Ante la apertura económica que está viviendo el país -el crecimiento económico más grande en América Latina en el año 2005-, nuevos inversionistas están invirtiendo en diferentes sectores. Bill Salvatierra Phells es uno de estos hombres que confía plenamente en poner a correr por todo el país su negocio. Está invirtiendo en la línea de taxis Condoleezza.
Bill Salvatierra Phells me esperó pacientemente en su oficina en el centro comercial Ciudad Tamanaco. Rodeado de cuadros de Picasso y esculturas de Henry Moore y Rodín, el hombre encendió un tabaco Montecristo y me invitó a sentarme en una de las sillas barcelonesas de su oficina.
-Taxis Condoleezza, le da la bienvenida y espera que su carrera hasta esta oficina haya sido placentera.
Aspiró el humo de su tabaco, y viendo la hora en su Rolex, siguió diciendo:
-Confiamos en este país y hemos invertido en una línea de taxis como no la hay en América Latina. En homenaje a Condoleezza Rice, una mujer que nos ha ayudado mucho, utilizamos su nombre como emblema, como marca de esta importante empresa. Y hoy, podemos decir, que tenemos las puertas abiertas a todos aquellos que quieran viajar en nuestra línea.
Da una nueva fumada a su tabaco, y llama a una señora para que me sirva un café. La señora me dice cómo lo quiero, le digo que negrito, la señora se va y al momento vuelve con una taza donde se lee: Taxis Condolezza. Y Salvatierra Phells, sigue diciendo:
-No solamente manejamos esta empresa de taxis, también manejamos otra serie de empresas, y sobre todo, manejamos gente. Es por eso que lamentamos mucho las declaraciones de Condoleezza en nuestros Estados Unidos. Cuando ella dijo que se debía apoyar el paro de transporte que existía en Venezuela, debo decir que se coleo, es decir, se le fueron los frenos. Teníamos todo controlado pero todavía no habíamos logrado llamar al paro de transporte, pero habíamos hecho todo lo necesario. Ya nuestros medios estaban hablando de lo malo de las vías, y por allí nos estábamos metiendo.
-¿Con quién contaban?
-El chofer mejor preparado para este paro está en la cárcel, sin embargo hay mucho pasajero, por allí que está dispuesto a asumir este conflicto. Sólo le pido a Condoleezza que por favor se frene a tiempo. El paro viene. Y viene pronto. Y ya para finalizar le decimos al país, que confíe en Taxis Condoleezza, porque nosotros al único que embarcamos es al pasajero, pero al pueblo nunca.
Periodista robertomalaver@cantv.net