Llueve y escampa luego del anunció sobre el restablecimiento de las
relaciones diplomaticas entre Cuba y Estados Unidos.
Fidel ha dicho que no confia en el imperio y hay una sensación de
apresuramiento por parte del Gobierno norteamericano que comienza a
generar dudas sobre la buena intención de esta iniciativa. Hay que
recordar que luego del fin de la guerra fria, la caída del muro de
Berlín y la gran mentira "del fin de la historia", el imperio y sus
secuaces "cocinaron a fuego lento" la caída de la revolución cubana.
Una revolución que se convirtio en vanguardia para los pueblos de
América que posteriormente iniciaron sus procesos liberadores del yugo
del sistema capitalista.
Por algo le atribuyen la paternidad de los tiempos de cambio que ya
están haciendo temblar a las élites gobernantes de otras latitudes.
Las acciones apresuradas del imperio para montar su embajada y
empresas transnacionales en territorio cubano pueden tener como único
objetivo la competencia de todo su poderio económico para poner a
prueba la dignidad y la moral del pueblo cubano para ver si es posible
que este pueda reeditar el pasaje bíblico del hombre que cambio su
primogenitura por "un plato de lentejas"
El imperio sabe que para recuperar su hegemonía en nuestro continente
debe ponerle fin a su fuente de energia y de inspiración, eso es
Cuba, su revolución y su pueblo.
En el caso de nuestro País, parece irónico que con Cuba traten de
suavizar los crimenes derivados del bloqueo y las conspiraciones
financiadas por el departamento de estado y paralelamente se hayan
desatado todas las hostilidades que tienen el único objetivo de tumbar
la revolución Bolivariana que nos dejo como herencia Chávez el invitó.
La guerra económica desde lo macro hacia lo micro tiene impacto
directo en la paz y seguridad de nuestro Pais, con la caída de los
precios del petróleo se pretendió ahogar al Gobierno revolucionario
para que este se paralizara generando un estallido social semejante al
caracazo de 1989. No les importó inmolar sus bolsillos en la aventura
conspirativa de la especulación y acaparamiento que lógicamente debe
afectar a los productores de los paises vecinos hacia donde son
llevados los productos elaborados en nuestro Pais: sobre el caso yo me
pregunto, ¿cual sera la opinión del empresario colombiano al ver que
la comercialización de sus productos cae por el avance del contrabando
auspiciado por paramilitares?
Del otro lado del planeta también soplan los vientos de cambio porque
pueblos enteros se levantan contra el sistema capitalista, Grecia
siguio nuestro ejemplo y muy pronto lo hara España, en el medio
oriente se está configurando la condena general contra el nuevo
monstruo del imperio: el Estado Islámico que no es otra cosa que los
talibanes del siglo XXI.
En nuestro espacio natural, el barrio, se dan la lucha ideológica y
cuerpo a cuerpo tenemos que hacerle frente a cada una de las
consecuencias derivadas de la conspiración para salvaguardar la
herencia que nos dejo Chávez para los hijos de nuestros hijos.
Hasta la victoria siempre!
Edwin Martínez Espinoza.
Miembro Secretariado Regional PPT Zulia.
