Es evidente que la gran solidaridad recibida por la inmensa mayoría de los gobiernos y pueblos del mundo obligaron a la administración imperial a bajar el tono, recular en sus planes y hasta a desdecirse al declarar el mismo Obama que Venezuela no es una amenaza para los Estados Unidos de Norte América, incluso en su propia intervención en la Cumbre de las Américas no nos mencionó directamente.
Tal como lo habíamos expresado en nuestra columna anterior Obama recibió una lección de lo que significa la Solidaridad de los pueblos del mundo y muy especialmente de los países de Sur América y del Caribe, incluso Cuba que avanza aceleradamente en un proceso de normalización de sus relaciones diplomáticas con el imperio, expresó claramente su solidaridad con nuestro país.
Por primera vez en estas Cumbres, los EEUU reciben críticas tan severas, que el discurso claro y firme de Nicolás Maduro lució poco, las afirmaciones de la Presidenta de Argentina Cristina de Kishner al hacer referencia a Perón " se puede regresar de cualquier lugar, menos del ridículo" al referirse al decreto de Obama que declaró a Venezuela una amenaza para los intereses imperiales, las de Evo Morales, que desenmascaró con mucha claridad las intenciones golpistas imperiales contra Venezuela y los gobiernos progresistas de la región y el discurso de Correa entre otros, fueron las intervenciones duras y de mucha claridad que obligaron a la administración de Obama a planificar su retiro de la Cumbre después de su intervención.
Venezuela salió fortalecida en su posición y en sus lazos de amistad y solidaridad, pese a la intensa ofensiva diplomática de los gringos para tratar de debilitar nuestra posición en las Américas; sus reuniones bilaterales, la ofensiva con los países miembros del CARICOM, su oferta de una nueva política energética para la región, no pudieron cambiar la correlación de fuerzas y su torpeza política en su descarada estrategia injerencista en Venezuela recibió una de la derrotas mas humillantes en la historia de la diplomacia gringa.
Podemos afirmar que POR AHORA los gringos han tenido que retroceder en sus planes golpistas en nuestro país, pero a los revolucionarios nos toca acelerar las respuestas a la guerra económica, tomar las medidas que nos permitan aumentar nuestra capacidad de producción, montar nuestra propia red de distribución, aumentar nuestra producción petrolera y seguir avanzando en la construcción del Socialismo Ético, Critico, Productivo y Bolivariano.