Quisiera pensar que la Orden Ejecutiva firmada por Barack Hussein Obama, donde se declara a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos, obedece al EXTRAORDINARIO desconocimiento del derecho internacional y no a la torpeza que a todas luces se ha evidenciado por parte de los asesores del Departamento de Estado y de un grupo de senadores ultrosos, como Bob Menéndez, Marcos Rubio, entre otros, que obviamente desconocen la realidad venezolana, latinoamericana y caribeña.
La política exterior que se ha pretendido aplicar a Venezuela por parte del gobierno de Estados Unidos, se basa en mentiras, sofismas, manipulación e intereses bastardos que todos conocemos.
La susodicha Orden Ejecutiva no tuvo la acogida internacional que ellos esperaban, ni cumplió su fin último de amedrentar al gobierno y al pueblo de Venezuela; todo lo contrario, pretendieron aplicar a través de su política exterior, la máxima goebeliana de que una mentira repetida mil veces se vuelve verdad. Esa estrategia no aplica en los nuevos tiempos. La mayoría de los países del mundo, muchos de los cuales han sido víctimas de atropellos a su soberanía, han despertado y entendido la amenaza que el Imperio representa, y de manera digna fijan posición en defensa de la autodeterminación y en franca condena a la injerencia.
Resulta ridículo e inmoral que el gobierno de Estados Unidos vea a Venezuela como una amenaza extraordinaria e inusual, pues bien podríamos decir nosotros que son ellos la peor AMENAZA para el mundo, la historia así lo refiere. La historia es la historia y punto, no se puede cambiar.
Es necesario recordar que el senador Bob Menéndez, quien hasta enero de este año presidió el Comité de Asuntos Exteriores del Senado de Estados Unidos, valiéndose de su investidura, acusó al gobierno de Venezuela de corrupto y violador de los derechos humanos, sin aportar ninguna prueba, y obviando de manera deliberada la situación real de nuestro país en estos últimos años por parte de los sectores opositores de la ultraderecha, a la cual dicho senador norteamericano se encuentra estrechamente unido. En estos momentos –justicia poética- Bob Menéndez enfrenta 14 cargos por corrupción y tráfico de influencias.
Ahora el gobierno de Estados Unidos, ante el apoyo irrestricto e inmediato que ha recibido Venezuela de parte de Unasur, Celac, Alba-TCP, el Grupo de los 77 más China y el Grupo de los Países No Alineados, este último integrado por 120 naciones, así como el contundente éxito mundial de la campaña “Obama deroga el Decreto Ya” para la recolección de firmas y apoyo en las redes sociales a Venezuela, se ha visto forzado a retractarse públicamente de su craso error diplomático contra nuestro país, y vemos ya las declaraciones de dos asesores del Departamento de Estado manifestando que Venezuela no es una amenaza para Estados Unidos. El propio Obama acaba de declarar también que Venezuela no es una amenaza para su país. Así mismo, Thomas Shanon pidió una reunión de alto nivel con el Presidente Maduro y la canciller Delcy Rodríguez, en un claro intento de hacer contención de daños a última hora, antes de que se inicie la VII Cumbre de las Américas.
Sin embargo, en clarísima aplicación de la estrategia de la zanahoria y el garrote, Obama se reúne con los líderes de Caricom en Jamaica, y previamente lo hizo con los de Petrocaribe, en un intento de sobornarlos o amenazarlos para que le quiten su apoyo a Venezuela en la Cumbre de Panamá.
La mayor de todas las ironías es el lema de esta nueva Cumbre de las Américas: “Prosperidad con Equidad”, cuyo significado real es prosperidad para los ricos y equidad para los pobres. Las naciones de América Latina y el Caribe debieron imponer como lema: “Desarrollo con Igualdad y Justicia Social”, en lugar del eufemismo impuesto por Estados Unidos. Esto denota de por sí, la influencia que todavía ejerce el Imperio sobre América Latina y el Caribe, a pesar de la histórica derrota del ALCA en Mar del Plata, y el avance rotundo de nuestra nueva institucionalidad internacional que ha relegado a la OEA y al TIAR al último rincón previo a la puerta trasera de salida de la historia.
Estados Unidos se ufana de ser el mayor socio comercial de Venezuela, con un comercio binacional que asciende a más de 40.000 millones de dólares anuales. Eso es cierto, pero: ¿Cuánto de ese intercambio comercial es verdaderamente legítimo? ¿Cuál es la magnitud de la sobrefacturación y los precios de transferencia en el valor de las importaciones venezolanas provenientes de Estados Unidos, muchas de ellas efectuadas de manera triangulada a través de paraísos fiscales? La sociedad comercial con Estados Unidos es como pactar con el Diablo, o recibir el beso mortal de parte de la mafia. Es abrirle la puerta a una especie invasora que, al cabo, terminará devorándonos.
