Las medidas de emergencia de Maduro en el rumbo correcto

Ahora a derrotar el saqueo contra el Pueblo Bolivariano y construir el Nuevo Modelo Productivo para la Transición

Caracas 16 de noviembre de 2013

Carlos Carcione, Stalin Pérez, Gonzalo Gómez, Juan García, Zuleika Matamoros, Alexander Marín.  Por la Coordinación Nacional de Marea Socialista.                                           

Introducción

Las medidas anunciadas por el Presidente Maduro el 6 de noviembre tienen la enorme virtud de facilitar el debate como debe ser: o construimos una política económica soberana o caemos en el monetarismo neoliberal  cuyo puerto final, son medidas devaluatorias, pactos con el FMI o la dependencia extrema, neo colonial, que nos hará prisioneros de los nuevos actores del escenario imperialista mundial.

La intervención de mercancías con precios de usura y su venta directa al público a precio justo despiertan simpatía y moralizan al pueblo bolivariano y le dan oxigeno político al gobierno y al Proceso. Esta reacción del gobierno contra los especuladores y usureros era la que reclamaba nuestro pueblo para ponerse en pie de lucha[i]. Lo mismo que espera se extienda a todos los rubros de la economía, en especial los alimentos[ii] y que se mantenga en el tiempo.

Sin embargo, el marco político de justificación de las medidas, así como las medidas mismas, aunque progresivas para la emergencia, son todavía precarias e insuficientes para estabilizar y profundizar el proyecto de la Revolución Bolivariana, y la declarada vuelta al rumbo de transición al socialismo.

El gobierno sabe que ahora sí entramos de lleno en el tiempo de las definiciones como lo está entendiendo el pueblo bolivariano. Un tiempo plagado de amenazas y también de grandes oportunidades. Atravesamos momentos difíciles pero apasionantes. Tenemos por delante la oportunidad de abrir una nueva etapa en este Proceso que en su momento, liderado por el Comandante Chávez, se montó sobre la ola que cambió el curso neoliberal en gran parte de América Latina.

El paso que debe dar la revolución para sobrevivir es recuperar  su rumbo, su dinámica y profundizarse. Es el paso que va de una revolución democrática al inicio de la transición, es decir: revitalizando las claves políticas del Proceso, debemos dirigirnos hacia la revolución en el terreno económico y social.

Se ha avanzado en el diagnostico del problema al ubicar la disputa por la Renta Petrolera en el centro de la escena. Pero ese diagnostico es aún parcial y por lo tanto insuficiente para desarrollar un plan que derrote la especulación y la usura [iii]de manera estructural. Y, sobre todo, que abra camino a un nuevo modelo productivo, construyendo una propuesta económica verdaderamente independiente  como solo puede serlo en esta etapa mundial: anticapitalista.

Hoy más que nunca, porque la batalla recién comienza, al tiempo que desatamos la movilización del pueblo bolivariano, necesitamos clarificar las ideas, utilizar la verdadera ciencia económica de esta época: la economía política. Es decir: la ciencia que estudia las relaciones entre las clases, las fuerzas sociales y políticas actuantes y la dinámica de los enfrentamientos entre esos actores sociales y políticos, lo mismo que las características propias de los patrones de acumulación del capital[iv]. Es necesario descubrir lo que se esconde debajo de la superficie de acaparamiento y usura en los precios y en la especulación con el dólar. Identificar cuáles son las fuerzas que se disputan la Renta  y por lo tanto el control de la economía nacional y con qué política lo hacen. Sólo así podremos responder de manera revolucionaria a la actual crisis.

El nombramiento de Rafael Ramírez como Vicepresidente del Área Económica, el consiguiente mantenimiento del Control de Cambios y las nuevas medidas económicas, dejan agonizante al plan de entrega de la Renta elaborado por Merentes y  las Cámaras Empresarias. Cámaras denunciadas el 6 de noviembre por Maduro como responsables directas de la Guerra Económica.

Sin embargo ese plan no ha muerto. Merentes es mantenido en el gobierno y las medidas anunciadas, aunque van en el sentido correcto, terminan, por ahora, allí donde deberían estar comenzando. Todo esto en un peligroso juego de señales confusas, pidiendo a la burguesía que reflexione. La ofensiva, por ahora mediática de los especialistas de la oposición, de los propios empresarios y de algunas voces  que surgen desde la misma orilla del Proceso Bolivariano, se redobla.

En el caso de los que dicen defender el Proceso, hablan  opinadores de oficio sin compromiso militante revolucionario.  Supuestos “expertos”, desde la comodidad de sus despachos en el exterior, escriben artículos insultantes. Ex altos funcionarios del gobierno confundidos sin saber ¿Qué Hacer? o interesados en dar por muerto prematuramente al Proceso Bolivariano, agitan el fantasma del colapso económico si no se toman las medidas que la oligarquía reclama.

 Lamentablemente, desde los medios públicos se responde con argumentos superficiales y en el terreno que plantea la oposición. Los que hemos alertado contra esta guerra no hemos sido llamados a colaborar en este  combate mediático,  pero se toman y se utilizan nuestros argumentos y propuestas muchas veces de manera banal, ratificando el curso burocrático y de censura al pensamiento crítico, que tienen esos medios.

Por otra parte y esto es muy importante, el escenario continental es favorable. Desde lo más profundo del Brasil que estaba quieto desde hace 20 años, se ha puesto en marcha, hace apenas unos meses, una nueva ola en ascenso. Esta vez contra el nuevo reformismo que se adueñó de parte de los países de Suramérica. Multitudes se han lanzado a las calles a protestar contra las insuficientes políticas sociales. Se pelea también por reclamaciones obreras y populares largamente postergadas  y contra el maltrato de una burocracia estatal que tiene como objetivo supremo gerenciar los negocios de su propia burguesía.  

El Catatumbo en Colombia despertó a un movimiento campesino y popular empobrecido, ferozmente reprimido y silenciado por años. Continúa haciéndose oír el movimiento popular contra el extractivismo de Norte a Sur en todos los Andes y el Amazonas, y en las tierras fértiles de las pampas del Sur se levantan los pueblos contra la depredación sionista de Monsanto sobre la tierra, entre muchos otros ejemplos. Esa ola, que está en sus inicios, es continuidad de la anterior y se está desarrollando por toda la geografía de nuestro continente. 

Si algún actor social o político intenta ir abiertamente contra esta ola sentirá el rigor de las fuerzas desatadas.  Y si la confianza en nuestro propio pueblo alguna vez se viera empañada por el desanimo o la confusión, debemos recordar que los vientos que nos empujan vienen otra vez desde lo más profundo de Nuestra América, es esa tempestad popular la que se debe cabalgar. Y no dudemos: el pueblo bolivariano estará a la altura de la exigencia histórica.

Marea Socialista hace este aporte en el mismo sentido que los anteriores[v], desde su posición de Corriente Política, Sindical, Popular y Juvenil del Proceso Bolivariano, en el ánimo de ayudar al debate nacional para defender y profundizar la Revolución Bolivariana hacia un rumbo anticapitalista.

 

I. Los alquimistas y la fascinación por el  dólar

Antes de la Ciencia fue la Alquimia. La búsqueda del manantial de la eterna juventud, la sabiduría a partir de la piedra filosofal, la fórmula oculta en oraciones esotéricas  que permiten convertir al plomo en oro. En fin, la búsqueda de una acción mágica que nos concedería la vitalidad eterna, el conocimiento total o la riqueza sin límites. Así están nuestros alquimistas económicos, buscando que una acción mágica sobre la relación dólar/bolívar, como por ejemplo liberar su compra a “todos los ciudadanos”, resuelva lo que, entre aterrorizados y amenazantes llaman una crisis terminal del proceso de la Revolución Bolivariana. 

Estos “técnicos”, alquimistas, siguen enredados en la superficie del problema. Enceguecidos de fascinación por el gran fetiche: el dólar. El fetiche de todos los fetiches, encerrado en la mercancía de todas las mercancías del capitalismo: el dinero.[vi] ¿Cuál será la medida mágica? se preguntan y debaten entre ellos hasta sumergirse en la angustia que provoca la impotencia. ¿Será devaluar, liberar el precio y la compra del dólar o encontrar un parámetro comparativo distinto al actual? ¿Será verdad que nos acechan las siete plagas del desierto si no resolvemos el gran problema del dólar? Es decir, si no le damos a la burguesía todos los dólares que pide, que son todos y para siempre.

Fascinados como están son incapaces de comprender que el patrón de acumulación del capital en una economía nacional lo determinan el tipo y la dominación de clase sobre las relaciones sociales existentes en el país. Las características propias de la estructura económica. Y la lucha feroz,  a cielo abierto, entre esas clases y sus direcciones políticas y sociales para apropiarse, modificar y controlar la superestructura política, es decir el  régimen político y el gobierno, herramientas con las cuales garantizar e imponer por la fuerza un determinado consenso social.

En una economía tan elemental como la nuestra, que depende exclusivamente de la Renta Petrolera, esas relaciones sociales, entre clases sociales, se definen, en los momentos en que el consenso social se ha roto, por una disputa brutal por la apropiación, el control y el reparto de esa Renta.  Y, por supuesto, nuestros alquimistas,  no entienden que un consenso social, es decir el breve momento de tiempo en donde funciona la negociación entre las clases y sus liderazgos sociales y políticos, para armonizar con medidas técnicas, el reparto parcial de la Renta, se logra solo sobre la base de la imposición forzada, si se quiere violenta, de un patrón específico de acumulación de capital[vii] por parte del sector triunfante en la disputa.

