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En ese sentido en un
comunicado de la Cancillería venezolana, el Gobierno de la República
Bolivariana de Venezuela, advierte los intentos del Departamento de
Estado, en él se rechazan “… las insólitas declaraciones
del subsecretario de Estado de los Estados Unidos para Narcóticos y
Seguridad, William Brownfield, sobre la falta de cooperación en la
lucha antidroga, éstas se constituyen como una nueva agresión del
gobierno de Washington contra el pueblo venezolano, basada en la mentira
y la difamación”.
En otra parte de este
documento se informa que “… la Venezuela Bolivariana ha desarrollado
una política soberana y efectiva de lucha contra el flagelo mundial
de las drogas, a partir del momento en que puso fin a la tutela que
en la materia ejercía la agencia estadounidense DEA, verdadero cartel
del narcotráfico internacional que ha convertido a los Estados Unidos
en el país más drogadicto del mundo. Nuestro país está libre de
cultivos, certificado por las Naciones Unidas, Venezuela desarrolla
la más amplia política de cooperación internacional de lucha contra
el narcotráfico con los gobiernos auténticamente interesados en derrotar
este mal, y no en desestabilizar nuestro sistema político ni controlar
nuestras políticas de seguridad”.
EEUU apunta a las
elecciones de presidenciales de octubre del
2012
No es descabellado pensar
acciones desestabilizadoras en la campaña electoral, ¿alguien podría
dudar de la participación de la Doctrina Obama en el golpe en Honduras
al presidente Zelaya, o en el intento del golpe policial al presidente
Correa, o en la campaña genocida contra Libia, con miles de civiles
muertos? Estos hechos, en el léxico militar del pentágono son “daños
colaterales” previsibles. Para ejemplo de estas tendencias intervencionistas,
tenemos las recientes declaraciones ofrecidas por una congresista estadounidense,
quien puso en tela de juicio el resultado electoral en Nicaragua, con
el triunfo de Daniel Ortega, y por ende del Frente Sandinista de Liberación
Nacional con el respaldo de 62% de los electores nicaragüenses.
Práctica ésta ya utilizada
en el apoyo a la oposición en Venezuela, donde EE.UU. y la oposición
venezolana aún no reconocen los resultados del referendo revocatorio
presidencial del 15 de agosto de 2004. Sobre este tema el Comandante
presidente manifestó a varios medios de prensa, que “… van
a ver que el 7 de octubre cuando les ganemos dirán 'Fraude', aquí y en Washington; dirán que 'el tirano' Chávez
hizo fraude. Les vamos a ganar con más de 60%, y dirán lo que hoy
dicen del triunfo del Frente Sandinista de Liberación.
Los principales
candidatos de la oposición venezolana hacen el ridículo
El candidato presidencial
del partido Un Nuevo Tiempo Pablo Pérez, que ha recibido el apoyo de
los partidos Acción Democrática (AD) y el Social Cristiano (COPEI),
en un encuentro con funcionarios estadounidenses fuera de Venezuela,
demostró en un acto público en la ciudad de Maracaibo, (estado Zulia,
del cual es gobernador) un peligrosa tendencia de inmoralidad y violencia,
en un video donde se observa en estado etílico y realizando juegos con
los artistas del evento, grotescos y amanerados, para luego trasladarse
a otro acto público de los simpatizantes del gobierno, con su seguridad
y policías estadales, para agredir y golpear a los partidarios del
presidente Chávez, en una demostración de violencia y carencia de
valores éticos.
Ante el bochornoso espectáculo
del candidato Pérez, otro ex candidato Antonio Ledesma, Alcalde Mayor
de Caracas, demostró su lacha oportunista y fue al Comando de
AD, para ofrecerse como candidato alterno, luego de atacar a su antiguo
partido de excluyente y de falta de apoyo. Mientras la candidata Corina
Machado trata de convertir su eslogan de campaña El “Capitalismo
Popular”, en un jingle (gancho publicitario) sugerido una empresa
publicitaria, porque su formación de clase alta venezolana, si haber
trabajado nunca, no le permite asimilar ni el capitalismo, y por supuesto
menos aún el concepto popular, porque la burguesía nunca apoyó a
estos sectores en casi 50 años de su democracia representativa y clasista.