La amenaza nuclear contra nuestro planeta siempre ha estado latente, desde que Estados Unidos lanzó dos primeras bombas nucleares en el mundo, contra Hiroshima y Nagasaki en Japón al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Fue ordenado por Harry Truman, presidente de los Estados Unidos. Los ataques se efectuaron el 6 y el 9 de agosto de 1945, y pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial. Desde ese momento se inició, una carrera armamentista entre los países desarrollados para lograr obtener bombas más destructivas, como las denominadas armas termonucleares. Actualmente, nueve países poseen armas nucleares: Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia, China, Corea del Norte, Paquistán, India e Israel.
Los primeros ocho países nombrados suscribieron el Tratado de No-proliferación de Armas Nucleares, Israel sin embargo no lo ha hecho, un olvido que la ONU le acaba de recordar recientemente. Alegan estas naciones para construirlas que son armas defensivas como elemento disuasivo y de protección solamente. ¿Cuál será el primer país que apretará el botón rojo? La India y Paquistán apuntan sus armas nucleares entre sí; por el conflicto de Cachemira. Rusia y China no muestran indicios de estar pensando en atacar primero con sus armas nucleares. Luego del 11 de septiembre de 2001, donde EE.UU se auto atacó para poder someter a su pueblo en un estado de angustia terrorista y dictar leyes que permiten detener por tiempo indefinido a cualquiera persona sin orden judicial e indefinidamente.
EE.UU con el pretexto de combatir el terrorismo mundial, inició guerras contra Irak, Afganistán, Libia, Paquistán Siria. La OTAN funciona como plataforma de expansionismo militar de Occidente, su intensión consiste en rodear militarmente a Rusia y China. El último accionar de EE.UU fue derrotar el gobierno legítimo de Ucrania y colocar un gobierno pro occidental para usarla como cabecera de puente contra Rusia. Israel es un país especialísimo que mantiene un concubinato con EE.UU y las grandes potencias europeas. Los líderes israelíes manejan la política exterior de su país en base a un escenario de conflicto eterno contra el pueblo palestino.
¿Qué pasaría si el conjunto formidable de enemigos musulmanes de Israel en Medio Oriente decidieran atacarlo algún día? Si ello llega a ocurrir, los planificadores militares y políticos de Tel Aviv tienen una última carta en la manga, a la que llamar la “Opción Sansón” en alusión al héroe bíblico Sansón que con sus musculosos brazos, apartó los pilares de un templo haciendo que su techo se desplomara matando a miles de sus enemigos y al mismo Sansón. O sea cometerían un suicidio sin lugar a duda y desatarían una guerra nuclear donde no habrá ni vencedor ni vencido, todos los habitantes del planeta perderíamos.