Es verdad que la relación Bolívar/Dólar es una relación de tensión permanente y en la que hay que buscar, interviniendo con medidas correctivas, equilibrios relativos de manera constante. Pero esta tensión no es “en sí”. Por el contrario expresa una distorsión provocada por el tipo primario y rentístico de nuestro capitalismo dependiente.

La base de esta tensión está en el privilegio de tener petróleo. Venezuela capta su riqueza en el mercado internacional y la vuelca al interior del país[viii]. Pero la situación actual no está provocada por ese conflicto histórico. La relación de hoy entre Bolívar y Dólar refleja un cambio más profundo en la estructura económica de la sociedad: se rompió el consenso social sobre el patrón de acumulación del capital que funcionó, con modificaciones y fuertes turbulencias, entre 2003 y 2012.

No es que falten dólares, es que se ha abierto la pelea por el control y la apropiación de todos los dólares que entran al país. Para decirlo de otra forma, de lo que se trata es de la batalla política y social por el control absoluto de la Renta y su distribución y la instalación forzada de un nuevo consenso en el patrón de acumulación y un nuevo régimen político. Eso busca la oligarquía local y la nueva burguesía, relacionada estrechamente con sectores de la alta burocracia del Estado y el capital financiero. Y por lo tanto buscarán instalar un gobierno  totalmente propio que les permita imponer esa nueva relación de fuerzas que pretenden conquistar.  En pocas palabras: Recuperar el país que hoy no controlan como quisieran.

Es esto lo que ignoran con soberbia  olímpica, los alquimistas, técnicos y matemáticos,  encerrados en sus laboratorios con sus títulos de “doctores”. Allí ejercitan con sus modelos prefabricados, con su teoría de los juegos, con sus pociones mágicas.

Distinto es el papel de nuestros “intelectuales orgánicos”, que los tenemos y de calidad. Ellos saben, como lo sabe el pueblo revolucionario, que la vida, la realidad, pasa por otro lado. Es en las calles de las ciudades, en los campos y en las fábricas donde se resuelven las contradicciones con el hasta ahora único motor de progreso probado de la historia humana: La lucha de clases. Y es bueno recordarlo: en esa lucha nuestro lugar está del lado del pueblo que vive de su trabajo.

 

II. El consenso en el patrón de acumulación impuesto por la Revolución. Chávez y el proyecto de economía mixta.

La Revolución Bolivariana merece el nombre de tal por dos hechos fundamentales. En primer lugar porque consuma la liquidación del régimen político de dominación de la IV República abriendo camino a un experimento inédito en el continente. Cuyo resultado es el proceso constituyente que diseña una hoja de ruta de independencia nacional para el proyecto bolivariano: la Constitución de la V República. Y en segundo término,  porque conquista el control total de la Renta Petrolera por primera vez en la historia del país. Y lo hace de manera revolucionaria, es decir derrotando en las calles y políticamente  a la oligarquía nacional y al capital internacional.

Los primeros cuatro años del proceso fueron la expresión de esta batalla entre lo nuevo y lo viejo. La lucha  se dio en las calles y en procesos políticos con manifestación electoral.  Los hechos son: el triunfo electoral  de Chávez en 1998, el proceso constituyente entre 1999 y 2000, sintetizado en 4 elecciones nacionales alrededor de la elaboración y sanción de la nueva Constitución, incluyendo la elección presidencial que ratifica a Chávez. La derrota del Golpe de Abril y del Paro y el Sabotaje en 2002 y enero de 2003. Y por último el triunfo contundente en el Revocatorio de 2004.

Sobre la base de este proceso revolucionario, recordado por el profesor Vladimir Acosta como “el momento más bonito de la Revolución”, es que se consolida un nuevo régimen político y se impone y aplica un consenso social  para un nuevo patrón de acumulación de capital.

A diferencia de la IV República donde la captación de la Renta era principalmente por parte del Capital Internacional y sus empresas. La consolidación del nuevo régimen político, con la forma de Cesarismo Progresivo[ix], ejercido por Chávez,  pone bajo control del Estado esa Renta. Y funciona como árbitro en la distribución de los dólares en los que esta se expresa, entre las distintas clases y sectores de clase.

Esta distribución se hace a través de los Convenios Cambiarios con los que el Estado administra  y distribuye el dólar. Hasta el momento se han dictado 26 de estos convenios, 25 de los cuales modifican el original Número 1 del 5 de febrero de 2003. Ellos son hasta hoy el instrumento fundamental de distribución de la renta.

Aunque se extienda el texto, es necesario para la comprensión del proceso que señalamos, reseñar cronológica y descriptivamente las etapas de la evolución de este consenso impuesto por el  triunfo del proceso revolucionario y administrado por Chávez hasta diciembre de 2012:

a) De 2003 a 2004: Triunfo sobre la contrarrevolución y recuperación de la economía.  Durante todo el año 2002 y parte fundamental del 2003 se desarrolla la lucha contra el Golpe, el Paro Empresarial, el Sabotaje Petrolero y sus consecuencias. Esta lucha tiene como resultado para la economía nacional el mismo que si hubiera ocurrido una guerra no convencional. Miles de empresas cierran definitivamente, decenas de miles de puestos de trabajo se pierden, el Producto Nacional Bruto se desploma en pocos meses en un nivel del 16% mientras que en el sector petrolero la caída alcanzó al 26%[x] [xi].

Desde el punto de vista de los recursos líquidos se fugaron del país más de 30.000 millones de dólares, además se dejó de producir por otros 20,000 millones[xii]. La suma de estas cifras es similar a la facturación anual de PDVSA para la época. El control total por parte del Estado de la Renta Petrolera, como resultado de haber conquistado el control sobre PDVSA y el manejo de todos los dólares que ingresan al país a través del Control de Cambios, logran la recuperación económica en apenas un año.

Estás medidas evitan que siguiera la fuga de dólares al exterior, es el periodo en que se lanzan las misiones en alimentación, salud y educación de gran impacto social. Es asimismo el momento en que se destina el excedente de dólares a los fondos especiales de desarrollo sin pasar por el Presupuesto Anual ni por el Banco Central, gracias a esto se empiezan las grandes obras de infraestructura.

Durante este periodo sólo existió CADIVI como instancia concreta de otorgamiento de los dólares para la importación de productos. No había posibilidades “legales” de colocación de dólares en el exterior. Se empiezan a desarrollar los delitos cambiarios.

 Es la época heroica, más objetivamente anticapitalista, de la Revolución Bolivariana. El tiempo en que las calles de todo el país temblaban bajo el apasionado grito de: “Con hambre y desempleo con Chávez me resteo” hasta conquistar el triunfo.

b) De 2004 a 2010: Nuevo consenso para la acumulación privada de capital. El dólar permuta. La economía mixta. Después de la derrota aplastante en el revocatorio del 2004 la burguesía y sus partidos quedan desorientados. No participan en las elecciones a la Asamblea Nacional del 2005 dejando una Asamblea totalmente Roja Rojita. Pierden su unidad anterior y la voluntad, aunque no el deseo de salir de Chávez inmediatamente.

El sector que había impulsado la búsqueda de salir de Chávez con el revocatorio empieza a diseñar, desde el punto de vista electoral, su adaptación a la Constitución Bolivariana y a planificar su participación en la disputa presidencial del 2006. Comienza una larga marcha de cohabitación política forzada para ellos por la derrota de la contrarrevolución y alentada desde el gobierno, que para mostrar su buena voluntad deja sin el castigo merecido los crímenes de la oposición en el Golpe y  el Sabotaje.

Chávez por su parte declara el carácter anti imperialista y luego socialista de la Revolución Bolivariana. Se asienta en su Hoja de Ruta, la Constitución, y diseña y ofrece a esta burguesía una propuesta de economía mixta.  Propuesta que hay que entender como una participación económica activa en el proceso de acumulación de capital, que complementa la cohabitación política bajo el paraguas electoral de la Constitución. Independientemente de nuestra visión crítica y opuesta a ese modelo, es  un hecho que imponía así un nuevo consenso social  diferente del de la IV República con la ilusión de que resolviera las contradicciones y choques permanentes que provocan la acumulación privada de capital. En este caso la disputa por la Renta Petrolera.

El Presidente Chávez tenía una extraordinaria fortaleza política lograda sobre la base de la derrota de la contrarrevolución y su papel consolidado como árbitro político máximo, excluyente, también para distribuir los dólares de la Renta.

Su objetivo declarado  en decenas de alocuciones, intervenciones y discursos para justificar la economía mixta, es, mal que bien, el alejamiento del modelo económico interno del socialismo soviético. Nunca llegó al despropósito de decir como algunos desde el gobierno plantean en la actualidad, que defendía la “libertad económica” de la burguesía. Propone que en el desarrollo de la economía nacional compitiendo los sectores estatales, la economía social y los sectores privados, se pudiera instalar un nuevo modelo productivo que avance en una transición al socialismo del Siglo XXI, definición poco clara hasta el día de hoy e indeterminada en el tiempo. Ese experimento de economía mixta, donde la burguesía del color que fuera tuvo todas las oportunidades e incentivos para convertirse en productiva, es el que está agotado irreversiblemente.

