Era un 15 de abril de 1961 cuando Eduardo García, un combatiente artillero cubano escribía con su sangre, minutos antes de su muerte, el nombre Fidel. Ello ocurrió luego de que seis aviones B-26 camuflados con banderas cubanas incursionaron dentro del territorio cubano y atacaron de manera simultanea a los aeropuertos de Ciudad Libertad y San Antonio de los Baños, actual provincia de la Habana, causando la muerte de 7 cubanos, entre ellos Eduardo García.
Lo que seguía ya se conocía. La inminente invasión de fuerzas mercenarias se aproximaba. Los previos ataques aéreos pretendían “limpiar el terreno”.
Al día siguiente, 16 de abril, frente a miles de cubanos enardecidos y dolidos por las victimas fatales de aquellos ataques, en la famosa esquina de las calles 23 y 12 de la Ciudad de la Habana, el Comandante Fidel Castro dió un vuelco a la historia cubana. Al momento que responsabilizaba al imperio norteamericano por las muertes ocurridas en los ataques del día anterior, proclamaba el carácter socialista de la revolución cubana. De allí en adelante quienes iban a luchar y morir por la defensa de la patria lo hacía también por el Socialismo.
Inolvidable fue el discurso del Comandante Fidel: “Lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es que estemos aquí; lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba. Eso es lo que no pueden perdonarnos, que hayamos hecho una revolución socialista en las propias narices de los Estados Unidos”… “y que esta revolución socialista la defenderemos con esos fusiles que tienen ustedes, la defenderemos con el valor con que ayer nuestros artilleros antiaéreos acribillaron a balazos a los aviones agresores”…
Cuba fue atacada en Playa Giron por fuerzas mercenarias al servicio del imperio norteamericano. En menos de 72 horas, ese pueblo que ahora luchaba por el socialismo logró someter a los mercenarios y frustrar los planes del imperialismo en Cuba. Por primera vez en la historia el imperio había sido derrotado militarmente. El pueblo cubano se hizo de la admiración del mundo.
Son genuinos los valores y principios humanistas que guían a la revolución cubana. Hoy más de 100.000 cubanos se encuentran colaborando en materia de salud y en otras áreas como la educación, cultura, construcción, ciencia y tecnología en más 94 naciones. El ejemplo cubano continúa inspirando a todos los revolucionarios y pueblos del mundo. La sangre de García con la palabra Fidel está grabada en tinta indeleble en muchos corazones.
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