En estos días cuando la derecha mediática volvió a mostrarnos su poder en Venezuela a través de su mediocre campaña mundial por los derechos humanos “vulnerados” por el gobierno de Nicolás Maduro, se hace inminente insistir en denunciar al imperio gringo por las atrocidades que en distintos países y regiones del mundo comenten en nombre de la libertad.
El premio nobel de literatura 2005, Harold Pinter, en su excelente discurso a propósito de la aceptación de dicho premio en Estocolmo, hace una magistral denuncia del papel de los Estados Unidos como policías del mundo y las consecuencias que ello ha supuesto para la humanidad. A continuación citaremos algunos extractos del discurso.
“Los crímenes de Estados Unidos han sido sistemáticos, constantes, inmorales, despiadados, pero muy pocas personas han hablado de ellos. Esto es algo que hay que reconocerle a Estados Unidos. Ha ejercido su poder a través del mundo sin apenas dejarse llevar por las emociones mientras pretendía ser una fuerza al servicio del bien universal. Ha sido un brillante ejercicio de hipnosis, incluso ingenioso, y ha tenido un gran éxito”
Ya antes nos habla en el discurso de la guerra que en Nicaragua los Estados Unidos le montó a la revolución sandinista (1979-1989), después de haber apoyado durante cuarenta años la dictadura de Somoza, y de cómo finalmente después de una guerra de 30.000 muertos y una persecución económica implacable ocurrió lo esperado por los EE UU: vuelven los casinos, la salud y educación gratuita desaparecieron, las grandes empresas vuelven en mayor número, finalmente prevaleció la “democracia” en Nicaragua.
Pero no se limita este inglés que en vida además de activista político fuera dramaturgo, guionista, poeta, actor y director a denunciar las atrocidades cometidas por Estados Unidos en Nicaragua y Centroamérica, sino que señala a los gringos de atrocidades cometidas en el mundo entero.
“Estados Unidos apoyó y en algunos casos crearon todas las dictaduras militares de derechas en el mundo tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Me refiero a Indonesia, Grecia, Uruguay, Brasil, Paraguay, Haití, Turquía, Filipinas, Guatemala, El Salvador, y, por supuesto, Chile. El horror que Estados Unidos infligió a Chile en 1973 no podrá ser nunca purgado ni olvidado”
“Cientos de miles de muertes tuvieron lugar en todos estos países. ¿Tuvieron lugar? ¿Son todas esas muertes atribuibles a la política exterior estadounidense? La respuesta es sí, tuvieron lugar y son atribuibles a la política exterior estadounidense. Pero ustedes no lo sabrían”
Ahora, cuando otro gran activista de las mejores causas de la humanidad se nos ha ido, quien compartió con Pinter el merecido derecho a recibir el nobel de literatura, el Gabo, se nos hace necesario y obligatorio insistir en la denuncia de los crímenes que en nombre de la libertad y de la “democracia” Estados Unidos y sus cómplices cometen a diario en el mundo entero.
Pendiente con generales gringos que dizque se preocupan de nuestra situación económica y que están prestos a brindarnos su “ayuda humanitaria” en caso de cualquier eventualidad.