A CADIVI, dedicado esencialmente a otorgar las divisas para la importación de bienes de consumo y en menor medida de capital, se le suma la herramienta económica, financiera, para la acumulación privada de capital con el objetivo declarado de que esa acumulación desarrollara un modelo productivo. Esta herramienta fue el Dólar Permuta. Un mecanismo por el cual Bancos y Casas de Bolsa, facilitaban la compra de dólares y su giro al exterior por parte de los privados. Esos dólares eran suministrados por PDVSA y el Banco Central de Venezuela. Es decir eran parte importante de la Renta Petrolera total y nunca fueron volcados a desarrollar la producción local.  

Al calor de este mecanismo es que aparece y se desarrolla rápidamente un nuevo actor social: la boliburguesía. Estos sectores asociados íntimamente a la alta burocracia del Estado, van desarrollando una asociación también íntima con sectores de la oligarquía tradicional, en algunos casos esa relación era previa. Los negocios de este actor están en la importación pero, sobre todo, en el sistema financiero[xiii].

La experiencia con el Dólar Permuta concluye con la crisis bancaria de finales de 2009.  Otros 30.000 millones de dólares fugados al exterior, 15 bancos cerrados, 11 de ellos intervenidos. Todos recordamos a familiares directos de Altos funcionarios del Estado involucrados en la crisis junto a representantes de la oligarquía tradicional como Mezerhane y Zuloaga. El golpe financiero que sufre el Proceso es fuerte, además de los miles de millones de dólares fugados al exterior, el Estado se hace cargo de los depósitos de los ahorristas y asume la nacionalización de una parte de los bancos cerrados, con sus trabajadores y sus pasivos.  

En este periodo se dan las primeras muestras de fastidio político del pueblo bolivariano con la burocracia gobernante. No alcanza la campaña de Chávez para ganar la Reforma Constitucional de 2007. Otro episodio es la pérdida de importantes gobernaciones y alcaldías en 2009, ejemplo: la Alcaldía Mayor de Caracas, Maracaibo y la gobernación del estado Miranda. Otro ejemplo es el resultado de las elecciones de diputados a la Asamblea en 2010, donde se gana la mayoría simple de los diputados pero se pierde en el total de votos nacionales.

Mientas tanto, la economía se hacía más importadora. Menos productiva. Más dependiente de la Renta Petrolera. Esa boliburguesía, la tradicional oligarquía y el capital financiero, desplegaban todo su “ingenio” para seguir captando, cada vez, una parte mayor de la Renta. Acompañada de manera cómplice por la alta burocracia del Estado que construye sus privilegios a partir de esa relación y por la legalización de la apropiación de la Renta a través del sistema cambiario llamado  Dólar Permuta.

Pero no dedicaron esa acumulación de capital en invertir para desarrollar la producción en el país como  esperaba Chávez. Es un hecho, no una opinión, que el esfuerzo por lograr un efecto productivo de esa propuesta de economía mixta fracasó, está en la naturaleza del capitalismo de esta época, su carácter mafioso y parasitario. Así la economía se hizo mucho más importadora, más parasitaria de los dólares que aporta PDVSA al país.

c) De Finales de 2010 a diciembre de 2012: El SITME. La acumulación mafiosa de capital[xiv]. El fin del consenso.

Superada la crisis bancaria de fines de 2009 y principios de 2010  y cerradas las operaciones con el Dólar Permuta, Chávez insiste en la propuesta de economía mixta. Convoca a los 1000 principales empresarios al anfiteatro en Miraflores, donde les advierte, pero también les insiste en trabajar en común. Es decir los llama a que se desarrollen en ramas de la producción interna. Les da otra oportunidad que ya para entonces no merecían. Como medidas prácticas para implementar este nuevo intento se instala el SITME.

CADIVI seguiría desarrollando su papel de proveedor de dólares para la importación de productos, gastos internacionales para viajes, remesas familiares al exterior, asignaciones para estudios en el exterior y otros rubros menores. Durante una parte del 2010 lo hizo con dos tipos de cambio, uno para bienes de capital, para desarrollar supuestamente la industria, y para alimentos y medicinas y otro para el resto de las importaciones o gastos en el exterior.

 Pero para procesar las solicitudes extraordinarias de dólares es decir aquellas que se dirigían a atesorar capital por parte de la burguesía o a inversiones en el mercado financiero, se crea el SITME, con un dólar inicial entre un 40 y 50 % superior al precio para la importación de mercancías y un 100% superior al de compras de bienes de capital y alimentos. La expectativa del gobierno era, otra vez, que esos recursos financieros obtenidos a través de la Renta fueran utilizados para la producción. Ese es el sentido que tiene la advertencia pública realizada por Chávez a Lorenzo Mendoza, sobre los dólares que Mendoza mantenía (y aun mantiene) en el exterior, en la reunión que mencionamos y por cadena de radio y televisión. Pero este propósito nuevamente fracasa.

También a través del sistema financiero y el SITME se le agrega una nueva fuente de entrega de la Renta a la burguesía de todos los colores. La emisión de Deuda Pública Soberana y de Deuda de PDVSA, ambas nominadas en dólares pero que se conseguían en bolívares en el país, al tiempo que se podían vender en dólares en el exterior. Este es un nuevo mecanismo de acumulación de capital y de atesoramiento por parte de la burguesía de una parte de la Renta, esta vez a futuro, es decir de la Renta todavía no captada, un instrumento por demás especulativo.

Entre mediados y finales de 2011, luego de la primera operación para el tratamiento de su enfermedad, Chávez lanza la Gran Misión Vivienda Venezuela, y empieza a cancelar una serie de deudas sociales del proceso. Ejemplo la LOTTT. Desde el punto de vista económico, el impulso a la industria de la construcción recupera rápidamente el crecimiento económico, hace prácticamente desaparecer la desocupación, aumenta el nivel salarial promedio y lleva la inflación al nivel más bajo de los últimos años.

Con fuertes turbulencias y con delitos de sobrefacturación y comisiones ilegales, por el escaso control, programado así, en la asignación de divisas, parecía que el consenso social funcionaba. Sin embargo tampoco en este periodo se avanza en desarrollar la producción en el país, la agricultura sigue en caída libre, sigue la desindustrialización y se ataca hasta paralizar la primera experiencia consistente de nuevo modelo de gestión industrial y de transformación de las relaciones sociales de la producción, a través de las experiencias de Control Obrero en las industrias básicas. Esto último sucede por maniobras de la burocracia del Estado que no quería perder el control de esa fuente de recursos y privilegios.

En noviembre Chávez recae en su enfermedad. Empieza un tiempo de incertidumbre que con idas y vueltas no se detendría hasta marzo de 2013. La oposición ve su oportunidad y pone rumbo a la unidad política. En enero de 2012 realizan sus elecciones primarias, instalan sus candidaturas, se preparan para la batalla electoral y apuestan a que su oportunidad estaba próxima. 

El año 2012 transcurre en preparativos electorales, la incertidumbre por la salud de Chávez y las elecciones. Simultáneamente se desarrolla un fenómeno económico cuyas consecuencias se comenzaron a sentir en toda su dimensión desde Febrero de 2013. Comienza a través del saqueo de miles de millones de dólares sobre el sistema cambiario, en especial el SITME, lo que a nivel popular se conoce como la “Raspadera de Olla”. Esta es la verdadera cara de la burguesía vieja y nueva y sus aliados en el Estado: su rostro mafioso, cartelizado, repugnante.

El escandaloso robo de los 20.000 millones de dólares distribuidos por el SITME e empresas de maletín, cifra similar a la que se perdió por falta de producción en el Paro y el Sabotaje Petrolero, es la cruel prueba de ese carácter mafioso y repugnante. Mientras no se sancione a los responsables de este crimen a los funcionarios públicos y a los empresarios privados y no se recuperen esos fondos, crecerá la deuda moral y económica del gobierno con el pueblo que vive de su trabajo.

El consenso impuesto por la revolución había terminado. Y no se volverá a recuperar, abriendo un tiempo de disputa feroz por la Renta Petrolera y el control del país. El aparato productivo está más debilitado que antes y  la oligarquía, la boliburguesía y en especial el capital financiero apoyados en sectores de la Alta burocracia del gobierno, se preparaban para iniciar un proceso de profundas contrarreformas contra las conquistas del Proceso Bolivariano. La primera de ellas: la liquidación del Control de Cambios en camino a la vuelta al FMI. Pero hay en danza otras contrarreformas como, por ejemplo, modificaciones de la LOTTT en el terreno de la jornada laboral y sobre todo de la inamovilidad laboral[xv], entre muchas otras. Este es el trabajo que no pudo terminar, por ahora, Merentes y los que lo apoyan dentro del gobierno.

Gravemente enfermo, haciendo un esfuerzo enorme, Chávez gana de manera contundente la elección presidencial de Octubre e inmediatamente en el primer Consejo de Ministros, enviste contra la burocracia, contra el Estado Burgués y pide el impulso de las comunas. Como broche de oro del Golpe de Timón que anuncia, reivindica la crítica y la autocrítica como método.

