El refrán "Es mejor un malo conocido que un bueno por conocer", es una expresión popular que refleja una idea universal sobre la cautela ante lo desconocido. Su significado se basa en la preferencia por mantener una situación o persona conocida, aunque no sea ideal, antes que arriesgarse a algo nuevo que podría ser peor, a pesar de sus aparentes ventajas.
Este refrán tiene raíces en la sabiduría popular y aparece en distintas culturas con variantes. En inglés, por ejemplo, existe un dicho similar: "Better the devil you know than the devil you don't" ("Mejor el diablo que conoces que el que no").
La idea central es que el ser humano tiende a temer lo impredecible, incluso si lo conocido no es perfecto. Se relaciona con la psicología del sesgo de aversión al riesgo y resistencia al cambio.
Aplicaciones en la vida cotidiana
1. Relaciones: Alguien podría quedarse en una relación insatisfactoria por miedo a no encontrar algo mejor.
2. Trabajo: Personas que no se atreven a cambiar de empleo, aunque estén descontentas, por temor a la incertidumbre.
3. Política: Votantes que prefieren mantener a un gobierno cuestionable antes que apoyar alternativas nuevas.
Aunque este refrán refleja una actitud pragmática, algunos argumentan que este pensamiento puede ser limitante al fomentar la resignación evitando que las personas exploren oportunidades de crecimiento. Asumir que lo desconocido siempre será peor, es ignorar la resiliencia humana.
El Filósofo Nietzsche criticará esta postura, al considerar que el progreso requiere salir de la zona de confort ("El que lucha con monstruos debe cuidar de no convertirse en uno").
Refranes similares en otros idiomas:
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Francés: "Mieux vaut un ennemi connu qu'un ami á connaître" ("Mejor un enemigo conocido que un amigo por conocer").
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Italiano: "Meglio il diavolo che si conosce che l’angelo che non si sa" ("Mejor el diablo que conoces que el ángel que desconoces").
El refrán "Es mejor un malo conocido que un bueno por conocer" encaja en el imaginario popular del Venezolano como una metáfora, de cómo ciertas estructuras de poder priorizan su estabilidad al querer controlar la democracia participativa y protagónica, de manera cooptada imponen figuras cuestionadas para que representen a las mayorías.
Miedo a lo desconocido y resistencia al cambio:
El fenómeno de la repetición de nombres cuestionados en las asambleas de postulaciones, refleja un mecanismo de autopreservación de un sistema político clientelar con redes de poder. Los líderes establecidos suelen tener redes clientelares arraigadas como camarillas de amigos, compadres y conocidos, que garantizan lealtades y control territorial. Cambiarlos implicaría desestabilizar esas redes, algo riesgoso para quienes detentan el poder. Esta inercia inducida refleja una falta de formación de la militancia, y no es casual que el partido no invierta en la formación política de sus bases, y así poder perpetuar una estructura vertical, donde la toma de decisiones se concentra en una dirección nacional. Esto limita el surgimiento de nuevos líderes con pensamiento crítico y autonomía para movilizar las masas populares.
La paradoja de la renovación controlada de la dirección verticalista del PSUV y su poder de cooptación, se manifiesta en la consulta a las bases donde se podría estar utilizando este proceso como un ritual de legitimación, no como un espacio genuino de participación, sino como un teatro democrático. Las postulaciones sin evaluación de méritos y cualidades revolucionarias o capacidad técnica, convierten el proceso en un ejercicio vacío, donde la apariencia de inclusión enmascara la continuidad del statu quo, con una reproducción de élites con sus sectas, clubes de amigos y compadrasgos. Un ejemplo claro es la postulación de figuras procesadas por corrupción que reaparecen, esto al parecer sugiere que ciertos actores son intocables, debido a su utilidad para el sistema (ej: manejo oscuro de recursos con control de territorios).
Cambiarlos implicaría desestabilizar esas redes, algo riesgoso para quienes detentan el poder.
Este ciclo de reproducción de liderazgos tiene efectos concretos:
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Desencanto popular: Si las bases perciben que su participación no tiene impacto real, se profundiza la apatía política y la desconfianza en las instituciones. (es un momento propicio para generar divisiones en la militancia).
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Erosión del proyecto Revolucionario Bolivariano y Chavista: La incoherencia entre el discurso de transformación social y la práctica de mantener élites corruptas, debilita la credibilidad del partido, especialmente ante sectores que aún creen en sus principios originales.
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Riesgo de crisis de legitimidad: A largo plazo, la falta de renovación podría generar fracturas internas o protestas, como ha ocurrido en otros partidos hegemónicos en América Latina. (ej: ante las imposiciones es determinante la creación de partidos regionales o grupos de electores que agrupen el descontento de las bases).
Comparaciones históricas y regionales.
Este fenómeno no es exclusivo de Venezuela. En otros contextos de partidos dominantes (como el PRI en México o el PCCh en China), la tensión entre continuidad y renovación ha sido clave. Incluso en movimientos de izquierda latinoamericanos, como el PT en Brasil o el FSLN en Nicaragua, la falta de recambio generacional y la corrupción han llevado a crisis de identidad.
La pregunta crucial es: ¿cómo romper este ciclo? Algunas ideas:
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Formación Sociopolítica Radicar: Un plan de formación ideológica y técnica para la militancia podría empoderar a las bases para exigir respeto a sus decisiones en asambleas populares. Recordemos que el poder asambleario es reconocido constitucionalmente y sus decisiones son de carácter vinculante, (artículo 70 de la CRBV) las Asambleas de ciudadanos son instancias de participación deliberativa, su objetivo es fortalecer la gobernabilidad y profundizar las transformaciones revolucionarias.
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Mecanismos transparentes de evaluación: Implementar criterios públicos para medir desempeño (ej: gestión transparente, reducción de pobreza, participación comunitaria).
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Espacios autónomos de participación: Asambleas Populares Comunales no controladas por la estructura partidista, donde emerjan nuevas voces capaces de proponer y defender proyectos que empoderen al pueblo.
El refrán,"no sé si será más peor un malo conocido, o uno más malo que el peor de los malos que nos han impuesto" en este caso, no solo se habla del miedo a lo desconocido, sino de cómo el poder construye narrativas para justificar su permanencia. La "Revolución dentro de la Revolución" si se asume como proyecto transformador requeriría no solo cambiar nombres, sino desmantelar estructuras de dominación interna.
Gramsci, "la lucha no es solo contra el enemigo externo, sino contra la hegemonía que reproduce el sistema desde dentro".
Bolívar Vive: "Es más difícil mantener el equilibrio de la libertad que soportar el peso de la tiranía".
"En aquel país donde hasta el miedo tenía dueño, la esperanza empezó a ser un verbo colectivo: esperábamos. No como quien aguarda, sino como quien siembra en tierra árida, sabiendo que las primeras lluvias las traerían nuestros propios sudores"
EL FUTURO ES HOY, NO HABRÁ MAÑANA SIN LUCHAS
REVOLUCIÓN ES HACER REVOLUCIÓN, SINO NO ES