uruguay medió entre los grupos, elaborando la formula de pasarla a una comisión para salvar las apariencias y mantener viva la moción.
En la capital norteamericana resultaba increíble que los gigantescos intentos de desestabilización de Cuba, no resultasen completamente exitosos. Dentro de los parámetros de análisis, no podía admitirse la realidad de que las dificultades y agresiones unían más al pueblo cubano con su líder.
El combate popular en la isla, contra la subversión de la CIA, se unía a una incansable labor en el terreno social. Fidel anunciaba la concesión de veinte mil becas de secundaria básica para que los jóvenes de todo el país pudiesen estudiar sin zozobras.
Se concretaba a todo lo largo y ancho dl país el lema de que la educación: “ahora sí es para todos”.
Y en el coliseo deportivo de Güines se efectuaba una concentración, el domingo 22 de octubre, que podría haber sido una respuesta a la incredulidad de Washington si hubiese encontrado oídos respectivos. En nombre de mil doscientos treinta y siete alfabetizadores, en esa Villa, la anciana Isabel Díaz, de ochenta años, relataba como aprendió a leer y escribir con la campaña, exhortaba a “todos los que no saben” a imitarla y agradece al gobierno Revolucionario por ayudarlos a “Abrir los ojos”.
Aquí termina este extracto derivado del libro “DIARIO DE GIRÓN” escrito por GABRIEL MOLINA. Un trabajo literario que retrata de manera fidedigna, la grandeza y el amor patrio del pueblo cubano junto con su líder el comandante Fidel Castro.
Sirva este escrito para motivar e impulsar la conciencia socialista del venezolano para conquistar su definitiva y autentica y digna LIBERTAD.
PATRIA SOCIALISTA O MUERTE ¡VENCEREMOS!
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