La oligarquía y la burguesía roja, los importadores y el capital financiero, se preparan para recuperar la renta y con ella el país. Presionan y obtienen la devaluación de Febrero, comienza el crecimiento galopante de la usura en los precios, el acaparamiento y el desabastecimiento programado y la especulación con el dólar paralelo. No logran ganar la elección presidencial en Abril pero redoblan la apuesta. Ofrecen estabilidad al gobierno a cambio de dólares, pero quieren todos los dólares, la Renta Petrolera completa, es decir van por  PDVSA. El gobierno electo por muy estrecho margen, desorientado, con fuertes peleas internas empieza un camino equivocado que hoy parece, busca corregir. Ahora sí, entramos de lleno en el tiempo de las definiciones. 

d) Las causas de la ruptura del consenso. Superando la crisis de los precios del petróleo  de 2009 donde esos precios bajaron de $ 140 en 2008 a $ 36 en 2009, durante 2011, 2012 y 2013 el precio del barril se mantiene estable alrededor de los $ 100. El otorgamiento de dólares para la importación continúa similar durante esos tres años.  Por lo tanto no son causas económicas las que provocan esta situación.

La ruptura del consenso impuesto por la Revolución se produce por razones políticas y con objetivos económicos y políticos. Las causas son: El fallecimiento del Comandante Chávez que provoca una situación de vacío del Régimen  Político. El triunfo electoral de Maduro por muy escaso margen que da como resultado un gobierno débil. La disputa interna por la supremacía en el chavismo.  El vacío de liderazgo.

La oligarquía tradicional, la nueva burguesía roja, provocan la guerra económica como camino a la recuperación de la Renta y el control político del país. La pelea ha comenzado. Están claros los campos pero todavía no están del todo  claros los personajes. El tiempo irá mostrando cuales son los liderazgos que se consolidan en cada sector en disputa. Y al igual que durante el Sabotaje Petrolero la pelea no se detendrá hasta que tenga un ganador contundente. Al final nos espera un nuevo patrón de acumulación del capital y un nuevo Régimen Político.

Si el presidente Maduro comprende la dinámica de la situación y es capaz de mantener la ofensiva recuperada con estas medidas de emergencia y profundiza en cambios estructurales, estaremos en el camino de construir un nuevo liderazgo, que está vez deberá inexorablemente ser colectivo, con la participación activa y democrática del pueblo bolivariano civil y militar, de la clase obrera movilizada y de todos los que viven de su trabajo. 

De lo contrario, si por ingenuidad  o complicidad, se mantiene la ilusión mil veces fracasada, de que en una nueva negociación a mitad de camino de esta batalla, con los sectores especulativos y mafiosos que predominan en la personificación actual del capital, y se intenta con esa negociación volver al esquema de economía mixta, el gobierno estaría tomando una decisión suicida.

 

III.  Para Ganar esta Guerra: Dar pasos hacia la revolución económica e iniciar la construcción de un nuevo modelo productivo no capitalista.

El agotamiento, ruptura y fracaso del consenso en el patrón de acumulación de economía mixta nos pone frente al urgente desafío de abordar la construcción, sin más demoras, de un nuevo modelo productivo no capitalista. No hablamos aquí de hacer desaparecer a todo el sector privado ni de estatizar toda la economía ni de fortalecer un Capitalismo de Estado que tiene como destino el fracaso, por estar fuera de las condiciones históricas actuales. Hablamos de una verdadera revolución económica que permita diseñar una política económica independiente y soberana.

El centro de ese nuevo modelo productivo es lograr lo que no logró el capitalismo dependiente y rentístico venezolano hasta ahora: Romper la “maldición de la Renta”. Y utilizar ese privilegio para empezar de una vez lo que pidió Arturo Uslar Pietri en 1936 “Sembrar Petróleo”. Ese es el sueño incumplido del Comandante Chávez y una tarea fundamental en la que no nos hemos empeñado suficientemente hasta ahora.

El papel que para Venezuela tienen pensado todos los que hoy controlan y/o se disputan el mercado mundial es el de ser un simple proveedor de recursos naturales: léase  Petróleo[xvi], hasta que este se agote. Y que el país devuelva al mercado mundial la Renta captada, importando todo tipo de mercancías, de las necesarias y mucho más de las completamente innecesarias. En este aspecto la burguesía parasita venezolana, sea del color que sea y sus socios de la burocracia estatal, son la cadena de transmisión al interior del país de esa voluntad del mercado mundial. 

Rebelarnos contra los designios del mercado mundial imperialista utilizando nuestra Renta Petrolera para lograr la independencia económica de los factores de poder del capitalismo internacional es posible y se convertiría en una verdadera revolución anticapitalista.

Esta es, en el ámbito económico, la tarea más importante de la actual generación  de venezolanas y venezolanos que sueñan un país independiente. Requiere para aplicarse, en primer lugar, responder las preguntas más importantes para la construcción del nuevo modelo productivo: ¿Dónde, cómo y en qué proporciones  invertir la Renta? Es decir, la construcción concreta del Plan de la Nación que tiene sus líneas gruesas en el Programa de la Patria. Cómo hacerlo en agricultura, en qué ramas de la industria y cómo y para qué impulsar el desarrollo educativo, científico y técnico. Y la tercera es  la construcción del Régimen Político con el cual edificar e imponer un nuevo consenso sobre el patrón de acumulación de capital, esta vez no capitalista.

La definición de las prioridades y las herramientas para el diseño estructural de nuevo modelo productivo, la elaboración concreta del Plan de la Nación y la edificación del nuevo Régimen Político debemos hacerla buscando en las claves de la Revolución Bolivariana. Esto es: en proceso Constituyente, en el marco de un gran debate nacional de las fuerzas del trabajo de la ciudad, el campo y la industria que culmine en una gran Constituyente de los trabajadores y la producción nacional.

 

IV. Cuatro Palancas para la puesta en marcha de un nuevo modelo productivo

Los ideólogos de la restauración habían logrado instalar dos falsas ideas fuerza: la primera que no era posible resolver la usura y el desabastecimiento si el Estado no entregaba todos los dólares que la oligarquía pedía. La segunda, que cualquier política que significara mayor intervención del Estado en regulación y controles duros empeoraría la situación. El principal éxito de las medidas de emergencia contra la usura que está aplicando el gobierno, es haber demostrado la falsedad de esas ideas.

 La intervención decidida del gobierno y una importante moralización y acompañamiento del pueblo bolivariano no sólo ha frenado el aumento semanal de precios, sino que ha empezado un proceso de reducción significativa en los mismos. Y también resolverá a condición de continuar este camino el problema del abastecimiento.

La segunda idea cae por su propio peso, de la respuesta anterior se desprende que es posible combatir a la usura y la especulación, ambas a nivel de estafa, con una decidida intervención del Estado, duros controles, fiscalización y sanciones ejemplares.  Pero hay que ser conscientes de que esto sólo es insuficiente. Para quebrarle el espinazo a este problema estructural es necesario avanzar hacia una transformación económica anticapitalista.

Nosotros, por nuestra parte sostenemos que es la hora, usando herramientas económicas idóneas y movilizando participativamente a ese pueblo moralizado por el ataque a la usura y al desabastecimiento programado, de empezar a construir un nuevo modelo productivo. Las palancas fundamentales que proponemos para el debate constituyente sobre este tema son:   

a) Limite estricto y móvil, a la baja, de la utilización de los dólares que provee la Renta para la importación de bienes de consumo. Clave de un nuevo modelo productivo no capitalista.  Vamos a poner un ejemplo para mostrar el despilfarro de dólares preferenciales en la importación masiva de bienes no necesarios.

Caso Automotriz. La capacidad instalada de las ensambladoras automotrices que funcionan en el país es de 275.000 unidades anuales. Sin embargo, en 2013, hasta fines de septiembre solo se habían ensamblado 58.073 automóviles, 25.717 menos que el año anterior cuando para la misma fecha se llevaban ensamblados 83.790. Entretanto la comercialización en el país de carros importados ha tenido un repunte del 52,6% en relación al año anterior. Es decir: en 2013 se vendieron hasta la fecha en la que estamos comparando 24.714 carros importados. Mientras que en 2012 para la misma fecha los importados vendidos habían sido: 16.196[xvii]. Es bueno aclarar que este sector industrial es el que más dólares preferenciales recibe.

La pregunta que surge inmediatamente es: ¿por qué seguir asignando dólares preferenciales para la importación de carros en tanto no se use toda la capacidad instalada que la industria local mantiene ociosa? Es un despilfarro, un negocio especulativo para los empresarios y una distribución regresiva de nuestra riqueza que sigamos  otorgando dólares para importar carros terminados.

Nuestro punto es: ponerle límite en porcentaje, para la importación de bienes de consumo, a los dólares que ingresan producto de la exportación de Petróleo.  Esto obliga a planificar las importaciones para el consumo personal o familiar sobre todo los innecesarios y ahorrar una importante cantidad de dólares que debe ser destinada a desarrollar una política industrial y agrícola. Y en segundo lugar obliga a utilizar la capacidad instalada ociosa de una industria por la que el país ha invertido mucho[xviii], aportando entre otros beneficios la generación de puestos de trabajo calificado, elevando el nivel en la cultura del trabajo de nuestra clase obrera.

Sin embargo para poder “sembrar petróleo” que es en lo que se viene fracasando desde hace 77 años y que esto se cumpla con carácter obligatorio y permanente en el tiempo, este límite y su regulación a la baja debe tener rango Constitucional. Es decir debe ser una clave del nuevo consenso social no capitalista. Por eso es necesario un debate global sobre todos los rubros de consumo personal o familiar, bienes durables, etcétera, a los que se destinan los dólares para fijar ese límite y luego, aprobar en una elección la Enmienda Constitucional que lo sancione.  El  gobierno que no cumpla esa orden del poder originario estaría violando la Constitución y sería sujeto de revocatorio especial, por la importancia estratégica del tema, en cualquier momento de su mandato.

b) El Monopolio Estatal del Comercio Internacional, como parte fundamental de la Política Económica Soberana. El anuncio de la creación del Centro Nacional de Comercio Exterior y de la Corporación Nacional del Comercio Exterior son pasos significativos en el terreno administrativo para lograr el Control Estatal del Comercio Exterior del país. Sin embargo es necesario avanzar hacia definiciones  no solo administrativas sino de política económica soberana en este terreno.

El monopolio del Comercio exterior en nuestro caso debe apuntar a romper la acumulación mafiosa de capital. Esta acumulación mafiosa se expresa en las prácticas criminales de sobrefacturación, de evasión fiscal y sobre todo de falsificación de operaciones de importación que no se realizan, las llamadas empresas de maletín y otras prácticas criminales. La forma de evitar estas prácticas es que en ningún punto del recorrido de las operaciones de importación, las empresas que solicitan la importación de mercancías manejen las divisas. No es necesaria la entrega de dólares físicos o bancarios a los importadores. Es el Estado a través de sus instituciones el que debe manejar la divisa internacional que él mismo genera[xix]. Otro aspecto fundamental de política económica es someter a profunda revisión los 26 convenios cambiarios para sancionar uno nuevo que exprese el objetivo de una política económica soberana, anulando de una vez los anteriores.

Por otra parte el comercio internacional también debe contemplar el estimulo para las exportaciones de los sectores productivos no petroleros que alcancen competitividad internacional. Sin embargo no se trata, por ahora, de impulsar un modelo exportador. Por el contrario nuestra primera prioridad es desarrollar nuestra industria y agricultura[xx] para resolver nuestras propias necesidades. De todas maneras los debates sobre las herramientas de estimulo a las exportaciones no pueden ser dejados de lado, ya que los pasos que demos en este sentido servirán para acumular experiencia. Teniendo siempre en claro que la transformación de nuestro capitalismo rentístico debe dar paso a un nuevo modelo productivo no capitalista.

Este monopolio es además imprescindible para acompañar el diseño del nuevo modelo productivo. Es decir: no se trata, solamente, de que ahora sea el Estado el que pague de manera ordenada las importaciones que realizan y comercializan los privados. Se trata, de que debe ser la herramienta de instrumentación y control abierto a la supervisión de la sociedad, de la utilización de la Renta/dólares  y las proporciones de la misma que se utilizarán en el comercio internacional para desarrollar el nuevo modelo productivo.

c) Control del Crédito para el Financiamiento del nuevo modelo productivo. La instancia de rectoría sobre el sector bancario que se propone como parte de las medidas anunciadas el 6 de noviembre ratifica un rumbo apropiado. Sin embargo no avanza a resolver el principal daño que la banca privada le ha hecho al país: su participación como mediador en el sector financiero[xxi]. Es decir, en la medida que las transacciones de papeles financieros y derivados o la posibilidad de manejar divisas sigan en manos de la banca privada estaremos siempre en peligro de operaciones especulativas de alto riesgo que pueden terminar en una crisis como la del 2009 o como la estafa del SITME.

Por lo tanto, no se trata solamente orientar el crédito. El Estado debe prohibir a los bancos privados[xxii] el manejo de instrumentos de especulación financiera y controlar, él mismo, la disposición de todo el crédito nacional en función del plan para construir el nuevo modelo productivo. Y de continuar los proyectos de infraestructura como el Ferrocarril del Centro y el desarrollo de la Grandes Misiones productivas, tipo GMVV. Esto debe realizarse en la perspectiva de la nacionalización total del crédito.

d) Cambiar el modelo en educación, investigación, ciencia y tecnología. El avance en el nivel educativo del pueblo venezolano es indudable. Se eliminó prácticamente el analfabetismo, gran parte de la población accede al nivel educativo medio y el país ha alcanzado el sexto lugar en matrícula universitaria a nivel internacional.

Sin embargo todo este avance se ha logrado reproduciendo el modelo educativo de la Venezuela Saudita de la IV República, un modelo funcional a nuestro capitalismo rentista y dependiente. Graduamos abogados, administradores, comunicadores, ingenieros en petróleo, etcétera, desde una perspectiva liberal, condicionada por la cultura de la Renta,  sin que ello se relacione con la vocación productiva del territorio, las necesidades del Estado, ni los requerimientos reales del poder popular local. Mientras la burguesía parasitaria ha visto incrementar sus riquezas no hemos podido frenar ni revertir la caída del poder adquisitivo del salario que ganan nuestros biólogos, químicos, agrónomos, o ingenieros en infraestructura, electrónicos o mecánicos y los expertos en cibernética o biotecnología, quienes mal viven con salarios cercanos al mínimo, si es que no se marchan al exterior a trabajar para multinacionales. Ni que hablar de los investigadores de los escasos institutos de investigación en ciencia dura y tecnología que sobreviven con salarios que se parecen más a becas estudiantiles que a salarios y sin posibilidad de acceso a instrumental, tecnología y materiales de investigación. 

Llego la hora de revisar el patrón colonial de construcción de nuestras universidades, las cuales desde la conquista se edificaron a partir de la labor docente –para asegurar la hegemonía del patrón social cultural de dominación- y no desde la investigación, la ciencia y el mundo productivo.  Tenemos que dar el salto, identificando los problemas centrales para el desarrollo nacional independiente y a partir de las labores de investigación y su impacto productivo construir poderosos e integrales centros de investigación que den origen a las nuevas casas de estudios superior.  Solo la ruptura con el lugar de enunciación de nuestras universidades nos puede permitir dar el salto necesario para construir independencia nacional y socialismo desde las universidades.

Para poder desarrollar un verdadero modelo productivo no capitalista y no dependiente de la Renta, una de las palancas fundamentales donde debemos “Sembrar Petróleo” es en impulsar una verdadera transformación educativa. Si no lo resolvemos a poco de empezar el camino de la construcción del nuevo modelo productivo tendremos otro fenómeno de desabastecimiento, esta vez en el principal insumo para poder llevarlo adelante: recurso humano altamente calificado.

 

V. ¿Por dónde empezar la construcción del nuevo modelo productivo?

a) Revolución Agraria, primera prioridad.

Entre  las medidas del 6 de noviembre se anunciaron nuevas inversiones y créditos para el desarrollo agropecuario. Sin duda son necesarios.

Sin embargo tenemos que preguntarnos: cuál es la razón por la cual hasta la actualidad, con inversiones enormes, reformas de la Ley de Tierras, nacionalizaciones como la de Agro Patria, intentos de instalación de fábricas de herramientas y maquinarias, entre otras, no hemos podido solventar una política clave del Proceso Bolivariano: la Soberanía Alimentaria. ¿En qué fallamos?  En un importante aporte para la emergencia agraria y del país, la CRBZ ha presentado en una asamblea realizada recientemente una propuesta que es importante estudiar para el debate[xxiii]

Para nosotros el problema fundamental de la crisis agraria no es de inversiones aunque estas son imprescindibles y habrá que incrementar su volumen. Si estudiamos la situación del campo podemos encontrar que: según datos del censo 2011 sólo el 11,2% de la población del país vive en zonas rurales, si desagregamos  los niños y los adultos mayores, los que efectivamente trabajan la tierra son mucho menos de la mitad. Este es el resultado histórico del desarrollo de la producción petrolera.

Desde que en la década de los años 30 del siglo pasado la explotación del petróleo tuvo carácter industrial y producción masiva, el éxodo de los habitantes del campo a las ciudades fue constante y no se detiene hasta la actualidad. El Estado fue cómplice de esa situación al desmontar condiciones mínimas que los sectores rurales tenían. Por ejemplo, no mantener la infraestructura vial y de servicios, desmantelar la estructura educativa existente y para usted de contar.

Tenemos tierras fértiles, agua en cantidad suficiente, tenemos condiciones para invertir en herramientas, maquinas, semillas y animales de cría. Tenemos condiciones para crear una infraestructura y entorno amigable para la vida y el trabajo rural. Pero no logramos detener el flujo de los más jóvenes hacia las ciudades. La resolución de este grave problema es el primer gran desafío para lograr la construcción del nuevo modelo productivo. Mientras no podamos resolver el problema de producir la mayoría de la alimentación que consumimos, seguiremos dependiendo de la los dólares del petróleo y alejados de la independencia económica.

Hasta ahora, la opinión dominante es que, en la medida que se creen las condiciones de infraestructura, laboral, de vivienda, educativa y de esparcimiento, luego podremos lograr detener el éxodo y empezar el camino a la vuelta a la tierra de nuevas generaciones. Pero el hecho es que en estos años no lo hemos logrado. La presión integral sobre la sociedad, una presión si se quiere cultural, de la economía rentista, es la que lo impide.

Se hace evidente que necesitamos medidas radicales para impulsar una Revolución Agraria atacando el principal problema que tenemos: el demográfico. De lo contrario no podremos romper nunca los pisos de desabastecimiento programado y  estaremos atados al uso de Renta para seguir importando gran parte de los alimentos, y seguiremos dando vueltas en el círculo vicioso que se repite desde hace décadas. Pero sobre todo, no podremos abordar el desarrollo industrial y científico técnico que necesitamos de manera urgente.

Por eso, tomando la idea de una fuerte ofensiva educativa, y de construir, esta vez sí, las condiciones infraestructurales necesaria iniciar una campaña hacia nuestros jóvenes para detener el éxodo hacia las ciudades y estimular a los de las de las ciudades para que regresen al trabajo de la tierra. Sin embargo está es una batalla no solo económica sino cultural que requiere de constancia y un plan a largo plazo.

La propuesta complementaria que presentamos al debate es impulsar un fuerte impacto sobre la base de un estimulo extraordinario a la inmigración de familias jóvenes con el compromiso escrito de que trabajen las tierras. Dotarlas de todas las facilidades, herramientas, créditos blandos y a largo plazo, semillas, apoyo técnico, etcétera. También de la infraestructura necesaria para desarrollar un fuerte arraigo rural. Esta inmigración, en conjunto con nuestro movimiento campesino, pequeño relativamente, pero fundamental en conocimiento y nivel de conciencia, serán las fuerzas motrices de esa Revolución Agraria.

En la actualidad por la crisis capitalista mundial el 54% de los jóvenes menores de 30 años en España no consiguen trabajo, y difícilmente lo consigan en los próximos diez años, y quizás nunca lo logren, lo mismo ocurre con los jóvenes portugueses, italianos, griegos, etcétera. La inmigración de esas regiones ha sido el motor del desarrollo agrícola en gran parte de Nuestra América, la inmigración selectiva durante el periodo de Pérez Jiménez también ha demostrado en nuestro país su importancia.

Por otra parte si el desarrollo de esta experiencia fuera exitoso generaría un efecto de emulación para nuestros jóvenes de  las ciudades. Y ayudaría a que ellos, estimulados por una nueva situación podrían aceptar el desafío de vivir y trabajar en el Campo.  Y no hay que tener miedo o rechazo por esta incorporación social y étnica de otras culturas, confiemos en nuestra historia y en la fortaleza de nuestra cultura para asimilar la inmigración. Una de las claves de nuestra identidad nacional es, como afirma el General Visconti, líder de la insurrección cívico militar del 27 de noviembre, el mestizaje.

b) Proceso de Industrialización: medidas de urgencia y estrategia de planificación democrática. El desorden  y la ausencia de datos estadísticos en el terreno industrial de manufacturas es un escándalo. No es posible identificar la cantidad de industrias, trabajadores, tipo y estado del capital fijo, aporte al PNB por rama de la producción industrial desagregado[xxiv].  Sin embargo es muy fácil ubicar la cantidad de millones de dólares otorgados para la importación de productos terminados. Por ejemplo, un titular de la prensa, tomado al azar, del 23-09-2013 señala: “660 millones de dólares ha entregado CADIVI para calzados”[xxv] . O aquellos que exigen más dólares se quejan de esta manera: “Industria Textil se deshilacha”[xxvi].

La distorsión es tan profunda que lo que hasta hace poco tiempo eran talleres para producción hoy son en la gran mayoría depósitos de mercancías importadas con las que se especula. Es necesario cortar de raíz este mal.

Volvamos al caso automotriz: con la investigación realizada por los dirigentes sindicales de la empresa Chrysler para toda la industria automotriz se demuestra que: según las proyecciones este año esa industria ensamblará 75.000 automotores, y su capacidad instalada es de 275.000 automóviles, significa que las plantas están produciendo a un 28% de su capacidad instalada. O lo que es lo mismo tienen una capacidad ociosa del 72% de su capacidad de producción. Por otra parte este mismo año se importaran cerca de 30.000 automóviles lo que significa que sustituyendo esa importación por producción local la utilización de capacidad instalada de la industria pasaría a algo más del 40% del total de su capacidad de producción, todavía podría aumentarse la producción el  60% restante sin nuevas o con muy pocas inversiones en capital fijo.

Tres medidas de emergencia industrial se desprenden de los ejemplos anteriores. a) La exigencia a las Cámaras Industriales por Rama de producción del listado de empresas. Para construir un verdadero censo industrial, realizar un procedimiento de  inspección a las empresas para comprobar estado de la infraestructura, de los trabajadores, de las maquinas y porcentaje de producción de la capacidad instalada y determinar el nivel de inversiones necesarias. Este censo también debe realizarse al parque industrial del Estado y de la economía social[xxvii]. b) Intervención con estricto control de sus trabajadores de aquellas empresas con capacidad ociosa hasta que alcancen el nivel de producción instalada. c) Prohibición de importación de productos terminados mientras no esté utilizada la capacidad productiva total de la industria.

De aplicarse estas medidas de emergencia industrial que proponemos, alcanzaríamos un nuevo piso para diseñar el nuevo modelo industrial.  Pero el nivel de destrucción del aparato productivo manufacturero es tan profundo que incluso así, apenas estaríamos recuperando, con suerte, los niveles de manufactura previos al Paro Patronal y al Sabotaje de 2002 – 2003. Lo que sería un gran avance aunque completamente insuficiente[xxviii].

La planificación estratégica de un nuevo modelo industrial requiere, por su parte, de un debate profundo y de un balance acertado de las experiencias de industrialización anteriores[xxix]. Cuando iniciando la década de los 60 del siglo pasado se intento un proceso de industrialización de sustitución de importaciones[xxx], este proceso fue pensado para hacer frente a la crisis de los precios del petróleo de ese entonces.  Las ramas que se impulsaron Automotrices, Textiles, Químicos, etcétera.  La crisis del capitalismo mundial simultanea con ese intento liquidó la experiencia utópica de una industrialización en el marco de un mercado mundial que nos presiona constantemente para consolidar nuestro capitalismo rentístico dependiente.

Por lo tanto no debemos caer en repetir la experiencia capitalista de sustitución de importaciones de maquila. Ni en el nuevo de deslocalización. Nuestro criterio básico para pensar una industrialización es el marco de construcción de un nuevo modelo productivo no capitalista, es en primer lugar, el desarrollo a nivel de la industria integrada a la Revolución Agraria que necesitamos y  para satisfacer rápidamente a las necesidades básicas de nuestra población, pero en el camino de una industrialización integral que comience a producir también partes[xxxi]. Y luego la producción de bienes de capital destinados a la agricultura, la construcción, el transporte terrestre y naval, y de la propia industria, etcétera.  También tenemos que investigar el estado actual del plan de construcción de las mil fábricas de las que ya nadie habla. Experimentalmente debemos ir avanzando en las industrias de punta de la actualidad.

Nuestra clase obrera que tiene un alto nivel de aprehensión de la cultura del trabajo y un nivel técnico respetable, debe encabezar este debate. Lo mismo que nuestros técnicos y profesionales. Pero del mismo debe participar todo nuestro pueblo. Un papel fundamental tienen reservados nuestros especialistas en planificación, de los que en las empresas básicas y el petróleo, laborando como empleados de nomina y con compromiso revolucionario[xxxii], hay muchos de ellos de nivel reconocido internacionalmente.

No estamos empezando de cero. Tenemos un insumo fundamental: El Plan Guayana Socialista. Entre 2009 y 2012 centenares de trabajadores y trabajadoras, técnicos, profesionales, obreros, administradores, etcétera, comenzaron como parte de la lucha por el Control Obrero en las industrias básicas, el recorrido de construcción de un plan de verdadera transformación industrial. El objetivo  era romper con el carácter primario de nuestra estructura capitalista y también con la organización jerárquica capitalista de las relaciones sociales de producción, de organización, gestión y control empresarial. E iniciar el proceso de agregar  valor y desarrollo aguas abajo.

Ese insumo se construyó con la participación de centenares de trabajadores de las industrias básicas, la electricidad, el petróleo y otras, en mesas de trabajo cotidiano, encuentros regionales y congresos nacionales, y fue entregado, en su parte esencial al Presidente Chávez. El experimento, que estaba preparado para emprender  la transformación industrial de Venezuela,  quedó trunco por manipulación y destrucción de iniciativas por parte de la Alta Burocracia del Estado. Esos trabajadores todavía están ahí, pendientes de cumplir el compromiso que asumieron con el Comandante: llevar a la práctica el desarrollo del Plan Guayana Socialista 2009 – 2019. Y también para emprender el viaje que el propio Comandante les propuso, recorran todo el país, les dijo, ayuden a toda la clase obrera a diseñar nuestro nuevo modelo industrial. Sería interesante saber por qué el Ministerio de Industrias mantiene ese plan engavetado bajo 7 llaves.

Por lo tanto tenemos tres insumos fundamentales para iniciar la construcción del nuevo modelo productivo en lo industrial: El recurso humano capacitado para elaborar el plan. La hoja de ruta para hacerlo, el Plan Guayana Socialista. Y también la manera de procesarlo, elaborarlo y sancionarlo, en proceso Constituyente con el pueblo que vive de su trabajo.

c) Financiamiento para desarrollar una política económica soberana. Entre sus anuncios del 6 de noviembre el gobierno no informó medidas en relación al financiamiento del Estado. Posteriormente señaló que anunciaría más adelante algunas que se están elaborando en lo que tiene que ver con la estructura fiscal, es decir con la recaudación de impuestos. Por nuestra parte presentamos las siguientes propuestas:

Renta. Ya señalamos la necesidad de la disminución progresiva del uso de los recursos provenientes de la Renta Petrolera para las importaciones en bienes de consumo. Hay que agregar que en ese orden debe contemplarse también la reducción de su uso para los gastos corrientes del Estado.  El objetivo es lograr que la mayoría de los recursos ingresados por la exportación de Petróleo vayan al financiamiento del nuevo modelo productivo.

Régimen impositivo.  Debemos cambiar la base de la estructura impositiva que es regresiva. Se asienta en impuestos como el IVA que aporta alrededor del 33% de los recursos del estado en el Presupuesto Nacional[xxxiii], este impuesto debe reducirse hasta lograr eliminarlo. Debemos avanzar hacia un régimen impositivo progresivo donde más paguen los que más tienen. El sistema impositivo debe descansar fundamentalmente sobre el impuesto a las ganancias. La fijación del límite al margen de ganancias en la fijación de precios ayudará a enfrentar la usura. Pero necesita complementariamente un impuesto a las ganancias que progresivamente se vaya convirtiendo en la base de la recaudación fiscal para los gastos corrientes.  El reemplazo del IVA debe proceder de una reforma integral.  Debe ser gravando  progresivamente los gastos suntuarios. Y sobre todo las ganancias en el sector financiero, hoy en el extremo ridículo de que estás pagan por sus ganancias entre un 3,7 y un 4%[xxxiv]. También deben pagar impuestos las transacciones con papeles financieros, como títulos de deuda soberana y de PDVSA. Y  todo otro instrumento especulativo.

Política Arancelaria. La política arancelaria debe  cumplir dos funciones. a) Recaudación para el presupuesto nacional. b) Regulación para limitar importaciones no necesarias.

Recursos Venezolanos en el Exterior. Los activos del país en el exterior sumados los públicos y los del sector privado, alcanzaban hasta finales de 2012 los 291.000 millones de dólares[xxxv]. De los cuales 160.000 son del sector privado, de estos últimos la gran mayoría no están justificados, y pueden ser producto de la fuga de capitales. 

De los que se sabe que proceden de transacciones “legales”, unos 60.000 millones son en títulos de la deuda soberana y de PDVSA. Esos títulos fueron comprados en bolívares aunque están nominados en dólares. La ganancia que genera la simple tenencia de esos Bonos es altamente especulativa. Son papeles que fueron comprados a 2,15 o 4,30 bs por dólar. Por lo tanto el nivel de ganancia en el retorno incorpora un fuerte componente usurario comprendido en las devaluaciones. Deben ser gravados impositivamente como ganancia especulativa.

Mientras que los 100.000 millones de dólares restantes, debemos suponer que fueron ilegalmente sacados del país por la existencia del control de cambios. Por lo tanto sus propietarios deben ser obligados a demostrar su procedencia legítima o deben ser confiscados.  Los que resulten legítimos deben ser  intimados a regresar para ser invertidos en la producción  de lo contrario deben ser  fuertemente gravados como capital ocioso, en este caso se debe utilizar el mismo criterio que se tiene con las tierras improductivas.

En cuanto a los activos estatales en el exterior que alcanzarían unos 130.000 millones de dólares. Los que corresponden a activos líquidos, es decir Dólares o similares, deben ser repatriados e incorporados a las reservas líquidas nacionales[xxxvi].  

En la emergencia debe desarrollarse una importante ofensiva hacia la identificación pública, ubicación y recuperación de los 20.000 millones de dólares robados del SITME en 2012.

Si es una Guerra Económica, que lo es, para ganarla, la Revolución debe actuar en consecuencia.

 

VI. Ahora hablemos de política

Como en todos los momentos donde se nos presentan importantes debates sobre el rumbo del proceso, ahora también tenemos cruzada una elección. Sin embargo en esta oportunidad es diferente. Es gracias al debate crítico que se logró la rectificación en la lucha contra la especulación y la usura, el presidente Maduro reconoció el 14 de noviembre que había demorado demasiado en asumir esa acción. Y también es gracias a haber rectificado en ese terreno que hoy las perspectivas electorales para el 8 de diciembre son mucho más favorables que  antes del 6 de noviembre. Estamos convencidos que debemos continuar con el debate, al tiempo que damos la batalla electoral. En todo caso, hoy, el futuro del Proceso depende más de que consigamos,  profundicemos  y mantengamos el rumbo correcto, es decir el rumbo que quiere el pueblo bolivariano, que del resultado en las elecciones municipales en sí mismo. Aunque hay que decirlo, el plan de la oposición de convertir las elecciones de Alcaldes en un referéndum nacional contra Maduro ya fracasó.

a) El pueblo bolivariano está con sus fuerzas intactas, debe ser protagonista activo de la nueva etapa de la revolución.

El 22 de octubre pasado en el documento De Chávez a Maduro: Habilitar al Pueblo Bolivariano antes de que sea demasiado tarde, planteábamos entre otras propuestas, que una vez sancionada la Habilitante para el presidente Maduro, éste convocara un referéndum para ratificarla. Hoy, sancionada la ley en primera discusión, reiteramos esa propuesta. La propuesta está hecha[xxxvii] y no volveremos a argumentar sobre ella aquí. Lo que nos interesa es atacar un problema político de fondo en relación a la participación activa y democrática del pueblo bolivariano y de la clase obrera chavista.

Cuando hicimos aquella propuesta algunos camaradas que defienden consecuentemente las claves constituyentes del Proceso nos señalaron que era inviable porque perderíamos y en realidad el peligro estaba planteado. Sin embargo hicimos esa propuesta porque comprendimos que en ese momento estábamos viendo la fotografía de un pueblo molesto, desorientado, lleno de incertidumbre porque “su” gobierno no hacía nada contra los especuladores, acaparadores y usureros que le estaban fastidiando la vida. Entendimos que estábamos viendo solo un momento, congelado y sin brillo. Y que no podíamos olvidar la película heroica del Proceso Bolivariano que tiene como uno de sus protagonistas fundamentales a ese mismo pueblo en lucha. Con sus altas y bajas, con su entrega, su valentía, sus confusiones consumistas, con su conciencia de que la Revolución les mejoró la vida y su decisión revolucionaria de defender el Proceso. Un pueblo que no está derrotado, por el contrario está esperando oír el llamado de la diana de Santa Inés para irrumpir en la batalla. Y creemos que estimulado y con una orientación clara ese pueblo está preparado para salvar al Proceso como tantas veces lo ha hecho. Aunque esto no le guste al Sr. Dietrich.

d) Hay preguntas que sólo encontrarán respuesta en el desarrollo de lucha.

Cuando el presidente Maduro y parte del gobierno comprendieron que a pesar de los acuerdos, las promesas, los buenos modales y la parranda de dólares preferenciales que les fue otorgado, existía la determinación en la burguesía de salir del gobierno chavista, y que se preparaban para eso, dieron el paso que el pueblo esperaba y que hoy se expresa en las medidas para la emergencia.

Por eso el nuevo escenario está construido sobre la base de la sorpresa con que recibió las medidas de emergencia la burguesía y es directamente proporcional al alivio y moralización que siente el pueblo bolivariano.

Los que deciden la política en la burguesía y sus aliados en la burocracia del Estado se recuperarán de la sorpresa y no se detendrán después de este frenazo en seco. Su objetivo es el control directo del país y por él van y por supuesto por nuestras conquistas.

Por otra parte, hoy, que la moralización de nuestro pueblo sedimenta e incorpora la reflexión como herramienta política, surgen preguntas claves que se terminarán de contestar en la lucha que viene. ¿Seguirá el gobierno por este camino, avanzará hacia los cambios estructurales que necesita la revolución y profundizará el proceso, derrotando la especulación y la usura en todos los niveles? ¿Con qué fuerza social y política cuenta esta orientación, cómo actuarán los cuadros  y los líderes del gobierno y de las instituciones de los que el pueblo revolucionario espera respuesta?

Por nuestra parte confiamos en los miles y miles de militantes y cuadros revolucionarios que se han construido en la lucha durante todos estos años. De allí surgirán los dirigentes que reemplacen a los conciliadores y también las instancias de dirección colectiva que hacen falta. Allí está el material imprescindible para construir el instrumento político que necesitamos para profundizar el proceso. Serán aquellos que estén dispuestos a construir y respetar la participación democrática y movilizada  de todo el pueblo bolivariano. Lo sabremos en el camino, porque la pelea es peleando.

c) Estimular la participación activa y democrática del pueblo bolivariano.

Las medidas de emergencia anunciadas el 6 de noviembre fueron un impulso a la moralización de nuestro pueblo. Se volvió a escuchar en las calles, las camionetas, el metro, en las empresas, en las colas la defensa, en voz alta, de acciones del gobierno como hacía tiempo no se escuchaba.  Esto dará un impulso vital a la militancia para la campaña electoral. Pero no es suficiente para enfrentar la pelea de fondo que enfrentamos en la actualidad.

Para ayudar en la construcción del nuevo liderazgo necesitamos clarificar las ideas de ese pueblo. Ponerlo a debatir las causas y las razones de la Guerra Económica. Las políticas apropiadas para derrotarla. Hacerlo parte fundamental del debate estratégico sobre la necesidad de avanzar hacia la revolución económica no sólo como oyente sino como participantes con capacidad de aportar y de tomar de decisiones. En síntesis respetarlo como actor esencial y constructor del Proceso Revolucionario, recordando cuando en enero se juramento como Presidente al grito de “Yo soy Chávez”. Reconocerle su condición de artífice en la construcción del legado del Comandante. No tratarlos como hermanos menores, sino como iguales en derechos. Ese es el desafío actual de los dirigentes y los que se consideran cuadros de Revolución.

Debemos convertir cada fábrica, cada empresa, cada comunidad, cada liceo cada universidad, cada esquina  caliente, cada barrio y cada cuartel, en un enorme taller de construcción de la política revolucionaria para la nueva etapa. Qué el rumor positivo que hoy se escucha  se convierta en el canto potente de una Revolución que está viva y palpitando las nuevas batallas. Así será más fácil incentivar la participación electoral, recuperar alcaldías fundamentales, pero sobre todo, y esto es lo más importante, terminar de poner en pie al otro gigante de este Proceso: el pueblo bolivariano civil y militar. En esta tarea nos probaremos todos, pero en primer lugar los que aspiran y pelean por  los puestos de liderazgo.

d) Unidad en la acción y respeto por la diversidad de posiciones

Necesitamos construir unidad, pero no unidad en las alturas, donde es visible para el que quiera ver que lo que hay es pelea política. Esto además es lógico. Estamos en un cruce de caminos y sin el líder indiscutido. Habrá de los que quieran “disfrutar” de la comodidad de sus privilegios acumulados y aquellos que entienden la responsabilidad histórica que sobre ellos ha caído. Sucedió durante el Golpe, durante el Paro Patronal y durante el Sabotaje. Y volverá a suceder ahora.

Por nuestra parte, actuando en la lucha contra la Guerra Económica y las batallas políticas parciales para fortalecer al Proceso, impulsaremos la unidad más solida que es la que se construye en la acción luchando por un claro objetivo común. Y ese objetivo debe ser construido a partir del respeto por  la diversidad de posiciones y el debate político con el pueblo bolivariano. Una unidad construida desde la base con los liderazgos que prueben que han asumido el papel histórico que les ha tocado.

Porque estos no son momentos de “ordeno y mando”, aquellos que sientan la tentación de instalar un “orden” desde arriba, excluyendo la participación popular; limitando los derechos a la participación política democrática y decisoria del pueblo bolivariano y de sus corrientes sociales y políticas, aquellos que no quieran construir la política para ganar la guerra actual guiados por el criterio de resolver las necesidades del pueblo que vive de su trabajo y con la participación activa de ese pueblo; aquellos que no entiendan que la lucha sigue siendo por la independencia y el socialismo, por el proyecto bolivariano; chocaran con la voluntad de este pueblo rebelde e irreverente más temprano que tarde.


[i]  La asamblea realizada en Caracas por la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora, CRBZ, es un ejemplo del nivel de conciencia, disposición de lucha y debate de nuestro pueblo. Lo mismo que el Congreso de Fundación de la Federación de Trabajadores Automotrices, realizado en Carabobo el 26 de Octubre pasado.

[ii] No se entiende por qué el precio de usura en la carne y en muchos otros productos alimenticios.

[iii]  La especulación y la usura son estructurales, esto se puede ver en los índices de desabastecimiento programado que en los últimos 10 años nunca bajaron del 12% en Caracas que es de donde hay datos y en el piso duro de la inflación por encima del 20%. Esta distorsión es producto directo del modelo importador neto de bienes de consumo. Y es susceptible de ser manipulada por la acción acaparadora o usuraria de la burguesía importadora, como ocurre en la actualidad, llegando el desabastecimiento programado al 26% y la inflación a más del 45%, datos del Banco Central.

[iv] Acumulación originaria y Acumulación de Capital. El Capital, capítulos XXII, XXIV, XXV. Carlos Marx

[v]  Merentes a contravía de Chávez: ¿Qué esconde la Guerra Económica contra el Proceso Bolivariano? http://www.aporrea.org/trabajadores/a173971.html y De Chávez a Maduro: Habilitar al Pueblo Bolivariano antes de que sea demasiado tarde. http://www.aporrea.org/ideologia/a175616.html

[vi] El fetichismo de la mercancía. El Capital Capítulo I, Carlos Marx

[vii] Es decir, las proporciones de apropiación de la plusvalía internacional captada a través de la Renta y distribuida de acuerdo al patrón de acumulación nacional.

[viii] Teoría Económica del Capitalismo Rentístico. Asdrúbal Baptista. Ediciones BCV.

[ix] Definición aportada por Javier Biardeau.También puede ser llamado Bonapartismo Sui Generis

[x] Todos los datos pueden encontrarse en los trabajos de sistematización realizados por el Profesor Víctor Álvarez para sus libros.

[xi] Grecia en su actual crisis económica, demoró tres años de desarrollo de esa crisis para que su PNB cayera el 20%

[xii] Para entender lo que significa esta pérdida en bienes y nivel de vida se puede revisar nuestro trabajo, De Chávez a Maduro: Habilitar al Pueblo Bolivariano antes de que sea demasiado tarde, en el link http://www.aporrea.org/ideologia/a175616.html

[xiii] Se puede revisar el histórico del desarrollo bancario durante este lapso en la página web de Sundeban.

[xiv] La llamamos Mafiosa, para indicar que va en contra del consenso previo expresado en los Convenios Cambiarios y que se realiza de manera organizada y cartelizada para violar esas leyes.

[xv] Esto es una flexibilización neoliberal de las relaciones laborales.

[xvi] También va creciendo en importancia en la actualidad la extracción minera de la que por ahora poco se habla.

[xvii] Investigación realizada por dirigentes sindicales de la empresa Chrysler Venezuela.

[xviii] El automotriz es el sector económico que más dólares preferenciales a recibido en términos absoluto y relativo desde 2004. CADIVI.

[xix] En este sentido un documento de Manuel Sutherland presenta una propuesta interesante para el debate. Ver en http://www.aporrea.org/actualidad/a169669.html

[xx] Se da la paradoja de que exportamos nuestro café de mejor calidad a Colombia mientras que consumimos el de menor calidad entre los que producimos en el país y como resulta insuficiente importamos café de Nicaragua de una calidad inferior al que exportamos.

[xxi] Fue a través de la banca privada que se produjo la fuga de capitales en la crisis de 2009 y es también la banca la responsable del manejo de los otorgamientos de dólares del SITME, que se evaporaron.

[xxii] En el caso de las transacciones financieras internacionales del Estado, existiendo Bancoex no es necesaria la participación de intermediación de los usureros internacionales que han desatado la crisis mundial abierta en 2008.

[xxiv] En los sectores industriales que dependen del Estado la situación es similar o peor.

[xxv] El Nacional 23/09/13

[xxvi] Nota de prensa de Cámara Textil y Cámara del Vestido, guía.com.ve

[xxvii] Este estudio se intentó hacer en los escasos meses que el Dr. Roberto Hernández fue ministro del trabajo. Pero se desmontó, como tantas otras iniciativas valiosas cuando asumió la actual ministra María Cristina Iglesias.

[xxviii] Este es el daño colateral más importante que deja el experimento de economía mixta.

[xxix] El libro de Víctor Álvarez, Claves para una industrialización socialista presenta un balance interesante del proceso de industrialización de la década del 60 útil para el debate.

[xxx] Ídem anterior. Contiene una buena sistematización de datos. Ediciones CIM.

[xxxi] Un debate especial merecen los acuerdos de integración regional tipo MERCOSUR, por ahora, debemos defender el ALBA como principal plataforma de integración.

[xxxii] Muchos de ellos maltratados por la propia burocracia de las empresas y sin aprovechar todos sus conocimientos y experiencia.

[xxxiii] Presupuesto año 2013. Banco Central

[xxxiv] Revisar web Sundeban. Cálculos propios.

[xxxv] Para tener una idea de lo que significan todos estos depósitos en el exterior haremos una breve comparación: El PNB (Producto Nacional Bruto) venezolano alcanzó en el año 2012 a 380.000 millones de dólares calculado con el dólar a 4,30 bolívares. Si este año nuestra actividad económica es similar a la del año pasado o algo superior, al ser el precio actual del dólar 6,3 ese PNB se reduce a 260.000 millones de dólares. Esto significa que los activos venezolanos, sumados los públicos y privados, en el exterior son superiores a lo que produce toda la actividad económica del país en un año. Los datos en la web del Banco Central están en bolívares, los cálculos son nuestros.

[xxxvi] Esta propuesta es similar a la que hace Simón Andrés Zúñiga en un artículo que puede leerse siguiendo este link http://www.aporrea.org/actualidad/a176758.html

 



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