Que nada nos descarrile

Que buenas noticias las de Colombia

Los presidentes Santos y Chávez sorprenden a propios y extraños al declararse “los nuevos mejores amigos”, ¡Dios santo que nada rompa ese encanto!, ¡Que nada rompa ese hechizo!, ¡Que nada rompa esa luna de miel!.

Las turbias relaciones entre Venezuela y Colombia tenían una justificación, el empeño del narco-expresidente Uribe de restearse contra viento y marea, arrollando lo que se entreponga en el camino, para lograr las dadivas personales que le otorgaría el TLC con los Estados Unidos de América

El imperio no hace nada de gratis y bajo la administración de Psicópata Bush, menos!!, ¿Qué quieres? Ok yo te lo doy, ¿Qué te pido? Permiso para instalar mis bases en tu suelo, todo lo que puedas hacer contra el gobierno de Chávez, infiltrate, mete zancadillas, miente, trata de fabricar pruebas de lo que se te ocurra etc…

Bueno esa nube negra ya se fue, y soplan vientos frescos en la casa de Nariño, sorprende a todos la actitud del nuevo presidente por su grado de compromiso en el gobierno anterior, pero no seamos escépticos, dejémosle el beneficio de la duda; esas cosas pasan.

Felicitémonos todos, eso es lo que queremos armonía entre las dos naciones, tenemos muchas diferencias, no hay duda, pero también tenemos muchas afinidades, entonces busquemos resaltar lo que nos une para ir olvidando y perdonándonos lo que nos separa.

Aceptemos nuestras diferencias y convivamos en paz, ¡Ojala! esta nueva amistad ayude a ambos países a superar la escalada de violencia de la frontera, la guerrilla debe buscar un espacio político para canalizar sus inquietudes ya es hora de que vuelvan a la vida esos seres que buscan una patria, y quew tienen un ideal que defienden, de no ser así entonces son simplementes forajidos, delincuentes y como tal hay que tratarlos.

El estado debe dejar el rencor y reconocer el carácter beligerante de la guerrilla, una vez se hizo y se avanzó bastante en la solución del conflicto, hay que llegar a un acuerdo que permita a esa gente integrarse a la vida y volver a su país como ciudadanos; aquí se logró hace tiempo y en Nicaragua, en el salvador; en fin no es algo imposible.

Reconozcamos como cierta la buena voluntad del presidente Santos, él, al contrario de lo que pasa con Obama, vive en una estructura de país donde el presidente tiene autonomía de decisión y tiene la oportunidad de sacudirse del poder económico de la oligarquía aun cuando esta haya aportado o apostado a su triunfo.

El presidente Santos es presidente de una nación con entidades democráticas establecidas y aun cuando en este momento y gracias al aporte del gobierno anterior estén minadas por el narcotráfico y el paramilitarismo, todavía no se han perdido por completo.

Celebremos esta nueva amistad, con los ojos bien pelaos, pero con alegría genuina, yo siento que una gran sorpresa surgió en Colombia con el nuevo presidente.

Presidente Chavez, ¡Ojala! no nos equivoquemos, la verdad es que se siente que la intención de amistad es genuina.

Dios nos ayude a mantener esos lazos, aunque ya se ven las primeras reacciones, el presidente pide la extradición del narcobasura Maklad y este salta con un guión prefabricado y preparado a embarrar todo lo que pueda, ¿para que? Esta clarito para que Estados Unidos lo solicite a Colombia y el presidente Santos se vea en la necesidad y en el aprieto de decidir para donde lo manda.

Presidente Santos, no se deje impresionar, haga como el sabio Salomón, parta a esa porquería por la mitad y manda una mitad para cada país si le insisten mucho…

Que nada nos descarrile y sigamos siendo los mejores amigos, por el bien de la patria grande, la patria Bolivariana.


oscarajimenezr@gmail.com


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Oscar Jiménez


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