“Que el día de ayer 11 de abril de 2002 fecha que será recordada con profunda indignación y tristeza nacional, ocurrieron hechos violentos en la ciudad de Caracas que se debieron a órdenes impartidas por el gobierno de Hugo Chávez Frías de atacar, reprimir y asesinar a mansalva a inocentes venezolanos que manifestaban pacíficamente en los alrededores del Palacio de Miraflores cometiéndose con ellos graves delitos comunes y de lesa humanidad contra el pueblo de Venezuela”.
Pero no sólo se intenta legitimar la dictadura con los hechos del 11 de abril. Asimismo, se busca justificarla por supuestas violaciones previas de los Derechos Humanos, según confiesa la citada proclama de la instalación de la dictadura:
“Que Hugo Chávez Frías y su Gobierno ha menoscabado sistemáticamente derechos humanos garantizados en la Constitución de 1999 y en los tratados, pactos y convenciones internacionales relativas a los derechos humanos suscritos y ratificados por la República, al punto de que nunca como en estos últimos tres años los organismos interamericanos de protección de Derechos Humanos han recibido tantas denuncias fundadas de violación de los mismos, en particular relativas al derecho de la vida, al debido proceso, a la libertad de expresión e información y al derecho a la información”.
Se invoca para justificar la dictadura de la oposición la pugnacidad que ésta misma provocó con sus continuos llamamientos a la guerra civil.
“Que Hugo Chávez Frías y su Gobierno promovieron irresponsablemente un clima de confrontación y violencia social, contraria a la unidad nacional, al pluralismo democrático y en general al respeto a los principios y valores democráticos contra todas las instituciones y sectores de la sociedad venezolana”. También se esgrimió como legitimación de la dictadura el supuesto apoyo gubernamental a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC.