Intervencion del ministro consejero Gabriel Salazar Pineda en la segunda comisión de la 60 sesión de la asamblea general Nueva York, 28 de octubre de 2005

Senor Presidente,

Este es el ámbito para expresar el pensamiento que orienta nuestro accionar nacional. En los documentos de esta Organización se cristalizan distintos puntos de vista como lógico resultado de negociaciones y de la búsqueda del consenso en el marco de la pluralidad. En este sentido, esta declaración pretende complementar, desde nuestra capacidad nacional, algunas de las opiniones emitidas sobre el tema de agenda 54 por el Embajador de Jamaica en nombre del Grupo de los 77 más China.

Mi Delegación se asocia con la posición expresada por distintos movimientos populares del mundo en torno a las consecuencias negativas de la globalización neoliberal, por la búsqueda de un sistema mundial justo y solidario y por la construcción de otro mundo posible.

Señor Presidente, señores delegados,
No podemos hablar de la globalización e interdependencia partiendo de la falsa premisa de que estos son fenómenos nuevos surgidos de las convulsiones políticas, económicas y culturales de las últimas décadas del siglo XX. El mundo, tal y como lo conocemos hoy en día, ya tiene más de 500 años de edad. No podemos olvidar que fue poco después de que los europeos llegaron a este bello continente, que va desde la Patagonia hasta Alaska, que entendieron la geometria del planeta. Ahora bien y dicho sea de paso, Europa no sólo avanzó científica y culturalmente, también se aprovechó de estos territorios –conocidos para algunos de nuestras culturas indígenas como la pacha mama, la madre tierra- saqueando nuestros recursos en nombre del progreso y en exclusivo beneficio de su desarrollo. Es así como surgió la idea fuerza de la civilización occidental; la misma que se oculta detrás y le da sentido a la llamada globalización.

El movimiento de mercancías se potenció poderosamente con la incorporación de los recursos de este continente a los flujos comerciales de hace cuatro siglos. Perlas, oro y plata, minerales de todo tipo, productos agrícolas, esclavos del África, todos mercancías que alimentaron el desarrollo de Occidente, mientras que simultáneamente eran arrasados pueblos, civilizaciones y culturas. Para el siglo XIX, acompañando al proceso de integración de este continente a la economía mundial de la época, se había diezmado a una población de 75 millones de indígenas y se había desarraigado y asesinado a 50 millones de africanos, solo con relación a este hemisferio. ¿Qué ha cambiado? Nada, hoy en día, al igual que en el pasado, se evidencia una distribución marcadamente asimétrica de los costos de este proceso, que solo puede calificarse como dependencia. En la globalización neoliberal hegemónica se beneficia un reducido grupo de países, empresas y élites sociales y políticas.

El tema de los desequilibrios básicos del proceso de globalización es un asunto que ha estado en el centro de la atención mundial desde hace ya bastante tiempo y que se materializa diariamente en la corporeidad misma de millones de seres humanos, a través del hambre, las enfermedades, la pobreza. Hace dos semanas, el Presidente Chávez, asistiendo a la Cumbre de la FAO en Roma, citaba las estadísticas que apuntaban a que que cada noche 300 millones de niños se acuesten con hambre, que cada 3.6 segundos, alguien en algún lugar del mundo pierde la vida por falta de un pedazo de pan y que anualmente seis millones de niños mueran antes de cumplir cinco años por desnutrición. Y en términos culturales, Señor Presidente, como se viene discutiendo en la UNESCO, la globalización neoliberal, con la poderosa extensión de los principios de mercado, al resaltar la cultura de las naciones económicamente poderosas, ha creado nuevas formas de inequidad, alimentando el conflicto cultural en vez del pluralismo. Sólo algunos breves datos: 50 % de los idiomas del mundo están en peligro de extinción; 90 % de los idiomas del mundo no están representados en la internet; y 5 países monopolizan el comercio de las industrias culturales.

Dicho lo anterior, mi Delegación lamenta que los informes del Secretario General en el contexto del tema globalización e interdependencia para el desarrollo, oculten la situación social y cultural del mundo, y se centren de manera unidimensional en los asuntos del crecimiento, la generación de ingresos y la llamada construcción de capacidad nacional institucional. Se debe atender de manera integral el problema de la erradicación de la pobreza y sus causas estructurales. En 500, 30, 10 y 5 años, cualquiera que sea el rasero utilizado para medir, los procesos de crecimiento de la actividad económica solo han conducido a la acumulación de riquezas por unos pocos, mientras que se irradia una mayor pobreza a la mayoría.

Señor Presidente,
Sobre el tema de la ciencia y tecnología para el desarrollo, mi Delegación debe decir que son extraordinarios los esfuerzos que adelanta el gobierno bolivariano para consolidar un sistema nacional de ciencia y tecnología. Esto lo hemos emprendido articulando experiencias y proyectos con los centros académicos y científicos internacionales, explorando áreas de cooperación científica en el marco de la cooperación Sur-Sur, adelantando una agresiva política de formación profesional a nivel universitario y doctoral. Lo anterior siempre en el contexto del respeto por los recursos y conocimientos de los pueblos tradicionales.

Señor Presidente,
Mención aparte, debe hacerse sobre la interesante y fructifera experiencia del Centro Internacional de Ingeniería Genética y Biotecnología, con sede en Trieste y Nueva Delhi, mi país es miembro fundador del mismo y con él mantenemos una red de centros nacionales afiliados. La tarea de formar a científicos de los países en desarrollo, estimulando que desarrollen su actividad en sus países de origen es una acción que responde a una de las tantas expresiones negativas de la globalización: la fuga de talentos hacia los países desarrollados. Es esto último un tema que esperamos se pueda tratar con la mejor voluntad política en el Reunión de Alto Nivel sobre Migración Internacional y Desarrollo a realizarse el próximo septiembre.

Señor Presidente, señores delegados,
Para concluir, mi Delegación considera que fue nuestra incompetencia para tratar los asuntos de la globalización (inhumana), el desarrollo y la pobreza (insostenible), la falta principal de la recién culminada Cumbre de 2005, fallamos en atender el tema central de la humanidad.

Muchas gracias


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