Las peleas con los diputados pitiyanquis en la Asamblea Nacional son reñidísimas. En la memoria de todos está la violencia y poco escrúpulo de la lucha a la discusión en la defensa de PDVSA por las sanciones del imperialismo, los medios nada dignos a que la apátrida oposición acude, y nadie podrá olvidar aquellas famosas sesiones en que se puso al descubierto la podredumbre toda de la brutal sociedad burguesa y el cinismo con que se llevan a cabo y se defienden crimines por los que pretende el oposicionismo regenerar la patria.
En esas luchas, tan preñadas de enseñanzas, tan fecundas en materia de reflexiones, no peleaban las idea nuevas contra lo viejo, esto lo sabe todo el mundo, lo que peleaban los diputados del viejo puntofijismo (MUD), era la entrega de la Patria de Bolívar al imperialismo gringo a cambio de un mísero puñado de dólares. El que no crea tal cosa, o es corto de vista, o es que cree en pajaritos preñados y no se fija en los discursos de estos “dignos” diputados pitiyanquis.
Los diputados que allí luchan son las fuerzas socialistas contra el imperialismo y los caciques del pasado. Luchan de una parte los diputados socialistas y sus aliados contra los anárquicos; lucha el espíritu del puntofijismo pitiyanqui con el de los patriotas; el de los antiguos propietarios y aun comerciales de abolengo, los viejos señores coloniales con el de los nuevos diputados Bolivarianos. Es la fase de una lucha por la que han pasado los revolucionarios contra la burguesía en todas partes del mundo. Y así es que lo importante era para el imperialismo hacer recuento de fuerzas lanzando a la pelea su ejército de pretorianos, gendarmes, criados, paniagudos, lacayos y siervos de todas clases.
Hasta en los más mínimos detalles se descubría el carácter de la lucha. Los diputados de la MUD de espíritu conservador, apegados a lo tradicional y viejo, estaban por el imperialismo; los que sienten impulsos por la regeneración del pueblo y la Patria Bolivariana, por el socialismo. Era en el fondo la lucha de los adecos y copeyanos del viejo Congreso, contra los defensores de la Patria, la libertad e independencia económica, contra el entreguismo burgués.
Como los linderos no estaban ni podían estar bien definidos, y en multitud de casos circunstancias personales hacían que los diputados MUD se inclinaran a una y otra parte, de tal modo que parecía contradecir lo que afirmamos, muchos creerán que lo que decimos es pura fantasía. Hubo también quienes, en realidad, aun combatiendo en aquella lucha, se aliaron y combatieron a uno, peleando contra él por creerle el más peligroso y más fuerte. A la masa escuálida se le arrastra con dólares yanquis, ya a una, ya a otra parte, sin que bastara a retenerla el llamado a defender la Patria de los diputados socialistas.
Por una y otra parte se esforzaron los ejércitos del imperialismo burgués en convencer al pueblo que en el espíritu de los diputados oficialistas tenía el mayor enemigo. En realidad fue una forma de una lucha universal, la de la burguesía conservadora, compuesta en su núcleo de grandes comerciantes, de ricos de ayer mañana, de gentes de fortuna en formación.
La burguesía demuestra mayor interés por el pueblo y tienen más en la boca la moralidad. Es natural, el que está gozando de lo que robó su padre o abuelo, o de lo que recibe del robo ajeno, se presenta siempre más moralista; el usurero es más moderado que el estafador.
Los que ven claro la iniquidad de la explotación comercial, no suelen ver la de la renta. Los que conocen la enorme injusticia de la inflación, que parece organizada por una comisión cuyo fin es promover el robo, no se fijan en la gran injusticia de la propiedad inmobiliaria y urbana del terreno; el que se manchó las manos con el narcotráfico se las lava comprando inmuebles y solares. Es decir, se las lava a los ojos de los cortos de vista. Mientras el pueblo habla de las estafas y otras infamias, tal oligarca redondea sus ganancias robando a los campesinos lo que éstos han ganado mediante saneamiento de terrenos propiedad del Estado.
Recordamos que en la huelga famosa petrolera, los señores imperialistas y los ex-directivos de nuestra Empresa Petrolera contemplaban a sus subalternos y a los trabajadores haciendo comentarios simpáticos hacia ellos, compadeciéndoles, dándoles la razón en parte e indignándose cómicamente de los chavistas que eran sus víctimas. Y luego se fueron a cobrar el cupón con el imperialismo que representaba el fruto depurado de esa conspiración, que es el precio de la esclavitud del pobre.
Unos y otros, los fariseos del cupón y de la renta y los cínicos puntofijista y sus derivados, son igualmente dañinos para el verdadero progreso social, unos y otros entorpecen la marcha sana del socialismo, unos y otros aspiran a seguir viviendo del trabajo ajeno, y unos y otros representan del mismo modo intereses contrarios a los de la clase trabajadora y a los del pueblo, porque el ideal por el que pelea el socialismo es el que ha de emancipar no a los obreros sólo, sino a todo el pueblo, a los mismos burgueses, a sus hijos sobre todo, porque ellos están encallecidos y, con tal de no trabajar, prefieren ser amos entre esclavos que hombres libres entre un pueblo libre.
Al margen:
De nuevo andan los izquierdistas trasnochados de botiquín alborotados como gallina clueca defendiendo su camada, por el nuevo colombiano capturado por los servicios de seguridad del Estado venezolano, y su posible entrega al Gobierno de Colombia por acuerdos establecidos entre ambos países. Así se duermen los más de ellos sin saber qué es socialismo, ni lo qué es la Patria, ni qué es igualdad, ni qué son pobres y ricos, ni lo qué es la responsabilidad, ni lo que son los tratados acordados.
¡Gringos Go Home!
¡Libertad para Gerardo! ¡Libertad para los cinco héroes de la Humanidad!
Hasta la Victoria Siempre. Patria Socialista o Muerte ¡Venceremos!
manuel.taibo@interlink.net.ve