El imperialismo yanki intenta la ruina económica de nuestra país a través
del ataque a la Nueva PDVSA, sin embargo, esta puede ser evitada mediante
la emancipación política completa y la superación del capitalismo en la
República Bolivariana de Venezuela. Ese es el motivo por el cual la clase
trabajadora está resteada con el proyecto bolivariano, para cambiar el
modo de vida y toda la estructura de la sociedad. Nuestro objetivo
central es derrocar el capitalismo.
Para lograr este objetivo debemos luchar contra los elementos
“progresistas”, profesores bien intencionados, reformistas, socialistas
de cafetín, cuyo mensaje es esencialmente no revolucionario y nos desvía
de la senda planteada. Estos falsos amigos son el origen de la debilidad
teórica de los activistas más concientes, que han inoculado el anhelo
pequeño burgués de la buena vida y la falta de sacrificio personal en pro
de la revolución socialista y el partido revolucionario. Estos fariseos
del socialismo plantean que la sociedad es mucho más compleja y minimizan
la contradicción entre la burguesía y la clase trabajadora.
Asi mismo, los trabajadores más concientes debemos luchar contra los
grupúsculos “revolucionarios” que tratan de evitar la política de la
lucha de clases, y se quedan en una crítica abstracta, no dialéctica,
desprovista de contenido revolucionario, inofensiva contra los
capitalistas y su estado burgués; es decir, tratan de no meterse en
problemas de política con nadie en la búsqueda de una vida fácil y llena
de bienestar material para ellos y su grupito.
Por el contrario, es de vital importancia apoyarnos en los
revolucionarios que no desean modificar, ni reformar la sociedad moderna
en sentido “democrático” (burgués) adaptándose al estado actual de cosas.
Esta es la tendencia bolivariana revolucionaria, que persigue la
hegemonía de la clase trabajadora y no su subordinación a los
“progresistas” y a la burguesía “patriota”. En contraste, está una
tendencia reformista, que elogia el socialismo, el marxismo, pero en la
práctica persigue la colaboración de clases y su subordinación a los
“progresistas”. A los reformistas, la clase trabajadora debe pegarles
duro para consolidar el movimiento revolucionario. Estamos en la búsqueda
de militantes y no amigos, en la búsqueda de revolucionarios que apoyen
el pueblo y no de aquellos que dicen apoyar nuestros objetivos, pero que
no desean revelarse abiertamente como socialistas por que es arriesgado
para su trabajo, su posición social, sus posibilidades de carrera. Estos
individuos persiguen suavizar las reivindicaciones para no intimidar a
los pequeño burgueses y liberales disfrazados, para no sacrificar la
“unidad”, es decir, subordinar la clase trabajadora a los reformistas.
Los trabajadores de la Nueva PDVSA debemos ser anti imperialistas
honestos de convicción y no dejarnos corromper y absorber por las formas
sutiles que ha desarrollado la sociedad burguesa. Es por ello que debemos
tener una base firme en la teoría y en la práctica revolucionaria
socialista.
El buen vivir como meta revolucionaria implica jardines de infancia,
salario acorde a la situación real, entre otros. Pero para vivir bien,
los trabajadores y trabajadoras debemos organizarnos para apoyar y
mejorar la gestión petrolera y gasífera en la Nueva PDVSA, para que logre
satisfacer los anhelos del pueblo.
¡Apoyemos al gobierno revolucionario!
¡Viva la Patria Socialista!
¡Defensa activa de la NUEVA PDVSA!
¡Patria Socialista o Muerte.........Venceremos!
(garcialwx@pdvsa.com).
CTMI (Corriente de los trabajadores y trabajadoras marxistas de PDVSA-
Intevep)