¡No me empujen que yo me caigo solito! Los chavistas nos están viendo de reojo, como los guardias rojos, porque nosotros no nos hemos decidido a firmar contra el decreto de Obama que declara a Venezuela amenaza Inusual y extraordinaria. Esa vaina que nos echó Obama nos puso al descubierto, pareciera que todo el mundo cree que a uno solo le importan los dólares y las privatizaciones y dame lo mío y pónganme donde hay y cuánto es la comisión y cómo quedo yo ahí y cuánto hay pa eso y acurrúcame que tengo frío, es decir, el matraqueo, la corrupción y la miseria humana. A nadie en su pleno juicio se le puede ocurrir que Venezuela es una amenaza, en todo caso, la amenaza son los chavistas, que se han quedado con el poder desde 1998 hasta el sol de hoy, y es verdad que todo ha sido de los más constitucional, pero uno no tiene porque reconocer esa vaina así de lo más pelador de mandarinas, es decir, así de fácil.
Por lo visto a Maduro no le bastó ese montón de solidaridad que ha tenido a nivel mundial, sino que además, puso a la gente a firmar contra Obama y ahí se nos presentó el peo a nosotros. Si nosotros firmamos esa vaina no nos dejan entrar más nunca a la Embajada de Estados Unidos y a lo mejor nos quitan la visa, y les digo una vaina, es verdad que los chavistas van a Disney, pero nosotros en eso de viajar a ver al Pato Donald somos alegría somos mayoría. Es decir, que la vaina de firmar asusta, porque también te pueden congelar las cuentas, y dejémonos de vainas, los chavistas tendrán sus cuentas en el exterior, pero las que nosotros tenemos en Miami no las puede contar ni Julio – Matemático- Borges, que siempre andan contando viviendas.
El que está asustadísimo es Embajada Radonski, está tan asustado que dijo que era capaz de ir a visitar el estado Miranda si no le tocaban su apartamento en Nueva York. El que no ha dicho nada es Ismael – Talanquera- García, dicen que está a punto de saltar la talanquera "no para el chavismo, sino para defender el país", así dicen que dijo. El peo también es que tenemos elecciones, y si no firmamos nadie va a votar por nosotros, y nos vamos a tener que calar una asamblea roja rojita. Dice Ramos –Espoleta- Allup, (que ese sí ha leído todo tipo de vainas, hasta comunistas), que estamos como Hamlet, un personaje de Shakespeare, -a mi no me pregunten quién es ese- que dice firmamos o no firmamos, he allí la cuestión, o el dilema, así que el adeco Hamlet también pasó por esto, según Espoleta Allup.
El papá de Margot cuando vio por el canal ocho la cola de gente firmando en la Plaza Bolívar, se fue al cuarto y le metió un coñazo a la puerta tan duro, que se abrió la nevera, y el pollo de Mercal que estaba adentro vino a caer en la sala.
- A veces llegan cartas.- me canta Margot
