Que pase el próximo imperio, a la feria de comodites

Esta frase, que siempre oímos cuando estamos en una sala de espera, en la oportunidad de solicitar algún servicio, compra o atención de algún instituto oficial, o privado. Pudiéramos seguir usándola en nuestra región abya Yala, si nuestros pueblos abya yalos incluyendo por supuesto nuestro pueblo pequeño veneciano, denominación que nos impuso el imperio español al conquistarnos de manera inconsulta y sin comicios electorales, para colocarnos bajo la autoridad de la corona española y bajo el auspicio divino de la santa madre iglesia católica apostólica y romana – entelequia que para nuestros originarios habitantes tenía mucho menos peso moral que nuestros más devaluados tótems- representada en una letra de cambio refrendada con el epilogo “pagar al portador sin aviso y sin protesto”. Fuimos convertidos en objeto de lucro.

Es como si estuviéramos, esperando cual objeto dispuesto a usufructo mediante canje, venta, donación o cualquier otra razón de libre invención e imposición por los seculares depredadores hegemónicos, para ser conquistados y colonizados con el complementario delito de la prevaricación de nuestros recursos naturales, identificados convenientemente como materia prima, disfrazados con el término “commodities” que es el eufemismo con los cuales se denominan todos los rubros depredados, y que son comercializados en las bolsas de valores transnacionales, por el imperio de moda o con más agallas, de la época. Todo este cambio de ropaje imperial que lo transmuta de lobo a bonachón pastor de ovejas, armado con herramientas tan destructivas como sutiles, nos ocupa la mente y la voluntad para convencernos a ser nuestros propios cancerberos, se ha cometido en nuestro continente con una frecuencia aproximada de unos 300 años tal vez menos entre invasión e invasión, o entre imperio e imperio.

Esta tétrica situación que ya la hemos vivido durante los últimos 526 años, bajo la bota imperial de dos imperios y el acecho de por lo menos un decena de imperios hienas hambrientos de nuestros despojos, son el futuro repitiente que nos espera, si no blindamos nuestra conciencia contra los cantos de sirena de las mediáticas imperiales, y actuamos en paralelo con fuerza y decisión para desechar las prácticas capitalista que están sembradas en nuestra mente, esas obligaciones, que nos asigna las dos características principales que representan nuestra participación en el festín capitalista: ser mano de obra barata y consumidor necesario.

Por ejemplo aún se habla de la inflación como un fenómeno provocado o permitido por el gobierno revolucionario exclusivamente, sin intentar conocer las causas reales o verdaderas a plenitud, y quien o que las promueve, y que no necesariamente, tiene algo que ver con el gobierno, sino con el nefasto interés de desestabilizar al mismo para derrocarlo con los fines, que todos si conocemos: Dejar la puerta abierta a “que pase el próximo imperio”. Ignorar supinamente, que debemos cambiar el sistema en su totalidad de la manera más expedita y radical de nuestra conciencia, es el primer paso. Nótese que en las premisas para el III Congreso del PSUV, lo dice claramente en la sección “La superación del Capitalismo” Pagina 20 donde se expresa sucintamente, palabras más palabras menos, que debemos erradicar todo lo inherente a las usanzas y prácticas capitalista neoliberal en los análisis y aplicaciones de la economía revolucionaria, ya que estas formas y procedimientos, solo obedecen al aberrado interés de producir la plusvalía y hegemonía de pocos contra la gran mayoría de los humanos, conformando así una horrorosa desgracia en la vida del pueblo.

Se hace en consecuencia de principal importancia abolir de la faz del planeta esa práctica contra natura, que depreda al planeta y somete al pueblo a la más deshonrosa y humillante situación de minusvalía y escases. El Presidente Mao Tse Tung, decía en uno de sus mensajes famosos por su pedagogía: “Es necesario criticar los defectos del pueblo, (...) pero al hacerlo, debemos adoptar verdaderamente la posición del pueblo y hablar llenos del ardiente deseo de protegerlo y educarlo. Tratar a los camaradas como a enemigos es pasarse a la posición del enemigo”. Pero es imprescindible hablar al pueblo con sinceridad y verdad, para coadyuvar a consolidar en él una conciencia blindada que pueda extraer de su mente la mal semilla sembrada por el imperio, la cual se puede sintetizar en dos nefastas formas de vivir y que son: “Ser mano de obra barata y consumidor necesario” para el imperio.

Estamos en guerra y solo tenemos esta oportunidad, somos y detentamos el poder, La CNRBV nos lo indica y lo ordena, en consecuencia debemos reconocer que tenemos el deber de informarnos crear conciencia homologar nuestro criterio de Patria, para marchar UNIDOS a LUCHAR, BATALLAR y alcanzar la absoluta VICTORIA, que reivindique para nuestro pueblo, el sueño del Libertador Simón Bolívar de dar a su pueblo la mayor suma de felicidad económica, política y política. Recordemos que también dijo el Presidente MAO: “Los pobres somos tantos, que si todos juntos damos una patada al piso provocaremos un terremoto y toda la tierra tiembla”. No tengamos miedo al cambiar de raíz la cultura capitalista, de nuestro pensamiento y acción. Ello es una tarea pendiente.

¡Independencia y patria soberana y socialista!

¡Chávez vive!

¡La patria sigue!

¡Viviremos y venceremos!



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William Castillo Pérez


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