Los imperialistas creen que son dueños de la verdad y que todo lo pueden, tienen la audacia de entrometerse en la política interna de Venezuela, como lo hacen permanentemente en otros países. Como fueron incapaces de sacar a Chávez por medio del voto, por medio del golpe de estado 2002, golpe y paro petrolero, golpe económico, atentados para asesinarlo. Ahora manipulan con la enfermedad del Comandante y nos vienen con un golpe institucional tipo Paraguay. Quieren recuperar el poder por los medios más oscuros para entregárselo a la burguesía apátrida y así poder apoderarse de nuestro petróleo. ¿Qué tiene, pues, de extraño que los imperialistas y sus secuaces del gobierno español inventen todo tipo de enfermedades achacables al Comandante?
Las declaraciones del Gobierno Gringo y español, no sólo tratan de manipular la opinión del pueblo chavista, sino también de mentiras que, bien trabajadas por la CIA, utilizan para dividirnos y destruir la obra del Comandante, apoyados por la burguesía apátrida y mal intencionados males sobre la salud del camarada Presidente y, con ello borrar de nuestra memoria los acontecimientos más grandes que ha vivido nuestro pueblo: la construcción de una sociedad nueva sin precedentes en la historia de Venezuela, sin clases y sin explotación del hombre por el hombre.
Admitamos que el pueblo venezolano estamos impregnados de rechazo contra la burguesía apátrida y los imperialistas, que siempre estamos preparados para la lucha, si se presenta la ocasión, ello significa que cuantivamente estamos ya preparados, pero eso por sí sólo es insuficiente. Para ganar la batalla, es indispensable trazar de antemano el plan de lucha, es indispensable contar con el pueblo unido, alerta y organizado.
Debemos ponernos al día, recoger la experiencia de Cuba, difundir esta experiencia, preparar tenaz y pacientemente al pueblo. Es posible que el estallido no sobrevenga todavía, pero se avecina, y, con toda probabilidad no se halla muy lejano. Y cuando llegue ese día, debemos encontrarnos bien preparados y concienciados, capaces de emprender acciones ofensivas, enérgicas contra los “pequeños burgueses fascistas”. Una vez comenzada la insurrección, hay que obrar con la mayor decisión y pasar a la ofensiva.
No tenemos la mayor pretensión de que se le imponga a la militancia activa una forma de lucha cualquiera, ni siquiera, resolver, desde nuestra frontera, la cuestión del papel que una u otra forma de lucha puede desempeñarse en el curso general de cada batalla. Lejos de nosotros la idea de ver en la apreciación concreta hecha de una u otra acción una cuestión de tendencias. Pero consideramos que constituye un deber contribuir en la medida de nuestras ideas a la justa apreciación teórica de las formas nuevas de lucha que la vida por el país nos hace aparecer, que debemos combatir sin cuartel a la burguesía apátrida y a los imperialista y los perjuicios que impiden al pueblo consciente plantear como conviene esta nueva y difícil cuestión y abordar como es debido su solución.
La dirigencia política debe sin falta plantearse la tarea de construir organizaciones que sean lo más aptas posibles para dirigir a las masas en estas grandes batallas y en lo posible, en pequeños encuentros. La dirigencia de grupo debe proponerse, en la época en que la lucha de clases se agudiza hasta llegar al enfrentamiento con los “pequeños rateros burgueses”, no solamente tomar parte activa en él, sino también desempeñar la función dirigente en ello. Se debe educar y preparar a la juventud y las comunas para que realmente sean parte beligerante no dejando pasar ninguna ocasión de asestar un golpe a las fuerzas del adversario. Esta es —no es posible negarlo— una tarea difícil, que no se puede resolver de golpe. Lo mismo que todo el pueblo se reeduca y se instruye en la lucha en el curso de estas diatribas, nuestras organizaciones deben ser educadas, deben ser reorganizadas sobre la base de lo que nos enseña la experiencia de la lucha de clases, a fin de estar a la altura de su misión. De toda forma nueva de lucha, que trae aparejada consigo nuevos peligros para la Patria de Bolívar, nuevos sacrificios que, desorganizan indefectiblemente, las organizaciones no preparadas para esta nueva forma de lucha permanente.
Sin una unificación ideológica sobre bases socialistas con vistas a la unificación política de todos los partidos revolucionarios, seremos incapaces de articular al pueblo y a los grupos más combativos que deben luchan contra los “pequeños rateros burgueses”, que es y será la única alternativa para superar el siniestro orden que nos impone el imperialismo desde hace mucho tiempo. Por eso es imprescindible que el pueblo conozca, todo lo que atañe al desarrollo revolucionario de nuestra clase, sobre todo en lo relativo a la denuncia implacable de toda forma de corrupción. Esto, por sí mismo, sólo es posible de alcanzar mediante la conciencia de clase, conciencia de que tenemos que luchar por la defensa de los intereses del pueblo contra lo que es el sistema capitalista.
¡Gringos Go Home! Libertad para los cinco cubanos héroes de la Humanidad.
¡ChavezEsUnPueblo!
¡ChavezSomosTodos!
¡ChávezViviráYVencerá!
¡Pa’Lante Comandante! ¡Independencia y Patria socialista!
¡BolívarVive!
manueltaibo1936@gmail.com