Por eso es tan importante para la política exterior norteamericana –y qué casualidad que la Orden Ejecutiva contra Venezuela precisamente la declara una amenaza para la política exterior norteamericana- evitar a toda costa que se consolide un nuevo orden geopolítico en su otrora “patio trasero”, a fin de mantener su hegemonía en la región con mayor biodiversidad, agua dulce, hidrocarburos y minerales de todo el planeta. No es casual que la IV Flota de Estados Unidos se haya activado después de más de medio siglo inactiva, a escasos meses de haber anunciado Brasil descubrimientos gigantescos de hidrocarburos. Y en estos últimos años, se instalaron 7 bases militares en Colombia, se derrocó a Manuel Zelaya en Honduras quien había anunciado la retirada de la base militar de Palmerola, se acaba de anunciar la instalación de una nueva base militar precisamente en Honduras y para septiembre de este año un incremento enorme de tropas norteamericanas en Perú; esto para mencionar solo algunos de los más recientes movimientos militares de Estados Unidos en la región. Y tampoco es para nada casual que todo esto ocurra precisamente en la época en que China está aumentando agigantadamente su influencia en América Latina y el Caribe, con enormes inversiones como el segundo canal interoceánico que se construye actualmente en Nicaragua. Tampoco es casualidad que Estados Unidos precipite sus jugadas geopolíticas justo después que el BRICS se ha fortalecido y ha estrechado sus lazos con nuestra región, particularmente con la creación del Banco del BRICS con un primer aporte de 100.000 millones de dólares. Y a todas estas, la hegemonía del dólar retrocede ante la moneda china y los acuerdos de transacciones financieras internacionales entre Rusia y China.
Pero, pese a todo ello, y por desigual que sea para América Latina y el Caribe la confrontación geopolítica con el Imperio Norteamericano, no cabe duda que la política exterior impulsada por la Revolución Bolivariana ha rendido sus frutos, no obstante su escaso tiempo de existencia. Es así como Estados Unidos ha perdido mucha influencia en la región, producto de su craso desconocimiento de nuestra idiosincrasia y de los intereses históricos que unen a nuestros pueblos. De allí sus erráticas políticas y modelos injerencistas e intervencionistas que ya no funcionan en nuestros países; al punto incluso, ahora con la más reciente y burda injerencia en los asuntos internos de Venezuela, de llegar a límites insospechados de ridículo, teniendo que salir a hacer control de daños y públicamente tener que agachar la cabeza y reconocer que se equivocaron, porque les salió el tiro por la culata y hasta el propio JJ Rendón tuvo que admitir que la Orden Ejecutiva solo sirvió para darle mayor apoyo político a la Revolución Bolivariana.
Y aun así no escarmienta el Imperio. Cree que va a amedrentar a los países y territorios del Caribe, como si esos pueblos no tuvieran dignidad. Lo que pasa es que los gringos solo se rigen por la moral del dinero, los negocios, el interés y el pragmatismo, y no les cabe en la cabeza que haya pueblos que se rijan por la moral de la dignidad, la solidaridad y el amor. Y para colmo del asombro, ha rayado Estados Unidos en lo más vulgar, al tratar de chantajear a Cuba Revolucionaria –la Cuba de Fidel y el Ché- demorando la decisión de sacarla de la lista de países terroristas hasta esperar a ver su actitud en la Cumbre de Panamá, la cual obviamente ha sido de irrestricto apoyo rodilla en tierra con la República Bolivariana de Venezuela. En consecuencia, ya Obama declaró que la decisión de retirar a Cuba de esa lista todavía no se ha tomado…
En declaraciones a EFE, Obama acaba de decir que “la Cumbre de Panamá es un momento importante para que todos los líderes de la región reafirmen su compromiso con los principios y valores de la Carta Democrática Interamericana”, instrumento que en lugar de hacer honor a los principios que consagra, ha sido lamentablemente utilizado la mayoría de las veces para justificar precisamente el intervencionismo imperial. Bien cabría decirle a Obama que un principio fundamental para las buenas relaciones bilaterales es el Principio de No Injerencia y el respeto a la Autodeterminación de los Pueblos.
Amanecerá y veremos. Un abrazo para todas y todos los revolucionarios y patriotas que se mantienen rodilla en tierra en defensa de nuestra Revolución Bolivariana y el legado de nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez Frías.
Zulika King
Movimiento de Batalla Social Punta de Lanza
Contralores Sociales
En Guatire, la Villa Heroica, a los 09 días del mes de abril de 2015.